Oh buscador que
deseas encontrar la salvación, lo primero que debes es buscar un maestro que
verá tus faltas y te las mostrará. Puedes viajar por todas partes intentando
escapar de ti mismo, pero será un maestro el que te salvará de la esclavitud
bajo la tiranía de tu ego. Hazlo ahora, porque lo que uno tiene ahora es mejor
que lo mejor que uno puede imaginar tener mañana.
Cuando le
encuentres has de comportarte como un cuerpo muerto en manos del que le dé la
última ablución. Has de estar dispuesto a aceptar tu maestro tal y como es.
Nunca le critiques o le busques alguna falta incluso cuando actúe en contra de
los canones religiosos. Nadie es perfecto. Todo hombre se equivoca y peca y no
está a salvo del error. No eres un juez buscando a alguien culpable, sino
alguien culpable buscando a un juez justo.
No escondas nada
de tu maestro, ninguna idea o intención, sea buena o mala. No te sientes nunca
donde él había estado sentado. No lleves ninguna prenda que él haya llevado.
Acércatele con dignidad y buen comportamiento, como un esclavo ante un maestro.
Cuando te pide
algo o te pregunta algo abre tus oídos y usa tu mente para entender con
exactitud que es lo que quiere. No busques la razón del porque ordena lo que
ordena.
Si tienes que
preguntar algo, no esperes una respuesta ni insistas en ella. Le has de contar
tus sueños, pero no insistas en una interpretación.
No escuches a la
gente que hablen en contra de él porque esto produciría oposición en contra
suyo en ti. Si conoces a gente que se le oponen, déjalos: ni luches contra
ellos ni permanezcas en su compañía. Déjaselos a Allah que se ocupará de ellos.
Ama a aquellos
que alaban a tu maestro y ocúpate de sus necesidades como si fueran las tuyas.
Si tu maestro divorcia a su mujer nunca te cases con ella ni tengas nada que
ver con ella. Aún con la mejor de las intenciones, nunca entres en su casa sin
su permiso.
Has de quedarte
lo mas cerca posible de el sin serle visible.
Si él deseara consultarte algo, no hagas preguntas ni
discuta con él; no desees nada que él no desee. Si te viene algo a la mente,
quédatelo para ti. Así es como mantendrás tu noble grado, el noble grado
alcanzado a través de la dignidad del buen comportamiento. Este es el lazo
entre tú y él.
-Hz Ibn Arabi