sábado, 26 de febrero de 2022

Cuento sobre el valor del Amor

 Bismillah

Un día todos los sentimientos, emociones, pensamientos, creencias, ideas, hábitos, caracteres y todas esas cosas invisibles de la humanidad, decidieron ir a un crucero. Así que se subieron, y el último en entrar al barco fue el Amor. 
Y así en el transcurso del viaje cada uno hizo lo que hace. El orgullo hizo su cosa, la ambición hizo lo suyo, y la envidia hizo lo suyo; la felicidad lo suyo y el estrés hizo lo suyo, y estaban pasándola muy bien, como ustedes saben en esos viajes. Pero el nombre del barco era “Titanic”, así que cuando viajaban alrededor de Alaska, golpearon la punta de un iceberg, y el barco comenzó a hundirse. Pero el barco estaba bien equipado, y todo el mundo estaba encontrando botes para bajar del barco; pero el Amor se quedó hasta el último momento tratando de ayudar, corriendo por ahí tratando de poner a la gente en los botes, y en una situación segura. 

Finalmente, casi todo el mundo quedo fuera del Titanic, excepto el Amor que se había quedado atrás, y finalmente se dio cuenta de que debía bajar del barco también. Y el agua está casi en sus tobillos; ve el bote de la ambición pasar, y le dice: “Hola, hola, me quedé aquí, por favor, recógeme”. Y la ambición da una mirada y dice: “Mira mi barco está lleno con mi equipaje, con mi oro, con mi plata, y todas mis transcripciones y mis diplomas de doctorados, y el bote está lleno, si te llevo nos hundiríamos y lo perdería todo, siento no poder llevarte, y siguió de largo. 

Luego pasa la arrogancia, y le dice por favor, llévame... y la arrogancia con su familia muy bien vestidos y su bote limpio, le da una mirada sucia al Amor, y dice: “Has estado corriendo aquí y allá ayudando gente, estás sucio y feo, vas a venir a ensuciarnos, lo siento, no puedo llevarte”. 
Y así siguió de largo la arrogancia. Entonces el bote de la envidia pasa, y él dice: “Hola me estoy hundiendo, ya el agua está hasta mis rodillas!”, el Amor le grita y pide a la envidia para que lo ayude. Y la envidia dice: “Mírate estúpida persona allí, fingiste ser valiente y compasivo, corriendo por la derecha y la izquierda ayudando a la gente; bien, te mereces esto. Quédate allí y si eres tan valiente, muere”. Ahí va la envidia… 

Entonces la tristeza pasa, el Amor dice: “Por favor, llévame”, y la tristeza con una cara sombría dice: No, no, estoy tan triste, estoy tan infeliz, tengo que estar solo, no puedo tener a nadie más conmigo”. Entonces la felicidad pasa, ja, ja, ji, ji…ni siquiera podía escuchar al Amor llamándolo, totalmente ajeno a lo que ha sucedido, estaba tan feliz. 
Finalmente, de repente aparece una lancha rápida, y su conductor dice: “Ven al barco”, y lleva al Amor a tierra firme, y al irse le dice: “Tengo prisa, tengo que ir a un lugar”, zoom, se va. 
El Amor se sorprende de que no tuvo tiempo de preguntar quién lo salvó en ese rápido rescate. Y en tierra estaba el conocimiento, y el Amor aprovecha a preguntarle: “¿Sabes quién era él, quien me salvó y me trajo a la tierra?”, “Oh sí”, dijo el conocimiento. “Era el tiempo”. 
“¿Pero por qué crees que me salvó?”, “Bueno, ¿no sabes que es sólo el tiempo el que conoce el valor del Amor?”


-Fragmento de Sohbet de Tugrul Efendi – Agosto de 2007


domingo, 20 de febrero de 2022

Carácter y deber

Bismillah


No podemos cambiar el carácter que nos han dado al nacer. Un ejemplo característico de ello es la generosidad y el aferrarse al dinero. Allah me ha creado generoso y yo no lo puedo cambiar, pero tengo la obligación de hacer uso de esta característica mía de la mejor manera que complazca Allah. Si mi generosidad se manifiesta como malgastar, eso sería un error, porque malgastar es haram. ¿Entonces qué voy a hacer? Vas a ser generoso y no vas a malgastar. Te ha creado aferrado, pero no puedes comportarte de forma tacaña; sin embargo, puedes ser ahorrativo. Así que no podemos cambiar nuestro ser generoso o aferrado, pero podemos cambiar el modo de hacer uso de este rasgo.


Esto es lo que hace que seamos seres humanos. Allah no te ha preguntado de qué modo te tiene que crear, pero te ha informado de sus reglas sobre cómo tienes que comportarte. 

Si te comportas según estas reglas y según tu naturaleza, será un beneficio para ti; si no, será un perjuicio. Tener cuidado aquí de no culpar a Allah, dejando de lado la fuerza de voluntad y diciendo: “Allah me ha creado así”. Porque no olvides que en Islam el Adab es superior a las buenas obras. 

No hay ninguna diferencia entre Hz. Adam y el shaytan en términos de rebeldía a las órdenes de Allah. Le ha dicho a Shaytan: “póstrate ante Adam”; y él respondió, no. Le ha dicho a Hz. Adam: “no te acerques a ese árbol”, pero se acercó. ¿Qué diferencia hay?” La distinción está en el adab. No hay mucha diferencia entre la rebeldía de uno o del otro, pero Hz. Adam admitió que había cometido un error, y sin embargo, Shaytan le dijo a Allah: “tú has decretado que yerre”. Lo que hizo que Adam se convirtiera en Hz.Adam fue su adab; lo que hizo que Shaytan se quedara fuera de la misericordia de Allah fue su insolencia. Eso no quiere decir que no nos haga falta la práctica de la religión, porque tú como siervo de Allah no tienes derecho a tener preferencias entre Sus órdenes, prefiriendo una a otra. 


¿No se decía hace un tiempo que en vez de sacrificar un cordero [por el kurban] sería mejor comprar zapatos a los niños pobres? ¿Es comprar zapatos a los niños un acto de adoración? Sí, lo es. ¿Sacrificar un cordero es un acto de adoración? También lo es. Debes cumplir con ambos. ¿Cuál de ellos es más beneficioso? Eso no te incumbe. Si realizas el sacrificio correctamente, y el país está gobernado de acuerdo con el Islam, las pieles de los corderos sacrificados no se echarían a perder y los niños no se quedarían sin zapatos. No tenemos la autoridad de escoger entre las órdenes de nuestro Señor; tenemos que cumplir con todas ellas, cada uno en la medida que pueda.


-Fragmento de sobhet Tugrul Efendi, enero de 2022


......

Adab: cortesía, buenos modales, decencia, humanidad

Haram: significa prohibido o sagrado. Lo contrario es halal.

Hz: es un título honorífico islámico usado para honrar el estado espiritual de una persona. La traducción literal significa "Gran Presencia".

Shaytan: el Diablo


viernes, 18 de febrero de 2022

Verdadera soledad

Bismillah 

Allah dijo a David (as): 

"No intimes demasiado con los hombres; hay dos clases de personas que serán excluidas de mi presencia: aquellos diligentes para obtener recompensas y perezosos cuando las han obtenido, y aquellos que prefieren sus propios pensamientos a Mí. La muestra de mi desagrado es que los dejo consigo mismos".



viernes, 11 de febrero de 2022

Paciencia (Sabr)

Bismillah

La paciencia (sabr) es una medicina amarga cuyos frutos son dulces.

"Sabr" es ser paciente con la paciencia.

La primera paciencia, que hay que aprender es la paciencia con los demás. Es la más difícil y si se consigue, es un gran logro y una gran victoria. Contiene la semilla de la indulgencia con los demás y en consecuencia, la noble cualidad que es la compasión ante la debilidad de los seres humanos.

La segunda paciencia, es la paciencia con uno mismo. Si uno es rígido con el yo, éste se marchita. Al yo no le gusta que se le trate con dureza, no digamos ya el que se le cambie. El faqir ordinario modificará las acciones equivocadas al primer intento. El "inteligente" que argumenta e intelectualiza, puede repetir la acción equivocada varias veces antes de abandonarla. El faqir tiene que porfiar una y otra vez contra el yo. Si es paciente, verá la forma de ganar la batalla contra sí mismo con astucia. Quien puede hacer ésto, ha encontrado una vía rápida y una victoria segura.

La tercera paciencia, es la paciencia con el Decreto de Allah. A ésto es a lo que hace referencia Imam Yunayd. Esto es hacerse con el auténtico núcleo de la doctrina de tawhid. No se refiere tan sólo a la adversidad y al dolor, algo que puede resultar posible o incluso fácil. Lo difícil y apremiante es la paciencia en el terreno de los acontecimientos. "Allah quiere algo y tú quieres algo. Lo que tú quieres no es lo que Allah quiere, pero has de saber que lo que Allah quiere ocurrirá con toda seguridad". La paciencia en su plenitud es querer lo que Allah quiere en cada momento.



lunes, 7 de febrero de 2022

Sobre el Silencio

Bismillah

Le preguntaron a Abu Bakr al-Farisi sobre el silencio del ser interior, el (sirr), y dijo: “El silencio es el abandono de la ocupación con el pasado y el futuro.”

También dijo: “Cuando el siervo habla sobre lo que le concierne y lo que debe, está dentro de los límites del silencio.”