(HISTORIA SUFÍ)
Un hombre fue en
busca de un Maestro. Estaba listo para dar la vuelta al mundo, pero estaba
decidido a encontrar al Maestro, el verdadero Maestro, el Maestro Perfecto.
Fuera de su
pueblo se encontró con un anciano, un tipo agradable, sentado bajo un árbol. Le
preguntó al anciano: "¿Alguna vez oíste en tu larga vida? Te ves como un
vagabundo ..."
Él dijo:
"Sí, soy un vagabundo. Vagué por toda la tierra".
El hombre dijo:
"Ese es el tipo de persona adecuada". ¿Puedes sugerirme dónde debo
ir? Quiero ser un discípulo de un Maestro perfecto".
El anciano le
sugirió algunas direcciones, y el joven le dio las gracias y continuó.
Después de
treinta años de vagar por la tierra y no encontrar a nadie que cumpliera
exactamente sus expectativas, regresó abatido, deprimido. En el momento en que
ingresaba a su pueblo, vio al anciano que ahora se había vuelto muy viejo,
sentado bajo el árbol. ¡Y de repente reconoció que él era el Maestro! Cayó a
sus pies y dijo: "¿Por qué no me dijo que era el Maestro?"
El anciano dijo:
"Ese no era el momento para ti". No podrías reconocerme. Necesitabas
algo de experiencia. Vagar por la tierra te ha dado cierta madurez, una cierta
comprensión. Ahora tu puedes ver. La última vez que me conociste, pero no me
has visto. Te habías perdido Me estabas preguntando acerca de un Maestro. Eso
fue suficiente prueba de que no podías verme, no podías sentir mi presencia, no
podías oler la fragancia. Estabas completamente ciego; por lo tanto, te di
algunas direcciones falsas para que pudieras ir. Pero incluso estar con
personas equivocadas es bueno, porque así es como uno aprende. Durante treinta
años he estado esperando por ti aquí, no he dejado este árbol".
De hecho, el
joven, que ya no era joven, miró el árbol y se sorprendió aún más. Porque en
sus sueños, en sus visiones siempre veía ese árbol y siempre había la sensación
de que encontraría al Maestro sentado debajo de este árbol. La última vez no
había visto el árbol en absoluto. El árbol estaba allí, el Maestro estaba allí,
TODO estaba ahí, pero ÉL no estaba listo.
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