"Muhammad
Ibn Yusuf Al-Isfahani solía decir:
¿Quién hay como
un hermano virtuoso? Tu familia divide la herencia y disfruta de lo que has
dejado atrás, mientras que él se queda solo añorándote, interesado en saber lo
que has conseguido y lo que ha sido de ti, orando por ti en la oscuridad de la
noche mientras reposas bajo un manto de tierra."
(Fragmento del
"El contrato de la hermandad", Iman Al-Gazzali)