Bismillah...
El sufi, lleno de añoranza por su hogar, por el lugar luminoso de su procedencia, opta por abandonar los reclamos de un sentido temporal pero profundamente equivocado de su existencia propia; opta por ignorar los reclamos del falso "yo" y el falso "mío" que lo alejan cada vez más de su conciente, de la unión conciente con la Fuente de su ser.
El sufi opta por perderse para siempre en la alabanza de la Realidad Verdadera, Al-láh
La Illaha Illah Allah.
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