Somos niños

"Todas las personas en el planeta son niños, a excepción de unos pocos. Nadie es mayor de edad, excepto los que están libres del deseo. 

Todo y cada parte del mundo es una trampa para los tontos y un medio de liberación para los sabios. Si tienes mucho, da de tu riqueza; Si tienes poco, da de tu corazón." 

Hz. Rumi.

Remedio

Este mundo está lleno de remedios. 
Pero tu no tienes el remedio hasta que Dios abre una ventana para ti. 

Puede que no seas consciente de que el remedio está aquí ahora mismo.
En el momento de la necesidad se hará claro. 

El Profeta (la paz sea con él) dijo: 
"Dios hizo un remedio para cada dolor".
Hz. Rumi

No pierdas el momento

No mires hacia atrás,
Nadie sabe cómo el mundo comenzó.
No tengas miedo al futuro, nada dura para siempre.
Si moras en el pasado o en el futuro
te vas a perder el momento.

Querido derviche

Un día, tu corazón te llevará a tu amante.

Un día tu alma te llevará al Amado.

No te pierdas en tu dolor.

Sabe que un día tu dolor se convertirá en tu curación.

La pobreza, la cual encuentras vergonzosa, te producirá orgullo en el otro mundo.

El libro del sufí no está compuesto de tinta y letras: Es nada más que un corazón blanco como la nieve.

Hz. Rumi 

Los idiotas de Dios

Dijo el Maestro sufí Attâr (ra): “Cuando el amor llega, la razón desaparece. La razón no puede vivir con [el estado de] necedad del amor; el amor no tiene nada que ver con la razón humana”.

El amor tiene una vibración más rápida que la mente y tiene la habilidad de superarla. 

Tenemos una muestra de esto cuando nos enamoramos y experimentamos que no podemos pensar clara o racionalmente. Cuando nos entregamos enamorados del Bienamado esta experiencia se amplifica muchas veces, razón por la que a los sufíes a menudo se les llama los “idiotas de Dios”.

Sobre hablar de más

Al Sulami habla de nuestros vicios más desbocados en la actualidad, sobre todo en el mundillo de las redes sociales, medios de comunicación y reuniones presenciales formales e informales.

Tiene dos orígenes: uno es el deseo de supremacía que lleva al discípulo a querer hacer ostentación de su conocimiento y de su elocuencia; el otro es la ignorancia de lo que hay que decir".

El remedio correspondiente es que el discípulo tome conciencia de que es responsable de lo que dice, y lo que él dice es inscrito en una cuenta, y que deberá responder por ello; porque dice Allah el Altísimo: 
“En verdad unos [ángeles] custodios cuidan de vosotros; son nobles escribas” (Corán 82:10). 
Y dice también: “El hombre no profiere ninguna palabra sin que haya junto a él un ángel observador preparado" (Corán 50:18).

Como dijo el Profeta: ”Toda palabra del hombre queda inscrita contra él y le es desfavorable excepto si es para exhortar al bien o para impedir el mal”.