Nuestro Maestro (Que la Paz y las Bendiciones de Allah sean con él), dijo:`Cuando uno se halla en el útero de su madre, ya se sabe si va a ser un pecador o un justo'. Al referirse al `útero materno' estaba significando los cuatro elementos que dan nacimiento a todas las fuerzas y facultades materiales. Dos de esos cuatro elementos son la tierra y el agua, que son responsables por el crecimiento de la fe‚ y del conocimiento, dan vida a lo viviente, y se manifiestan en el corazón como humildad, porque la tierra es humilde. Los otros dos elementos son el fuego y el éter.
Estos son lo opuesto de la tierra y el agua. Queman, destruyen, matan. Lo que une estos opuestos en un ser, es lo Divino. Cómo coexisten el agua y el fuego? Cómo la luz y la obscuridad se encuentran contenidas dentro de las nubes? Es El Quien te muestra el relámpago, causando a la vez temor y esperanza. Es El Quien eleva las nubes, cargadas de lluvia.
No, el trueno repite Sus alabanzas y as¡ lo hacen los ángeles, con temor y reverencia. El arroja los ensordecedores rayos, y con ellos golpea a quien El desea...' (Sura Al-Rad, 13:12/13).
Los opuestos pertenecen -y de hecho son un requerimiento- para la comprensión de los atributos de Allah. Al enfrentarse a la verdad divina el hombre se convierte en el espejo en que ésta se refleja. El hombre contiene el universo entero en su ser, y por ello es llamado el unificador de la multiplicidad, del macrocosmos. Allah lo ha creado con Sus dos manos, Su mano de gracia, y Su mano que todo-doblega, la de poder aplastante y de cólera. Es, como resultado, un espejo, que muestra ambos lados, tanto el que es áspero y grueso, como el fino y exquisito.
Mientras que en el hombre se manifiestan todos los Nombres divinos, las restantes creaciones poseen solo un aspecto. Allah creo desde Su atributo de todo-subyugadora ira al maldecido Diablo y su progenie. Los ángeles, El los creo desde su atributo de gracia. Las cualidades de santidad y adoración continua se hallan contenidas en los ángeles, mientras que el Diablo y sus seguidores, creados desde el atributo de Allah de la aplastante cólera, tienen las cualidades de la tiranía.
Ese es el motivo por el cual el Diablo se hizo arrogante, y cuando le fuera ordenado por Allah que se prosternase delante de Adán, se rehusó. Como Allah ha elegido a Sus mensajeros y santos de entre los hombres, y como el hombre contiene dentro de sí tanto las características elevadas del universo, así como las bajas, éstos mensajeros tampoco se hallan libres del error. Cuando los profetas reciben la misión de la profecía, son absueltos y quedan inocentes de los grandes pecados, pero los pecados pequeños, y los errores, aún pueden manifestarse en ellos. Por otra parte, los santos no pierden la capacidad de pecar. Sin embargo se afirma que cuando los santos que se aproximan a Allah, llegan a la perfección, alcanzan la protección divina que les pone a salvo de cometer grandes pecados.
Cierto día alguien preguntó al santo Yahya ibn Mu'adh al-Razi, `Cómo llegaste a conocer a Allah?' El respondió,`Por la unión de los opuestos.'
Fragmento de "El Jubilo del Correcto y el Sufrimiento del Rebelde"
Hz Abdul Qadir al Jilani (ra)
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