Bismillah
"Un compañero del Profeta Muhammad (swas) cuyo nombre era Suhayl ibn Amr estaba viajando con su esposa. De repente, un grupo de bandidos los atacó y se llevó todo su dinero y comida. Le llamó la atención a Suhayl que el lider de los bandidos no comiera con ellos, por lo que le preguntó, "¿por qué no comes con ellos?". Él respondió, "Estoy ayunando". Suhayl respondió sorprendido, "¿robas y sin embargo ayunas?". Él dijo, "me gusta dejar una puerta abierta entre Dios y yo, pues quizás pueda entrar por ella algún día".
Después de un año o dos, Suhayl estaba circunvalando la Kaba en Mecca realizando los rituales de peregrinación cuando vio a un hombre colgando de las cortinas de la Kaba llorando y rezando a Dios, su cara estaba llena de luz. Suhayl reconoció al hombre: el mismo lider de los bandidos ahora se había vuelto devoto a Dios. "¿Cómo?" preguntó Suhayl.
"¿No sabes", respondió él, "que quienquiera que deje una puerta abierta entre él y Dios, pasará por ella algún día?"
jueves, 14 de junio de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario