lunes, 1 de febrero de 2021

Mantener el equilibrio -Parte I-

Bismillahir Rahmanir Rahim

El equilibrio es algo que raramente se encuentra. 

Cuando nos interesamos en algo, es nuestra naturaleza querer más y más de ello: no importa si el objeto de interés es espiritual o material. Si nos volvemos muy espirituales perdemos el mundo. Si no fuera nuestra misión vivir en este mundo, no nos hubieran mandado aquí.

Aquél que tiene la tendencia de encontrar defectos, encontrará tantos que al final lo bueno parecerá malo ante sus ojos. Y así, sus propios ojos se volverán malos. Hay muchas mas oportunidades de caer para una persona que está corriendo, que para aquél que camina; el exceso hace más posible la caída.

Algunas veces una persona no tiene equilibrio cuando dice la verdad. Él dice: "Yo dije la verdad", indiferentemente de si eso está en armonía con los que le rodean, y de si la gente está preparada para oír la verdad o no. Ahí, está diciendo: "Yo dije la verdad y no me importa discutir con quien sea, porque yo dije la verdad". De modo que la lección de tranquilidad es la más importante a ser aprendida para este propósito.

La filosofía en sí misma culmina en el conocimiento de Dios, que es más grande y más alto que cualquier otra cosa en el mundo; este fin ha sido frecuentemente extraviado por la falta de equilibrio. Por eso en la Biblia, en el Vedanta, en el Corán, y en los demás libros sagrados, las verdades se dicen de una forma velada. Si los profetas y maestros hubiesen dicho la verdad plenamente, el mundo hubiera ido en la dirección errada. (...)

-Hazrat Inayat Khan 
Ver parte II



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