Bismillah...
Oh hijo mío, entre los consejos que el Enviado de Dios (swas) dejó a su comunidad se encuentra la siguiente admonición: «Un indicio de que Dios Altísimo ha abandonado a su siervo es que éste se ocupe de lo que no le atañe; y si pierde una hora de su vida ocupado en algo ajeno a la devoción para la que fue creado, entonces merece la prolongación de sus sufrimientos.
Quien pasa los cuarenta años sin que sus virtudes hayan dominado sus vicios debe prepararse para el fuego.»
Y en esto ya hay consejo suficiente para los buenos entendedores.
Oh hijo mío, dar consejo es sencillo —lo difícil es recibirlo— y es de gusto amargo para quienes están acostumbrados a seguir sus
propios deseos, pues lo prohibido es dulce para sus corazones de aquellos que creen que su mera ciencia lo salvará, que en ella está su redención.
Crenn que no tienen necesidad de actuar; tal es la convicción de los «filósofos».
!Este pobre infeliz ignora que si adquiere un conocimiento y después no lo pone en práctica, será usado como una prueba en su contra
Oh hijo mío, no te arruines por falta de actos, y ten la certeza de que el mero saber no te ayudará.
Iman Al Ghazzali
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