Bismillah...
¿Cúal es la forma de salir de nosotros mismos, se puede? ¿Podemos dejar de repetir las mismas acciones o tener las mismas actitudes que luego nos llevarán a la culpa, a decir que no lo volveremos a hacer, para después volver a cometer el mismo error? ¿Se puede cambiar?
Hay mecanismos que nos impiden cambiar. Nos encontramos en un estado de sueño, dormidos, como sonámbulos.
Estamos rodeados cotidianamente por influencias, circunstancias, tanto internas como externas. Y dado un momento de lucidez, en el que quizás reconocemos una de ellas, ignoramos todas las demás. O sino, se las considera no como influencias cambiantes, sino como cosas inevitables.
De esta forma, no se puede evaluar cualitativamente lo que le acontece, como tampoco puede evaluar los medios para controlar o dirigir su actividad psicológica.
Reconocerá, por ejemplo, la ambición, y verá cómo parece funcionar. Irá más lejos y trazará sus orígenes aparentes. Pero no logrará jamás alcanzar, por medios ordinarios, el factor de base que domina la ambición. En consecuencia, busca un refugio detrás de conceptos que no hacen más que llamar las cosas por otro nombre y da así la impresión de que sabe lo que significan.
Entonces, ¿qué es la ambición y cómo se despierta? ¿Es algo dado? La ambición es una de las influencias.
Las influencias externas impactan en uno, ya que se encuentran en el aire, por ejemplo, el dinero (o la ambición) es una energía, y es una influencia que impacta en nosotros; están en el aire, y las captamos y canalizamos en nuestra forma particular, ya que somos como receptores, antenas. Esa influencia que se capta, puede manifestarse (o impacta) en varios niveles, que podemos ser concientes o no.
1- Nivel de pensamientos y palabras: Brinda información acerca de los estímulos captados, a través de los 5 sentidos, y generan respuestas a estos. “¿qué ves?, ¿qué escuchas?” Interpreta lo que es captado a través de los sentidos. Pero hay que desconfiar de los pensamientos, ya que en primer lugar, parten de la base de dar por válido lo que fue captado, y segundo, incluso esto es distorsionado por la interpretación de aquello que fue captado. ¿Y en base a qué se interpreta? Se decodifica en base a la necesidad, la carencia, el hambre, los agujeros.
2- Nivel de los sentidos: Como decíamos anteriormente, los 5 sentidos son limitados. Son fácilmente alterados. Basta con poner por ejemplo dos sonidos a la vez de la misma frecuencia, y el oído captará ambos pero no podrá ser capaz de identificarlos separadamente. Los sentidos están dirigidos por la necesidad y el deseo, y pueden errar en cuanto a la realidad, ya que no decodifican más allá de su deseo. Entonces, los ojos sólo verán por ejemplo lo que la necesidad o el deseo en ese momento recorte para él, o escuchará sólo aquello referente a su deseo, y a partir de allí genera los pensamientos destinados a brindar alguna acción o respuesta. Los sentidos no son fiables, se distorsionan e incluso pueden ser engañados. La profesión de mago por ejemplo, está basada en el engaño a uno de los sentidos más privilegiados: la vista.
3- Nivel de acciones: Son las respuestas, las acciones, los hechos. Lo que las sensaciones generan en mí. Es un nivel más exigido, ya que compromete en cierta medida, por ser acción; pero incluso las acciones pueden ser fingidas.
Entonces, hasta aquí tenemos varios niveles, en los que no se puede asentar lo real, ya que en todos ellos hay posibilidad de falsedad:
1 – Pensamientos y palabras: basados en la mentira
2 – Cinco sentidos: basados en el error
3 – Actos: basados en la ilusión
Profundizando más, encontramos las sensaciones. Son propias, no colectivas, es decir, subjetivas, pero son más reales que los niveles anteriores. Puede llamarse sensaciones a los impactos que desde el nacimiento se archivan, generadas por los 5 sentidos, entre las que se encuentran la sensación de hambre, sueño, calor, frío, miedo, desvalorización, estar desprotegido, pesimismo, agradecimiento, alegría, etc…
Estas sensaciones son verdaderas en relación al registro de IMPRESIONES, que se estampan en el alma, y de la cual es difícil despegarse. Las sensaciones tienen un rastro de interpretación, de archivos del pasado, por eso aunque sean verdad, no necesariamente se corresponden con la realidad, sino que pueden activarse como respuestas de marcas antiguas.
Distingamos entre sensaciones e impresiones. La impresión, podría decirse que es la marca misma, libre de interpretación, sin pensamiento ni coloreada por la emoción, es la huella en bruto, sobre la tela blanca. La sensación ya es una interpretación de esa huella, una respuesta a esa huella, más básica, que luego se complejiza en acciones, palabras y pensamientos.
Al ponerle conciencia a las impresiones, vemos que influencian:
Lo que digo
Lo que hago
Lo que pienso
Mis cinco sentidos
Las sensaciones
Mis respuestas a lo que acontece
La impresión es lo más puro, lo primero que se produce en el acontecer, e impacta. Todo habla en el ambiente, y registramos impresiones continuamente. Para lograr percibirla, hay que quitar el foco a todos los demás estímulos, y los niveles anteriores a esta, que fuimos enumerando:
Desechar el pensamiento, y atender a nuestra acción; la acción responde a algún estímulo registrado por los cinco sentidos, que están a cargo de las necesidades?
Cuando una acción tiene como intención satisfacer un deseo, la respuesta es fallida. La acción necesita tener un orden, hay necesidades prioritarias, que deben resolverse primero. Si la acción responde al interés en lo que deseamos, la respuesta no es valedera, no es verdad.
El deseo cree que consigue lo que desea, con manipulaciones orientadas al interés propio, el principal objetivo es abastecerse uno mismo. Y lo peor que puede suceder es tener éxito. Pues el mundo creado es un mundo de fábula, es simulación, falso.
El ego tiene interés, y satisface necesidades. El corazón tiene anhelo, y busca la Satisfacción Divina.
El pensamiento no es anhelo, hay que lograr algún anhelo. Se requiere tirar la estructura hasta incluso los cinco sentidos.
Hay que desbaratar el edificio. Las impresiones son generadas por el anhelo del alma, la cual genera una respuesta inmediata. Esa acción que se genera es valedera, ES. No entra en el campo de la razón, simplemente obedece la impresión.
Uno confía en el edificio de conceptos, ideas, respuestas previas; hay que romper el esquema. Desde allí, las respuestas están contaminadas. Hay que dejar que se diluyan las emociones, son pasajeras.
Lo que importa son las intenciones, que sean valederas. Ni las palabras, ni acciones.
Si no ponemos conciencia en los pensamientos, los deseos, las palabras y las necesidades, de a poco crecerán, y cuando menos lo esperemos, habrá un caimán en el jardín; muerde.
Deseos, palabras, pensamientos, necesidades… son del mundo. Nosotros somos radares, que detectan impresiones. Hay gente que necesita del mundo, no registran a ese nivel. Pero la impresión no finge, no dibuja; genera diálogos. Está ligado al Batin. Los turcos están llenos de impresiones, y pocas palabras.
Qué es lo que uno consume? Palabras… acciones…?
Es un error querer ser perfecto, es un deseo. Uno debe aceptar lo que es, allí hay posibilidad de cambiar. Y también hay que aceptar al que no es. Sólo SE.
sábado, 31 de enero de 2009
viernes, 30 de enero de 2009
La Verdad y sus Ventajas
Bismillah...
La única Realidad, es lo que pasa ahora. Es lo que Allah Quiere que suceda, y aceptar lo que sucede es lo más difícil. Pero es vivir en Realidad. Es renunciar a mi deseo de cómo deben ser las cosas, por el Deseo de Allah.
Pero generalmente, como no alcanzo lo que quiero, no soporto la realidad. No aceptamos, y la respuesta inmediata es el autoengaño. El autoengaño es la respuesta inmediata de la mente para no aceptarla, y realiza fábulas para poder vivir con ello. El engaño también puede ser hacia fuera, pero parte del autoengaño, que es hacia uno mismo, por no tolerar la realidad tal cual es.
Ver la Realidad duele. Para no verla, hay miles de excusas, como el negarlo (“no pasó nada”), o desentenderse, (“no es mi culpa”, o “no recuerdo”). Pero como el autoengaño no permite ver la realidad, no permite ver a Dios. Allah Enseña, a través de los obstáculos que nos pone. Como decía Cicerón: “Un hombre cae en el error, pero los necios perseveran en él”.
Se encubre a uno mismo de sí mismo. Allí se potencian los errores cometidos y no hay aprendizaje. Hay que ver, y aceptar el error. Luego viene el dolor, y después se modifica el error. El dolor indica Realidad. La mayor parte del tiempo uno encubre sus errores.
Si no se conocen, no se aprende, y no se los salta. No hay que escudarse en la debilidad, ni propia ni de los otros. Hay que mostrar los errores y tolerar la sanción social, para sentirse realmente en el error. Sino, es clandestino, y para tomarlo en cuenta hay que sacarlo a la luz y exponerlo.
El ciclo del deseo, es la satisfacción en el placer, en forma desenfrenada, que llegado, luego de un tiempo se va. Al irse, deja sufrimiento por el fin del placer (su ausencia).
En nombre de ese deseo se encubren muchas cosas. El deseo condiciona los actos dirigidos por él. Y éstos llevan al error. En el deseo, no existe el otro, solo existe MI deseo, porque yo no quiero sufrir. Y para satisfacer ese deseo, se finge.
El deseo y el temor mueven la vida, y crecen. Dios, Amor, Sinceridad, Adab, Verdad…. Caen.
Lo único que importa es el deseo.
Hay que comprender que el único que satisface las necesidades es Dios.
Se invierte tiempo, atención en el deseo, en satisfacerlo, pero se va y hay sufrimiento. Esto no lleva a la Verdad. Sólo genera conductas obsesivas, sólo interesa el placer que da el otro, y el otro en sí mismo desaparece ante el deseo.
Frente a la adversidad de no poder conseguir lo que desea y lo que se propuso mentalmente, hay una huida, ya que la vida se vuelve ingobernable.
Debe haber un constante esfuerzo en conectarse a la realidad.
La mente sino continúa desconectándote, con argumentos como “no eres capaz”, “lo que deseas es imposible, renuncia”, “el otro no te lo quiere dar”. Nunca llevará a la Verdad, o va en contra de uno, o de los otros.
Hay que permanecer en guardia ante la mentira. No dejarse seducir por la fantasía. El autoengaño es una forma de mentira.
La realidad es que no se puede satisfacer todos los deseos que uno tiene. Y la tentación de ir a lo irreal es una pelea constante a la que hay que enfrentarse, y no caer en el escapismo. La evación no resuelve, es TEMOR a la REALIDAD. El problema no desaparece, uno desaparece. Y el autoengaño dice que “todo está bien”.
El autoengaño puede presentarse en formas muy variadas. Hay personas, por ejemplo, que caen en él porque necesitan continuas manifestaciones de elogio y aprobación. Su sensibilidad al halago, al continuo “tiene usted razón” sin tenerla, hace desplegar a su alrededor servilismos capaces de idiotizar a cualquiera. Son personas difíciles de desengañar, pues exigen que se les siga la corriente, que se mienta con ellos, y acaban por enredar a los demás en sus propias mentiras. Son presa fácil de los aduladores, que los manejan a su antojo, y aunque a veces adviertan que se trata de una farsa, no suele bastarles para salir de ella. En este estado, no se puede hablar de Dios.
Había un grupo de filósofos en un castillo, que permanecían 3 o 4 días y se reunían cada tanto en el desayuno, el almuerzo y la cena, en los jardines, y realizaban jornadas de debate y charlas.
Entre ellos, había un derviche, que sólo escuchaba. Y llegó a un punto tal su ausencia en las reuniones, que llamó la atención del resto por saber quién era. Él mencionó que vivía en un castillo, al cual los invitó para continuar con las reuniones. Allí fueron, y descubrieron que era un castillo más lujoso, que la comida era mejor, y se hablaban temas de sabiduría. Todos quedaron conformes con esto, a lo cual, al mencionárselo al derviche, de un chasquido hizo que todos se encontraran en un establo. La gente comenzó a criticar el lugar, pero nuevamente de un chasquido el derviche hizo que reaparecieran en el castillo en el que estaban reunidos originariamente, como si nunca se hubieran ido de allí en primer lugar.
A esta situación, le pidieron explicaciones al derviche. Y respondió: “Mientras vuestra codicia os impida distinguir entre el autoengaño y la realidad, nada real os podrá enseñar un derviche, sólo ilusiones. Aquellos cuyo alimento es autoengaño y fantasía sólo con engaño y fantasía pueden ser alimentados.”
Se está tan entretenido en la consecución del deseo, que no se llega a Dios. Nunca hay Realidad.
Hay que matar la ambición de los deseos. Se renuncia a la ambición, sino es difícil la relación con otro.
La búsqueda de Dios es como dice la ensoñación de un sufi, “Cómo hago para acercarme a ti?” – “Ven a Mí sin ti”. La sinceridad (ikhlas) en la búsqueda de Dios.
Como oraba Abdul Qadir Al Qelani “Perdóname, Señor, por todos los errores que cometemos en Tu búsqueda.”
La única Realidad, es lo que pasa ahora. Es lo que Allah Quiere que suceda, y aceptar lo que sucede es lo más difícil. Pero es vivir en Realidad. Es renunciar a mi deseo de cómo deben ser las cosas, por el Deseo de Allah.
Pero generalmente, como no alcanzo lo que quiero, no soporto la realidad. No aceptamos, y la respuesta inmediata es el autoengaño. El autoengaño es la respuesta inmediata de la mente para no aceptarla, y realiza fábulas para poder vivir con ello. El engaño también puede ser hacia fuera, pero parte del autoengaño, que es hacia uno mismo, por no tolerar la realidad tal cual es.
Ver la Realidad duele. Para no verla, hay miles de excusas, como el negarlo (“no pasó nada”), o desentenderse, (“no es mi culpa”, o “no recuerdo”). Pero como el autoengaño no permite ver la realidad, no permite ver a Dios. Allah Enseña, a través de los obstáculos que nos pone. Como decía Cicerón: “Un hombre cae en el error, pero los necios perseveran en él”.
Se encubre a uno mismo de sí mismo. Allí se potencian los errores cometidos y no hay aprendizaje. Hay que ver, y aceptar el error. Luego viene el dolor, y después se modifica el error. El dolor indica Realidad. La mayor parte del tiempo uno encubre sus errores.
Si no se conocen, no se aprende, y no se los salta. No hay que escudarse en la debilidad, ni propia ni de los otros. Hay que mostrar los errores y tolerar la sanción social, para sentirse realmente en el error. Sino, es clandestino, y para tomarlo en cuenta hay que sacarlo a la luz y exponerlo.
El ciclo del deseo, es la satisfacción en el placer, en forma desenfrenada, que llegado, luego de un tiempo se va. Al irse, deja sufrimiento por el fin del placer (su ausencia).
En nombre de ese deseo se encubren muchas cosas. El deseo condiciona los actos dirigidos por él. Y éstos llevan al error. En el deseo, no existe el otro, solo existe MI deseo, porque yo no quiero sufrir. Y para satisfacer ese deseo, se finge.
El deseo y el temor mueven la vida, y crecen. Dios, Amor, Sinceridad, Adab, Verdad…. Caen.
Lo único que importa es el deseo.
Hay que comprender que el único que satisface las necesidades es Dios.
Se invierte tiempo, atención en el deseo, en satisfacerlo, pero se va y hay sufrimiento. Esto no lleva a la Verdad. Sólo genera conductas obsesivas, sólo interesa el placer que da el otro, y el otro en sí mismo desaparece ante el deseo.
Frente a la adversidad de no poder conseguir lo que desea y lo que se propuso mentalmente, hay una huida, ya que la vida se vuelve ingobernable.
Debe haber un constante esfuerzo en conectarse a la realidad.
La mente sino continúa desconectándote, con argumentos como “no eres capaz”, “lo que deseas es imposible, renuncia”, “el otro no te lo quiere dar”. Nunca llevará a la Verdad, o va en contra de uno, o de los otros.
Hay que permanecer en guardia ante la mentira. No dejarse seducir por la fantasía. El autoengaño es una forma de mentira.
La realidad es que no se puede satisfacer todos los deseos que uno tiene. Y la tentación de ir a lo irreal es una pelea constante a la que hay que enfrentarse, y no caer en el escapismo. La evación no resuelve, es TEMOR a la REALIDAD. El problema no desaparece, uno desaparece. Y el autoengaño dice que “todo está bien”.
El autoengaño puede presentarse en formas muy variadas. Hay personas, por ejemplo, que caen en él porque necesitan continuas manifestaciones de elogio y aprobación. Su sensibilidad al halago, al continuo “tiene usted razón” sin tenerla, hace desplegar a su alrededor servilismos capaces de idiotizar a cualquiera. Son personas difíciles de desengañar, pues exigen que se les siga la corriente, que se mienta con ellos, y acaban por enredar a los demás en sus propias mentiras. Son presa fácil de los aduladores, que los manejan a su antojo, y aunque a veces adviertan que se trata de una farsa, no suele bastarles para salir de ella. En este estado, no se puede hablar de Dios.
Había un grupo de filósofos en un castillo, que permanecían 3 o 4 días y se reunían cada tanto en el desayuno, el almuerzo y la cena, en los jardines, y realizaban jornadas de debate y charlas.
Entre ellos, había un derviche, que sólo escuchaba. Y llegó a un punto tal su ausencia en las reuniones, que llamó la atención del resto por saber quién era. Él mencionó que vivía en un castillo, al cual los invitó para continuar con las reuniones. Allí fueron, y descubrieron que era un castillo más lujoso, que la comida era mejor, y se hablaban temas de sabiduría. Todos quedaron conformes con esto, a lo cual, al mencionárselo al derviche, de un chasquido hizo que todos se encontraran en un establo. La gente comenzó a criticar el lugar, pero nuevamente de un chasquido el derviche hizo que reaparecieran en el castillo en el que estaban reunidos originariamente, como si nunca se hubieran ido de allí en primer lugar.
A esta situación, le pidieron explicaciones al derviche. Y respondió: “Mientras vuestra codicia os impida distinguir entre el autoengaño y la realidad, nada real os podrá enseñar un derviche, sólo ilusiones. Aquellos cuyo alimento es autoengaño y fantasía sólo con engaño y fantasía pueden ser alimentados.”
Se está tan entretenido en la consecución del deseo, que no se llega a Dios. Nunca hay Realidad.
Hay que matar la ambición de los deseos. Se renuncia a la ambición, sino es difícil la relación con otro.
La búsqueda de Dios es como dice la ensoñación de un sufi, “Cómo hago para acercarme a ti?” – “Ven a Mí sin ti”. La sinceridad (ikhlas) en la búsqueda de Dios.
Como oraba Abdul Qadir Al Qelani “Perdóname, Señor, por todos los errores que cometemos en Tu búsqueda.”
El intelecto
Bismillah...
En algunos hadices se ha dicho: "Lo primero que ALLAH ha creado ha sido el intelecto, al que le dijo: "Sé", y "fue", luego le dijo: "Gobierna", y "gobernó", luego le dijo: "Siéntate", y se "sentó", y luego le dijo: "Levántate", y se "levantó", y después dijo: Por mi Fuerza y Majestad no te depositaré mas que en aquellos a los que ame de entre mis siervos."
Por tanto el Intelecto mayor no se aplica más que a los "amantes", a los que ALLAH ha elegido para que alcancen Su conocimiento particular.
Tambien existe el Intelecto menor que lo ha dado tanto a la Élite como a la generalidad de los hombres, y puede ser clasificad en dos apartados: 1) el Intelecto otorgado, y 2) el Intelecto adquirido.
El primero ha sido depositado por ALLAH como instinto o naturaleza, mientras que el segundo es el que el ser humano adquirir a través de la experiencia y el esfuerzo, junto con la práctica de las 'ibadas (Obras de buena intencion).
Se ha dicho: "Tres son los indicios del Intelecto:
1)Tener presente a ALLAH (t.),
2) Sinceridad en la acción, y
3) Abandonar lo superfluo" (¿);
y dijo el Profeta (s.a.s.): "Tres son los signos del Intelecto:
1) apartarse de la morada de la ilusión, y dirigirse a la morada de la eternidad,
2) aprovisionarse para la estancia en la tumba, y
3) prepararse para el Día de la resurrección".
Algunos sabios han dicho: "El intelecto es un bien concedido al hombre con el que apartarse de lo nocivo; si no lo posee la vida se le niega, la riqueza se le oculta, el rayo de la muerte lo abrasa, y es repudiado por los países y lo hombres".
En algunos hadices se ha dicho: "Lo primero que ALLAH ha creado ha sido el intelecto, al que le dijo: "Sé", y "fue", luego le dijo: "Gobierna", y "gobernó", luego le dijo: "Siéntate", y se "sentó", y luego le dijo: "Levántate", y se "levantó", y después dijo: Por mi Fuerza y Majestad no te depositaré mas que en aquellos a los que ame de entre mis siervos."
Por tanto el Intelecto mayor no se aplica más que a los "amantes", a los que ALLAH ha elegido para que alcancen Su conocimiento particular.
Tambien existe el Intelecto menor que lo ha dado tanto a la Élite como a la generalidad de los hombres, y puede ser clasificad en dos apartados: 1) el Intelecto otorgado, y 2) el Intelecto adquirido.
El primero ha sido depositado por ALLAH como instinto o naturaleza, mientras que el segundo es el que el ser humano adquirir a través de la experiencia y el esfuerzo, junto con la práctica de las 'ibadas (Obras de buena intencion).
Se ha dicho: "Tres son los indicios del Intelecto:
1)Tener presente a ALLAH (t.),
2) Sinceridad en la acción, y
3) Abandonar lo superfluo" (¿);
y dijo el Profeta (s.a.s.): "Tres son los signos del Intelecto:
1) apartarse de la morada de la ilusión, y dirigirse a la morada de la eternidad,
2) aprovisionarse para la estancia en la tumba, y
3) prepararse para el Día de la resurrección".
Algunos sabios han dicho: "El intelecto es un bien concedido al hombre con el que apartarse de lo nocivo; si no lo posee la vida se le niega, la riqueza se le oculta, el rayo de la muerte lo abrasa, y es repudiado por los países y lo hombres".
miércoles, 28 de enero de 2009
Renunciacion
Bismillah...
Poder renunciar al mundo es uno de los más elevados estados en este camino espiritual.
Uno deja y abandona una cosa o circunstancias en pos de otra más benéfica. Quien se ata a una etapa no podrá dejarla atrás y seguir con la siguiente.Esto es el apego.
Su significado es amar una cosa y dejarla atrás por otra que se ama más. Renunciación es entonces dejar, salvo Allah, todo atrás.
El mundo esta fugándose de nuestras manos y sin embargo lo seguimos.
Aceptar a Allah y dejar atrás todo lo que no sea Allah es la verdadera renunciación.
El Profeta Muhammad (swas) dijo al ser consultado quien es el mejor entre nosotros, El creyente que tenga su corazón protegido y su lengua verdadera. Se le pregunto nuevamente: Que significa tener el corazón protegido y el respondió: Aquel corazón que teme a Allah, y no tiene embrujo, engaño, desobediencia, odio ni malicia.
Dijo una vez "Allah le depara 3 desastres a quien ama mas al mundo que al otro mundo.
1-Tiene en sus pensamientos Ansiedades que no puede vencer.
2-Tiene necesidades que no puede satisfacer.
3-Tiene una ambición que no puede ser satisfecha.
Poder renunciar al mundo es uno de los más elevados estados en este camino espiritual.
Uno deja y abandona una cosa o circunstancias en pos de otra más benéfica. Quien se ata a una etapa no podrá dejarla atrás y seguir con la siguiente.Esto es el apego.
Su significado es amar una cosa y dejarla atrás por otra que se ama más. Renunciación es entonces dejar, salvo Allah, todo atrás.
El mundo esta fugándose de nuestras manos y sin embargo lo seguimos.
Aceptar a Allah y dejar atrás todo lo que no sea Allah es la verdadera renunciación.
El Profeta Muhammad (swas) dijo al ser consultado quien es el mejor entre nosotros, El creyente que tenga su corazón protegido y su lengua verdadera. Se le pregunto nuevamente: Que significa tener el corazón protegido y el respondió: Aquel corazón que teme a Allah, y no tiene embrujo, engaño, desobediencia, odio ni malicia.
Dijo una vez "Allah le depara 3 desastres a quien ama mas al mundo que al otro mundo.
1-Tiene en sus pensamientos Ansiedades que no puede vencer.
2-Tiene necesidades que no puede satisfacer.
3-Tiene una ambición que no puede ser satisfecha.
lunes, 26 de enero de 2009
Uno se Olvida
Bismillah...
El sufi, lleno de añoranza por su hogar, por el lugar luminoso de su procedencia, opta por abandonar los reclamos de un sentido temporal pero profundamente equivocado de su existencia propia; opta por ignorar los reclamos del falso "yo" y el falso "mío" que lo alejan cada vez más de su conciente, de la unión conciente con la Fuente de su ser.
El sufi opta por perderse para siempre en la alabanza de la Realidad Verdadera, Al-láh
La Illaha Illah Allah.
El sufi, lleno de añoranza por su hogar, por el lugar luminoso de su procedencia, opta por abandonar los reclamos de un sentido temporal pero profundamente equivocado de su existencia propia; opta por ignorar los reclamos del falso "yo" y el falso "mío" que lo alejan cada vez más de su conciente, de la unión conciente con la Fuente de su ser.
El sufi opta por perderse para siempre en la alabanza de la Realidad Verdadera, Al-láh
La Illaha Illah Allah.
El proceso interior
Bismillah…
En los tiempos que corren el mensaje universal parece ser que debemos alcanzar aquello que deseamos, para ser felices, y en la medida en que uno logre aquello que desea, es exitoso. Nos enseñan el obtener, el tomar lo que queremos, ir tras ello, como si la posibilidad de tener lo que queremos dependiera de uno. Partiendo de esta base, muchas veces nos preguntamos, “¿cómo alcanzo aquello que deseo, qué hago con lo que deseo, cómo lo obtengo?”
La cabeza abrirá entonces una batería de medios y posibilidades para alcanzar aquello que deseo; dirá propuestas, y creerá que acomodando los sucesos, la gente, las acciones, se puede lograr el obtener lo que deseo.
La mente calcula, lucubra, simula, mide. Desea arbitrar los medios exteriores en pos de una meta que se desea, tanto desgaste en lo que sucede exteriormente, y no hay resultados. ¿A qué se debe esto?
Los esfuerzos están mal dirigidos. El esfuerzo debe hacerse interiormente. Los obstáculos están en el interior, la búsqueda de la Realidad es un proceso interno.
Lo externo, es meramente un reflejo de lo que sucede interiormente. Lo que obtengo o no, lo que pierdo o gano, es consecuencia del estado interior.
Los sucesos exteriores se desarrollan de acuerdo a lo que hay dentro, cómo vemos el mundo, las situaciones o acontecimientos de nuestra vida, y el esfuerzo en ver nuestras limitaciones, nuestros aspectos que necesitan mejorar, pulirse… En la medida en que hay logros internos sobre cambiar hábitos infructuosos, criterios equivocados, acciones erróneas, enmendar nuestros equívocos, y la intención de aceptar las cosas como son, y que haya un darse cuenta de lo que sucede adentro, y se intente superar aquellos obstáculos, trabas, nudos que son como callejones sin salida y no permiten el crecimiento; allí hay avance, y consecuentemente, lo que uno anhela verdaderamente se manifiesta en lo exterior.
Sin embargo, el darse cuenta de la Realidad, el ver las cosas como son requiere de un proceso interior gradual. Descubrir los hábitos tan adheridos a uno que son los que nos conducen a los mismos resultados frustrantes; los criterios que nos gobiernan que al ser erróneos nos llevan a fracasar, las acciones que hemos hecho que no queremos aceptar, y que nos salen automáticamente como reacción frente a ciertos estímulos, que también ignoramos… Poco sabemos de lo que sucede adentro, por eso lleva tiempo.
Todo el esfuerzo interior, el trabajo que uno realiza intentando saltar obstáculos y fallando, levantándose y volviendo a errar, viéndose en aspectos que no son conocidos, o no queremos aceptar y miramos de reojo, tapamos, etc… es un largo camino hasta llegar al punto súbito de darse cuenta, un arduo proceso interno.
La ambición, el deseo de obtener cosas que no puedo alcanzar o no poseo, es un estado en realidad. Aparentemente no lo parece, ya que uno diría que ambiciona tal o cual cosa. Pero sólo está tomando la forma manifiesta de tal deseo, y cuando se alcance aquello que se deseó, la ambición será de alguna otra cosa, y luego otra, y así… No acaba, pues como decíamos, la ambición es un estado. Se “está” en ambición, así como se puede “estar” en paz.
Entonces… un estado de ambición (que es interno) se manifiesta (exteriormente) como un deseo de algo en particular que no se posee. Parte de la base de una insatisfacción, sea con lo que sí se posee, con el lugar en donde uno está… Es una no conformidad con el ahora, no aceptar el presente como está. Este estado de ambición centra uno de los recursos más escasos y sin embargo más valiosos que se le brindó al hombre, que es la atención, en un solo punto: aquello que se ambiciona. Nada más existe.
Cómo decíamos, para que se manifiesten logros externos debemos trabajar en obstáculos internos. Y en el estado de ambición, con esta perspectiva tan estrecha, enfocando nuestra atención sólo en una cosa que ambicionamos en el afuera ¿Cómo podemos entonces esperar el prestar atención a lo que pasa dentro para trabajar allí y obtener logros internos?
Y aún más, sin trabajo interior, ¿qué puede obtenerse exteriormente, en qué se avanza? Nada, sólo obtendremos lo mismo que tenemos ahora, y estaremos en el mismo lugar, no habremos avanzado en nada, por lo que no habría cambio.
Cada cosa requiere un proceso interior, para que pueda manifestarse y lograrse algo externamente. Todo suceso exterior, o todo deseo manifiesto en lo externo que deseo conseguir, responden a un proceso interno que se ha manifestado y que debo sortear internamente, y los logros externos son consecuencias de haber superado procesos en el interior. Son un reflejo.
Pero esto tan sólo es una parte. La cuestión principal aquí es que el estado de ambición no tiene sentido. ¿Por qué? Porque cuando Allah quiere que un siervo realice algo, Él mismo lo prepara para ello. El que brinda las herramientas y las posibilidades para que algo se desarrolle, es Allah. El hace Realidad lo que Él quiere, y allí eso que Él quiere, Es. Y Él desarrolla todo el proceso interno que desemboca en el darse cuenta súbito. Nada que no sea Su Voluntad, Es. Si lo que uno quiere esta de acuerdo con Su Voluntad, y Él dará los tiempos necesarios para que Sea, brindará todo el proceso interno hasta su logro, y se manifestará en lo externo. Debe haber una construcción interna.
Si lo que se desea no es con la Voluntad de Allah, no Es ni Será Realidad.
“¿No es Allah suficiente para Su siervo?” (39:36)
Lo que Allah quiere, es suficiente para Su siervo.
Esto último está relacionado con significados internos (ma’ani), no con formas exteriores (suwar). Es un aspecto del batin (lo interior), más que el zahir (lo exterior).
En los tiempos que corren el mensaje universal parece ser que debemos alcanzar aquello que deseamos, para ser felices, y en la medida en que uno logre aquello que desea, es exitoso. Nos enseñan el obtener, el tomar lo que queremos, ir tras ello, como si la posibilidad de tener lo que queremos dependiera de uno. Partiendo de esta base, muchas veces nos preguntamos, “¿cómo alcanzo aquello que deseo, qué hago con lo que deseo, cómo lo obtengo?”
La cabeza abrirá entonces una batería de medios y posibilidades para alcanzar aquello que deseo; dirá propuestas, y creerá que acomodando los sucesos, la gente, las acciones, se puede lograr el obtener lo que deseo.
La mente calcula, lucubra, simula, mide. Desea arbitrar los medios exteriores en pos de una meta que se desea, tanto desgaste en lo que sucede exteriormente, y no hay resultados. ¿A qué se debe esto?
Los esfuerzos están mal dirigidos. El esfuerzo debe hacerse interiormente. Los obstáculos están en el interior, la búsqueda de la Realidad es un proceso interno.
Lo externo, es meramente un reflejo de lo que sucede interiormente. Lo que obtengo o no, lo que pierdo o gano, es consecuencia del estado interior.
Los sucesos exteriores se desarrollan de acuerdo a lo que hay dentro, cómo vemos el mundo, las situaciones o acontecimientos de nuestra vida, y el esfuerzo en ver nuestras limitaciones, nuestros aspectos que necesitan mejorar, pulirse… En la medida en que hay logros internos sobre cambiar hábitos infructuosos, criterios equivocados, acciones erróneas, enmendar nuestros equívocos, y la intención de aceptar las cosas como son, y que haya un darse cuenta de lo que sucede adentro, y se intente superar aquellos obstáculos, trabas, nudos que son como callejones sin salida y no permiten el crecimiento; allí hay avance, y consecuentemente, lo que uno anhela verdaderamente se manifiesta en lo exterior.
Sin embargo, el darse cuenta de la Realidad, el ver las cosas como son requiere de un proceso interior gradual. Descubrir los hábitos tan adheridos a uno que son los que nos conducen a los mismos resultados frustrantes; los criterios que nos gobiernan que al ser erróneos nos llevan a fracasar, las acciones que hemos hecho que no queremos aceptar, y que nos salen automáticamente como reacción frente a ciertos estímulos, que también ignoramos… Poco sabemos de lo que sucede adentro, por eso lleva tiempo.
Todo el esfuerzo interior, el trabajo que uno realiza intentando saltar obstáculos y fallando, levantándose y volviendo a errar, viéndose en aspectos que no son conocidos, o no queremos aceptar y miramos de reojo, tapamos, etc… es un largo camino hasta llegar al punto súbito de darse cuenta, un arduo proceso interno.
La ambición, el deseo de obtener cosas que no puedo alcanzar o no poseo, es un estado en realidad. Aparentemente no lo parece, ya que uno diría que ambiciona tal o cual cosa. Pero sólo está tomando la forma manifiesta de tal deseo, y cuando se alcance aquello que se deseó, la ambición será de alguna otra cosa, y luego otra, y así… No acaba, pues como decíamos, la ambición es un estado. Se “está” en ambición, así como se puede “estar” en paz.
Entonces… un estado de ambición (que es interno) se manifiesta (exteriormente) como un deseo de algo en particular que no se posee. Parte de la base de una insatisfacción, sea con lo que sí se posee, con el lugar en donde uno está… Es una no conformidad con el ahora, no aceptar el presente como está. Este estado de ambición centra uno de los recursos más escasos y sin embargo más valiosos que se le brindó al hombre, que es la atención, en un solo punto: aquello que se ambiciona. Nada más existe.
Cómo decíamos, para que se manifiesten logros externos debemos trabajar en obstáculos internos. Y en el estado de ambición, con esta perspectiva tan estrecha, enfocando nuestra atención sólo en una cosa que ambicionamos en el afuera ¿Cómo podemos entonces esperar el prestar atención a lo que pasa dentro para trabajar allí y obtener logros internos?
Y aún más, sin trabajo interior, ¿qué puede obtenerse exteriormente, en qué se avanza? Nada, sólo obtendremos lo mismo que tenemos ahora, y estaremos en el mismo lugar, no habremos avanzado en nada, por lo que no habría cambio.
Cada cosa requiere un proceso interior, para que pueda manifestarse y lograrse algo externamente. Todo suceso exterior, o todo deseo manifiesto en lo externo que deseo conseguir, responden a un proceso interno que se ha manifestado y que debo sortear internamente, y los logros externos son consecuencias de haber superado procesos en el interior. Son un reflejo.
Pero esto tan sólo es una parte. La cuestión principal aquí es que el estado de ambición no tiene sentido. ¿Por qué? Porque cuando Allah quiere que un siervo realice algo, Él mismo lo prepara para ello. El que brinda las herramientas y las posibilidades para que algo se desarrolle, es Allah. El hace Realidad lo que Él quiere, y allí eso que Él quiere, Es. Y Él desarrolla todo el proceso interno que desemboca en el darse cuenta súbito. Nada que no sea Su Voluntad, Es. Si lo que uno quiere esta de acuerdo con Su Voluntad, y Él dará los tiempos necesarios para que Sea, brindará todo el proceso interno hasta su logro, y se manifestará en lo externo. Debe haber una construcción interna.
Si lo que se desea no es con la Voluntad de Allah, no Es ni Será Realidad.
“¿No es Allah suficiente para Su siervo?” (39:36)
Lo que Allah quiere, es suficiente para Su siervo.
Esto último está relacionado con significados internos (ma’ani), no con formas exteriores (suwar). Es un aspecto del batin (lo interior), más que el zahir (lo exterior).
sábado, 24 de enero de 2009
Sobre la comprensión
Bismillah…
Veníamos siguiendo la línea que conduce al error, a la ignorancia.
Es a partir de un deseo que busca ser satisfecho, que se cae en el engaño y cuya ilusión es desarmada por la Realidad; pero el problema principal, lo peligroso es el motor del deseo: la ambición.
El proceso de comprensión surge de la equivocación, ya que hay necesidad de ella.
El fenómeno de equivocación se repite, una y otra vez, pienso cómo no volver a caer en ella, pero caigo. La necesidad de comprensión surge pues si no se cómo es el mecanismo que me conduce al error, no tengo chance de solucionarlo.
La comprensión no se da por deducción; no hay base previa.
En el caso de la deducción, se toman elementos conocidos para arribar a una conclusión desconocida.
El foco se realiza intelectualmente, para descubrir cómo se desarrollaría, tomando como base lo conocido.
Sin embargo, durante los procesos, no hay comprensión posible por razonamiento, pues no dispongo de registros previos de lo que acontece. Si se presenta un fenómeno, mi respuesta es equivocada pues parte de hábitos, se responde siempre de la misma manera; entonces el fenómeno continúa repitiéndose. No hay comprensión de lo que acontece.
Los problemas no se resuelven gradualmente; puedo comprender intelectualmente cómo pienso. Pero la verdadera comprensión es súbita, no es gradual.
No es por razones, es inmediata. Es por conexión.
¿Cómo se combate cuando no puedo comprender?
Aceptando que soy ignorante.
Esa posibilidad es difícil, ya que la mayoría no desea ser ignorante, y además se ambiciona. Pero por propia voluntad intelectual no se puede dejar de ser ignorante. El querer comprender algo intelectualmente lleva a la distracción, y al error.
Hay que aguardar, pues hay falta de conexión súbita, no se dan las circunstancias… Pero no aceptar todo esto impide ver la Realidad.
Lo peor que puede suceder es vivir en ilusión; pues el tejedor de ilusiones, el encantador de serpientes es shaytan.
Hay necesidad de estar en Realidad. Ambicionar la comprensión, para satisfacer deseos, sólo lleva al fracaso.
La comprensión no es acumulativa, no es paulatina, pues cada día se especula más de lo que en realidad sucede.
Puede comprenderse aproximadamente a través del pensamiento, pero no sirve, genera dudas y ambición.
La comprensión es súbita y total, nunca parcial…
Cada deseo tiene una fuerza generadora de ambición. Esto complica, ya que la comprensión es súbita y total, nunca parcial… Es como la Realidad, total, Es o no Es.
Cuando calentamos agua, a noventa grados todavía es agua. No se puede decir que a esa temperatura sea menos agua. Todavía es agua; caliente, pero la misma agua. Pero al llegar a los cien grados, de repente hay un salto.
El agua se evapora. Es un salto cuántico, discontinuo.
Es un momento casi intemporal. No necesita un tiempo, es repentino. Puede venir en cualquier momento. Es indivisible, se comprende o no.
La preparación para la comprensión es gradual, ya que hay que estar listos para el flash de comprensión.
Sólo se acepta lo que a uno le gusta, y el no aceptar las cosas, no permite la comprensión. De allí la graduación de la comprensión; los procesos intermedios que deben ser adoptados son para poder acceder a la comprensión súbita.
Se necesita trabajar la rebeldía; esto es, el rechazo de todo lo que no quiero. Con quien hay que ser rebelde es con el ego.
La preparación para la comprensión es gradual, y el suceso de comprensión es repentino. Poco a poco, hay un darse cuenta del autoengaño en el que uno esta inmerso, de la rebeldía, etc. Si uno no recorre los procesos graduales, no hay comprensión, y si uno no está listo para ese momento súbito, aún se encuentra uno en el autoengaño.
La Realidad Es, está. Si no se la desea ver, golpea con dolor.
La comprensión se asemeja a entrar en un cuarto oscuro, que de repente hay luz.
¿Quién enciende la luz? Allah. Es Su Regalo.
El Regala comprensión y uno sigue autoengañándose… allí es cuando uno es el que vuelve a apagar la luz.
La comprensión implica una respuesta, es adaptarse. Y aceptación.
Lo que normalmente denominamos como “calambre anímico” en modo de broma, que puede ser un enojo, una traba, depresión, tristeza, capricho, y todo aquello que sea una reacción a lo que sucede, parte de la base de querer comprender lo que no se puede comprender.
No hay un registro previo para saber por qué uno está como está. Uno es como un ciego cruzando la calle.
Querer comprender es un acto de arrogancia.
Allah es Quien cambia la configuración de tu vida, y uno quiere comprender. Uno no puede ser Dios para entender lo que Él Hizo. Hay que aceptarlo rápido, aceptar lo que pasa.
Hay que aceptar la miseria, pues existe, uno esta parado en ella. ¿Por qué negarla?
Cuando hay comprensión súbita, la respuesta es actuar.
Intelectualmente sólo se comprende sobre lo que hay registro. Y lo único que puede hacer un guía es darle buen trato, rascarle la cabeza, y fuerzas para seguir aceptando lo que Allah Quiere. Ayudarle a cruzar la calle.
¿Quién tiene el poder para que deje de ser lo que soy? Allah.
Se llega entrenando. Los procesos graduales que se atraviesan para arribar a la comprensión son entrenamientos para ver deseos: cómo funcionan las ambiciones, cuánta fuerza se tiene para resistirse, aunque no se gane, qué cosas generan, hacia dónde me conducen.
Uno comienza a situar las cosas… hay mesas, sillas… tazas, gente, barra… ¡es un bar! Allí hay comprensión súbita.
El problema es cuando uno se empaca en el deseo. En lugar de un bar, yo deseaba que fuera una iglesia.
La fortaleza radica en aceptar no tener comprensión y sufrir lo que se sufre sin saber. Sólo es cuestión de “apretar los dientes”.
Allah dice “Era un tesoro oculto y quise ser conocido; por eso creé la creación.” (Hadith Qudsi)
Todo da cuenta de Él. Cada uno bebe del tamaño de la copa que le han dado.
La persona que desea comprender y no puede es arrogante. El que no cuida es Allah.
Veníamos siguiendo la línea que conduce al error, a la ignorancia.
Es a partir de un deseo que busca ser satisfecho, que se cae en el engaño y cuya ilusión es desarmada por la Realidad; pero el problema principal, lo peligroso es el motor del deseo: la ambición.
El proceso de comprensión surge de la equivocación, ya que hay necesidad de ella.
El fenómeno de equivocación se repite, una y otra vez, pienso cómo no volver a caer en ella, pero caigo. La necesidad de comprensión surge pues si no se cómo es el mecanismo que me conduce al error, no tengo chance de solucionarlo.
La comprensión no se da por deducción; no hay base previa.
En el caso de la deducción, se toman elementos conocidos para arribar a una conclusión desconocida.
El foco se realiza intelectualmente, para descubrir cómo se desarrollaría, tomando como base lo conocido.
Sin embargo, durante los procesos, no hay comprensión posible por razonamiento, pues no dispongo de registros previos de lo que acontece. Si se presenta un fenómeno, mi respuesta es equivocada pues parte de hábitos, se responde siempre de la misma manera; entonces el fenómeno continúa repitiéndose. No hay comprensión de lo que acontece.
Los problemas no se resuelven gradualmente; puedo comprender intelectualmente cómo pienso. Pero la verdadera comprensión es súbita, no es gradual.
No es por razones, es inmediata. Es por conexión.
¿Cómo se combate cuando no puedo comprender?
Aceptando que soy ignorante.
Esa posibilidad es difícil, ya que la mayoría no desea ser ignorante, y además se ambiciona. Pero por propia voluntad intelectual no se puede dejar de ser ignorante. El querer comprender algo intelectualmente lleva a la distracción, y al error.
Hay que aguardar, pues hay falta de conexión súbita, no se dan las circunstancias… Pero no aceptar todo esto impide ver la Realidad.
Lo peor que puede suceder es vivir en ilusión; pues el tejedor de ilusiones, el encantador de serpientes es shaytan.
Hay necesidad de estar en Realidad. Ambicionar la comprensión, para satisfacer deseos, sólo lleva al fracaso.
La comprensión no es acumulativa, no es paulatina, pues cada día se especula más de lo que en realidad sucede.
Puede comprenderse aproximadamente a través del pensamiento, pero no sirve, genera dudas y ambición.
La comprensión es súbita y total, nunca parcial…
Cada deseo tiene una fuerza generadora de ambición. Esto complica, ya que la comprensión es súbita y total, nunca parcial… Es como la Realidad, total, Es o no Es.
Cuando calentamos agua, a noventa grados todavía es agua. No se puede decir que a esa temperatura sea menos agua. Todavía es agua; caliente, pero la misma agua. Pero al llegar a los cien grados, de repente hay un salto.
El agua se evapora. Es un salto cuántico, discontinuo.
Es un momento casi intemporal. No necesita un tiempo, es repentino. Puede venir en cualquier momento. Es indivisible, se comprende o no.
La preparación para la comprensión es gradual, ya que hay que estar listos para el flash de comprensión.
Sólo se acepta lo que a uno le gusta, y el no aceptar las cosas, no permite la comprensión. De allí la graduación de la comprensión; los procesos intermedios que deben ser adoptados son para poder acceder a la comprensión súbita.
Se necesita trabajar la rebeldía; esto es, el rechazo de todo lo que no quiero. Con quien hay que ser rebelde es con el ego.
La preparación para la comprensión es gradual, y el suceso de comprensión es repentino. Poco a poco, hay un darse cuenta del autoengaño en el que uno esta inmerso, de la rebeldía, etc. Si uno no recorre los procesos graduales, no hay comprensión, y si uno no está listo para ese momento súbito, aún se encuentra uno en el autoengaño.
La Realidad Es, está. Si no se la desea ver, golpea con dolor.
La comprensión se asemeja a entrar en un cuarto oscuro, que de repente hay luz.
¿Quién enciende la luz? Allah. Es Su Regalo.
El Regala comprensión y uno sigue autoengañándose… allí es cuando uno es el que vuelve a apagar la luz.
La comprensión implica una respuesta, es adaptarse. Y aceptación.
Lo que normalmente denominamos como “calambre anímico” en modo de broma, que puede ser un enojo, una traba, depresión, tristeza, capricho, y todo aquello que sea una reacción a lo que sucede, parte de la base de querer comprender lo que no se puede comprender.
No hay un registro previo para saber por qué uno está como está. Uno es como un ciego cruzando la calle.
Querer comprender es un acto de arrogancia.
Allah es Quien cambia la configuración de tu vida, y uno quiere comprender. Uno no puede ser Dios para entender lo que Él Hizo. Hay que aceptarlo rápido, aceptar lo que pasa.
Hay que aceptar la miseria, pues existe, uno esta parado en ella. ¿Por qué negarla?
Cuando hay comprensión súbita, la respuesta es actuar.
Intelectualmente sólo se comprende sobre lo que hay registro. Y lo único que puede hacer un guía es darle buen trato, rascarle la cabeza, y fuerzas para seguir aceptando lo que Allah Quiere. Ayudarle a cruzar la calle.
¿Quién tiene el poder para que deje de ser lo que soy? Allah.
Se llega entrenando. Los procesos graduales que se atraviesan para arribar a la comprensión son entrenamientos para ver deseos: cómo funcionan las ambiciones, cuánta fuerza se tiene para resistirse, aunque no se gane, qué cosas generan, hacia dónde me conducen.
Uno comienza a situar las cosas… hay mesas, sillas… tazas, gente, barra… ¡es un bar! Allí hay comprensión súbita.
El problema es cuando uno se empaca en el deseo. En lugar de un bar, yo deseaba que fuera una iglesia.
La fortaleza radica en aceptar no tener comprensión y sufrir lo que se sufre sin saber. Sólo es cuestión de “apretar los dientes”.
Allah dice “Era un tesoro oculto y quise ser conocido; por eso creé la creación.” (Hadith Qudsi)
Todo da cuenta de Él. Cada uno bebe del tamaño de la copa que le han dado.
La persona que desea comprender y no puede es arrogante. El que no cuida es Allah.
viernes, 23 de enero de 2009
Poema
Bismillah...
"Dondequiera que estés, sea cual sea tu condición y hagas lo que hagas,
sé siempre un buen amante"
El movimiento de las olas,
día y noche, viene del mar,
tú ves las olas, pero, ¡qué extraño!
no ves el mar.
Cada momento se precipita hacia nosotros desde todas partes
la convocatoria del Amor.
¿Quieres venir con nosotros?
No es momento para quedarse en casa,
sino para salir y entregarse al jardín...
Ven,
Te diré en secreto
Adónde lleva esta danza.
Mira como las partículas del aire
Y los granos de arena del desierto
Giran sin norte.
Cada átomo
Feliz o miserable,
Gira enamorado
En torno del sol.
Una persona no está enamorada
si el amor no ilumina su Alma.
No es un amante
si no gira como las estrellas alrededor de la luna.
Excepto el amor intenso, excepto el amor,
no tengo otro trabajo;
Salvo el amor tierno, salvo el amor tierno,
no siembro otra semilla.
Todo he paladeado. Nada hallé mejor que Tú.
Cuando me zambullí en el mar, no hallé perla como Tú.
Abrí todos los toneles, he paladeado de mil vasijas,
Mas ninguno excepto aquel rebelde vino tuyo
tocó mis labios e inspiró mi corazón.
Esas palabras tiernas que nos decimos uno al otro
están guardadas en el corazón secreto del paraíso.
Un día como la lluvia, ellas caerán y mojarán todo y
su misterio crecerá verde sobre el mundo.
Cuando estoy contigo, estamos despiertos toda la noche
Cuando no estás, no puedo dormir
¡Que Dios bendiga estas dos insomnias!
y la diferencia entre ellas
Solía ser tímido.
Tú me hiciste cantar.
Solía rechazar cosas en la mesa.
Ahora grito por más vino.
En solemne dignidad, solía sentarme
sobre mi tapete a rezar.
Ahora los niños corren a mi lado
y me hacen muecas.
El camino del amor
no es un argumento sutil.
Su puerta
es la devastación.
Los pájaros dibujan grandes círculos en el cielo
con su libertad.
¿Cómo lo aprendieron?
Ellos caen, y mientras caen
les dan alas.
La Belleza del corazón
es la belleza duradera:
sus labios brindan
el agua de vida para beber.
Verdadera es el agua,
quien la vierte,
y quien la bebe.
Los tres se vuelven uno
cuando tu talismán está hecho añicos.
Esa unidad no la puedes conocer
por medio de la razón.
¿Quién hace estos cambios?
Disparo una flecha a la derecha
Cae a la izquierda.
Cabalgo tras de un venado y me encuentro
perseguido por un cerdo.
Conspiro para conseguir lo que quiero
Y termino en la cárcel.
Cavo fosas para atrapar a otros
y me caigo en ellas.
Debo sospechar
de lo que quiero.
Noche y día el Mar tiene espuma.
Ves la superficie espumosa, pero no el Mar.
¡Qué increíble!
Estamos chocando unos con otros como barcos:
nuestros ojos están a oscuras, aunque el agua esté clara.
Dormidos en el bote del cuerpo, flotamos
ajenos al Agua del agua.
El agua tiene un Agua que la conduce;
el espíritu tiene un Espíritu que lo llama.
Deja tus preocupaciones
y ten un corazón completamente limpio,
como la superficie de un espejo
que no contiene imágenes.
Si quieres un espejo claro,
contémplate
y mira la verdad sin vergüenza,
reflejada por el espejo.
Si es posible el metal pulir,
hasta que parezca un espejo,
¿Cuánto es posible pulir,
del corazón el espejo?
Difieren solo en un punto
el corazón y el espejo,
el corazón secretos oculta
ninguno guarda el espejo.
La muerte pone fin a la angustia de la vida.
Y, sin embargo, la vida tiembla ante la muerte...
Así tiembla un corazón ante el amor,
como si sintiera la amenaza de su fin.
Porque allí donde despierta el amor,
muere el Yo, el oscuro déspota.
A través de la eternidad
La Belleza descubre Su forma exquisita
En la soledad de la nada;
coloca un espejo ante Su Rostro
y contempla Su propia belleza.
Él es el conocedor y lo conocido,
el observador y lo observado;
ningún ojo excepto el Suyo
ha observado este Universo.
Cada cualidad Suya encuentra una expresión:
la Eternidad se vuelve el verde campo de Tiempo y Espacio;
Amor, el jardín que da la vida, el jardín de este mundo.
Toda rama, hoja y fruto
revela un aspecto de su perfección:
los cipreses insinúan Su majestad,
las rosas dan nuevas de Su belleza.
Siempre que la Belleza mira,
el Amor también está allí;
siempre que la belleza muestre una mejilla sonrosada
el Amor enciende su fuego con esa llama.
Cuando la belleza mora en los oscuros vallecitos de la noche
el Amor viene y encuentra un corazón
enredado en los cabellos.
La Belleza y el Amor son cuerpo y alma.
La Belleza es la mina, el Amor, el diamante.
Juntos han estado
desde el principio de los tiempos,
lado a lado, paso a paso.
No vayas a ningún lado sin mí.
No dejes que nada suceda en el cielo aparte de mí,
o sobre la tierra, en este mundo o en aquel otro,
sin mi ser en su suceso.
Visión, no veas nada que yo no vea.
Lengua, no digas nada.
La manera en que la noche se conoce con la luna,
sé eso conmigo. Sé la rosa
más cercana a la espina que soy .
Quiero sentirme en ti cuando pruebes la comida,
en el arco de tu mazo cuando trabajes,
cuando visites amigos, cuando tú solo
subas al techo por la noche.
Nada hay peor que caminar por la calle
sin ti. No sé a dónde voy.
Tú eres el camino, y el conocedor de caminos,
más que mapas, más que amor.
Hz. Rumi
"Dondequiera que estés, sea cual sea tu condición y hagas lo que hagas,
sé siempre un buen amante"
El movimiento de las olas,
día y noche, viene del mar,
tú ves las olas, pero, ¡qué extraño!
no ves el mar.
Cada momento se precipita hacia nosotros desde todas partes
la convocatoria del Amor.
¿Quieres venir con nosotros?
No es momento para quedarse en casa,
sino para salir y entregarse al jardín...
Ven,
Te diré en secreto
Adónde lleva esta danza.
Mira como las partículas del aire
Y los granos de arena del desierto
Giran sin norte.
Cada átomo
Feliz o miserable,
Gira enamorado
En torno del sol.
Una persona no está enamorada
si el amor no ilumina su Alma.
No es un amante
si no gira como las estrellas alrededor de la luna.
Excepto el amor intenso, excepto el amor,
no tengo otro trabajo;
Salvo el amor tierno, salvo el amor tierno,
no siembro otra semilla.
Todo he paladeado. Nada hallé mejor que Tú.
Cuando me zambullí en el mar, no hallé perla como Tú.
Abrí todos los toneles, he paladeado de mil vasijas,
Mas ninguno excepto aquel rebelde vino tuyo
tocó mis labios e inspiró mi corazón.
Esas palabras tiernas que nos decimos uno al otro
están guardadas en el corazón secreto del paraíso.
Un día como la lluvia, ellas caerán y mojarán todo y
su misterio crecerá verde sobre el mundo.
Cuando estoy contigo, estamos despiertos toda la noche
Cuando no estás, no puedo dormir
¡Que Dios bendiga estas dos insomnias!
y la diferencia entre ellas
Solía ser tímido.
Tú me hiciste cantar.
Solía rechazar cosas en la mesa.
Ahora grito por más vino.
En solemne dignidad, solía sentarme
sobre mi tapete a rezar.
Ahora los niños corren a mi lado
y me hacen muecas.
El camino del amor
no es un argumento sutil.
Su puerta
es la devastación.
Los pájaros dibujan grandes círculos en el cielo
con su libertad.
¿Cómo lo aprendieron?
Ellos caen, y mientras caen
les dan alas.
La Belleza del corazón
es la belleza duradera:
sus labios brindan
el agua de vida para beber.
Verdadera es el agua,
quien la vierte,
y quien la bebe.
Los tres se vuelven uno
cuando tu talismán está hecho añicos.
Esa unidad no la puedes conocer
por medio de la razón.
¿Quién hace estos cambios?
Disparo una flecha a la derecha
Cae a la izquierda.
Cabalgo tras de un venado y me encuentro
perseguido por un cerdo.
Conspiro para conseguir lo que quiero
Y termino en la cárcel.
Cavo fosas para atrapar a otros
y me caigo en ellas.
Debo sospechar
de lo que quiero.
Noche y día el Mar tiene espuma.
Ves la superficie espumosa, pero no el Mar.
¡Qué increíble!
Estamos chocando unos con otros como barcos:
nuestros ojos están a oscuras, aunque el agua esté clara.
Dormidos en el bote del cuerpo, flotamos
ajenos al Agua del agua.
El agua tiene un Agua que la conduce;
el espíritu tiene un Espíritu que lo llama.
Deja tus preocupaciones
y ten un corazón completamente limpio,
como la superficie de un espejo
que no contiene imágenes.
Si quieres un espejo claro,
contémplate
y mira la verdad sin vergüenza,
reflejada por el espejo.
Si es posible el metal pulir,
hasta que parezca un espejo,
¿Cuánto es posible pulir,
del corazón el espejo?
Difieren solo en un punto
el corazón y el espejo,
el corazón secretos oculta
ninguno guarda el espejo.
La muerte pone fin a la angustia de la vida.
Y, sin embargo, la vida tiembla ante la muerte...
Así tiembla un corazón ante el amor,
como si sintiera la amenaza de su fin.
Porque allí donde despierta el amor,
muere el Yo, el oscuro déspota.
A través de la eternidad
La Belleza descubre Su forma exquisita
En la soledad de la nada;
coloca un espejo ante Su Rostro
y contempla Su propia belleza.
Él es el conocedor y lo conocido,
el observador y lo observado;
ningún ojo excepto el Suyo
ha observado este Universo.
Cada cualidad Suya encuentra una expresión:
la Eternidad se vuelve el verde campo de Tiempo y Espacio;
Amor, el jardín que da la vida, el jardín de este mundo.
Toda rama, hoja y fruto
revela un aspecto de su perfección:
los cipreses insinúan Su majestad,
las rosas dan nuevas de Su belleza.
Siempre que la Belleza mira,
el Amor también está allí;
siempre que la belleza muestre una mejilla sonrosada
el Amor enciende su fuego con esa llama.
Cuando la belleza mora en los oscuros vallecitos de la noche
el Amor viene y encuentra un corazón
enredado en los cabellos.
La Belleza y el Amor son cuerpo y alma.
La Belleza es la mina, el Amor, el diamante.
Juntos han estado
desde el principio de los tiempos,
lado a lado, paso a paso.
No vayas a ningún lado sin mí.
No dejes que nada suceda en el cielo aparte de mí,
o sobre la tierra, en este mundo o en aquel otro,
sin mi ser en su suceso.
Visión, no veas nada que yo no vea.
Lengua, no digas nada.
La manera en que la noche se conoce con la luna,
sé eso conmigo. Sé la rosa
más cercana a la espina que soy .
Quiero sentirme en ti cuando pruebes la comida,
en el arco de tu mazo cuando trabajes,
cuando visites amigos, cuando tú solo
subas al techo por la noche.
Nada hay peor que caminar por la calle
sin ti. No sé a dónde voy.
Tú eres el camino, y el conocedor de caminos,
más que mapas, más que amor.
Hz. Rumi
Sharia, Tariqa, Haqiqa, Marifah...
Bismillah...
La exaltada Tariqa es el alma de la Sharia, la cual corresponde al cuerpo físico. La Sharia, divinamente decretada, y promulgada por el noble Mensajero, prescribe nuestros deberes religiosos y obligaciones.
Bajo la Sharia la persona está obligada a realizar la oración ritual.
Pero la sincera devoción no puede ser inducida por la fuerza.
La Sharia representa las palabras comunicadas por el Mensajero de Allah (swas). La Sharia determina lo que debe hacerse; qué es un buen acto. Es escuchar y obedecer.
El Tariqa representa las acciones del Mensajero de Allah, que es, su religiosidad y su conducta y comportamiento mundano. Se le enseña a la persona cómo ofrecer sus rezos a Allah con verdadera sinceridad, de tal forma que él también comienza a experimentar el gozo de la adoración.
El Tariqa inspira nuestras acciones (cómo se realizan) con pura intención y sincera devoción, a través del Camino de la Verdad. Enseña cómo los actos de adoración y las buenas obras deben ser realizadas por causa de Allah y Su Aprobación, dándole al adorador una prueba de Divino Placer.
Si la Sharia tiene que hacer escuchando y obedeciendo, el Tariqa es acerca de ver y conocer, comprender.
Pero el primer paso es escuchar y obedecer, es decir seguir la Sharia; esto implica renunciar a querer ver y comprender. Se sigue el Corán, y las palabras del Profeta (swas); se cumple con lo prescripto.
La Tariqa implica un paso más, y ya define las acciones del Profeta (swas), la Sunnah, expresada en los Hadices; su comportamiento. Siguiendo sus acciones, su ejemplo, es que nos puede regalar la verdadera devoción en los actos, y quizás nos permitan ver y comprender.
Más allá de la Tariqa, se encuentra Haqiqa, el bendito estado del Profeta (swas), y aún más allá Ma’rifa, que representa el sublime Misterio del Mensajero de Allah (swas).
En una historia que habla acerca del encuentro de Khidr con el Profeta Musa (as), en donde el Profeta Musa le cuestiona su proceder al Khidr, él le responde “…No lo hice por decisión propia”.
Hay maestros que transmiten conocimiento desde lo que saben, sobre lo que han oído, que se denomina Ilm el Yakiyn. El conocimiento es en base a su opinión, a su criterio. Otros, enseñan inspirados en la Divina Sabiduría (Marifah), se encuentran en estado de verdad (Haqiqa); esta enseñanza es Hakk el Yakiyn, en donde su completo ser ha sido transformado.
Hd. Ibn Arabi (ks) un día se cayó de su caballo y se quedó allí en el suelo sin moverse. Sus compañeros, terriblemente preocupados, trataron de ayudarlo a pararse, pero él dijo: “Déjenme, estoy intentando encontrar el Capítulo y en cual Verso Allah El Más Elevado menciona este accidente.” Él ciertamente no se refería al Qur’an escrito, sino al Qur’an en el cual él se había convertido.
En este estado de Haqiqa se abandona la comprensión, y se guían por un Conocimiento Superior. Tal es el estado del Khidr, quien tiene conexión directa con ese Conocimiento, y es el que intentaba enseñar a Musa en sus acciones. Finalmente, lo expresó en palabras a Hz. Musa (as), ya que él quería comprender:
“El hombre es desatento a las intenciones de Allah en lo que sucede alrededor suyo, y ciertamente no las comprende en lo que sucede. Esto solo es posible de saber cuando un murid deja su identidad y se convierte en su sheikh (Fana fi sheikh). Es sólo allí recién en donde uno puede realmente conocerse a uno mismo. El ser es algo a ser conocido, pero es solo el alma que puede conocer el ser. Este es el significado de «Aquél que se conoce a sí mismo conoce a su Señor».”
El alma (Ruh) es quien conoce al ser (Sirr), el Secreto. El Sirr es el impulso que recibe el corazón. Aquel que conoce este impulso, el Sirr, conoce a su Señor, Su intención en ese momento; aquel que es una persona conciente, de lo que le sucede y de las señales de Allah, se mueve en resonancia con su corazón. Está en Haqiqa.
Entonces, resumiendo:
Sharia – lo que se debe hacer.
Tariqa – Cómo se hace con devoción.
Haqiqa – Cómo se hace de verdad.
El Sirr, el impulso del corazón, que impacta en el corazón y genera acción. Para seguir este impulso, hay que deshabilitar la comprensión y los mecanismos y estructuras desde la que uno se maneja. Entonces, esa acción genera resultados.
El puente, la bisagra para ir de la Sharia, de escuchar y obedecer, hacia la Tariqa, poder ver y comprender, es el no opinar. No tener criterio propio. “El hombre es desatento a las intenciones de Allah…”
En el bote en el cual el Khidr destruyó, siguiendo el Conocimiento Divino, un pájaro apareció en el hombro del Khidr y cantó en su oído; Khidr le preguntó a Musa: “Sabes, O Musa, lo que me dijo el pájaro? Que mi conocimiento y tu conocimiento unidos, se comparan al conocimiento de Allah El Mas Elevado, como una gota de agua en mi pico comparado con éste océano que nos rodea.”
Allah Sabe más.
Muzaffer Ozak (ra)
La exaltada Tariqa es el alma de la Sharia, la cual corresponde al cuerpo físico. La Sharia, divinamente decretada, y promulgada por el noble Mensajero, prescribe nuestros deberes religiosos y obligaciones.
Bajo la Sharia la persona está obligada a realizar la oración ritual.
Pero la sincera devoción no puede ser inducida por la fuerza.
La Sharia representa las palabras comunicadas por el Mensajero de Allah (swas). La Sharia determina lo que debe hacerse; qué es un buen acto. Es escuchar y obedecer.
El Tariqa representa las acciones del Mensajero de Allah, que es, su religiosidad y su conducta y comportamiento mundano. Se le enseña a la persona cómo ofrecer sus rezos a Allah con verdadera sinceridad, de tal forma que él también comienza a experimentar el gozo de la adoración.
El Tariqa inspira nuestras acciones (cómo se realizan) con pura intención y sincera devoción, a través del Camino de la Verdad. Enseña cómo los actos de adoración y las buenas obras deben ser realizadas por causa de Allah y Su Aprobación, dándole al adorador una prueba de Divino Placer.
Si la Sharia tiene que hacer escuchando y obedeciendo, el Tariqa es acerca de ver y conocer, comprender.
Pero el primer paso es escuchar y obedecer, es decir seguir la Sharia; esto implica renunciar a querer ver y comprender. Se sigue el Corán, y las palabras del Profeta (swas); se cumple con lo prescripto.
La Tariqa implica un paso más, y ya define las acciones del Profeta (swas), la Sunnah, expresada en los Hadices; su comportamiento. Siguiendo sus acciones, su ejemplo, es que nos puede regalar la verdadera devoción en los actos, y quizás nos permitan ver y comprender.
Más allá de la Tariqa, se encuentra Haqiqa, el bendito estado del Profeta (swas), y aún más allá Ma’rifa, que representa el sublime Misterio del Mensajero de Allah (swas).
En una historia que habla acerca del encuentro de Khidr con el Profeta Musa (as), en donde el Profeta Musa le cuestiona su proceder al Khidr, él le responde “…No lo hice por decisión propia”.
Hay maestros que transmiten conocimiento desde lo que saben, sobre lo que han oído, que se denomina Ilm el Yakiyn. El conocimiento es en base a su opinión, a su criterio. Otros, enseñan inspirados en la Divina Sabiduría (Marifah), se encuentran en estado de verdad (Haqiqa); esta enseñanza es Hakk el Yakiyn, en donde su completo ser ha sido transformado.
Hd. Ibn Arabi (ks) un día se cayó de su caballo y se quedó allí en el suelo sin moverse. Sus compañeros, terriblemente preocupados, trataron de ayudarlo a pararse, pero él dijo: “Déjenme, estoy intentando encontrar el Capítulo y en cual Verso Allah El Más Elevado menciona este accidente.” Él ciertamente no se refería al Qur’an escrito, sino al Qur’an en el cual él se había convertido.
En este estado de Haqiqa se abandona la comprensión, y se guían por un Conocimiento Superior. Tal es el estado del Khidr, quien tiene conexión directa con ese Conocimiento, y es el que intentaba enseñar a Musa en sus acciones. Finalmente, lo expresó en palabras a Hz. Musa (as), ya que él quería comprender:
“El hombre es desatento a las intenciones de Allah en lo que sucede alrededor suyo, y ciertamente no las comprende en lo que sucede. Esto solo es posible de saber cuando un murid deja su identidad y se convierte en su sheikh (Fana fi sheikh). Es sólo allí recién en donde uno puede realmente conocerse a uno mismo. El ser es algo a ser conocido, pero es solo el alma que puede conocer el ser. Este es el significado de «Aquél que se conoce a sí mismo conoce a su Señor».”
El alma (Ruh) es quien conoce al ser (Sirr), el Secreto. El Sirr es el impulso que recibe el corazón. Aquel que conoce este impulso, el Sirr, conoce a su Señor, Su intención en ese momento; aquel que es una persona conciente, de lo que le sucede y de las señales de Allah, se mueve en resonancia con su corazón. Está en Haqiqa.
Entonces, resumiendo:
Sharia – lo que se debe hacer.
Tariqa – Cómo se hace con devoción.
Haqiqa – Cómo se hace de verdad.
El Sirr, el impulso del corazón, que impacta en el corazón y genera acción. Para seguir este impulso, hay que deshabilitar la comprensión y los mecanismos y estructuras desde la que uno se maneja. Entonces, esa acción genera resultados.
El puente, la bisagra para ir de la Sharia, de escuchar y obedecer, hacia la Tariqa, poder ver y comprender, es el no opinar. No tener criterio propio. “El hombre es desatento a las intenciones de Allah…”
En el bote en el cual el Khidr destruyó, siguiendo el Conocimiento Divino, un pájaro apareció en el hombro del Khidr y cantó en su oído; Khidr le preguntó a Musa: “Sabes, O Musa, lo que me dijo el pájaro? Que mi conocimiento y tu conocimiento unidos, se comparan al conocimiento de Allah El Mas Elevado, como una gota de agua en mi pico comparado con éste océano que nos rodea.”
Allah Sabe más.
Muzaffer Ozak (ra)
Sobre la Esencia de las Cosas
Bismillah...
El hombre, de hecho todo y cada cosa, tiene tres aspectos: forma, capacidades, acciones y esencia.
Si deseamos describir a una persona (o cosa) podemos comenzar por su forma, sus características físicas, describiendo a un hombre como alto, delgado, rubio, de ojos claros, etc.
Luego podemos describirlo a través de sus capacidades: fuerte, inteligente, visionario, gentil, generoso, etc. Estas son sus acciones o las posibilidades de llevar a cabo cosas.
Tanto la forma, como las capacidades y acciones de una persona pueden cambiar. El alto puede volverse aún más alto, el joven puede volverse viejo, el delgado gordo, el rubio puede volverse canoso. Las acciones también cambian. El fuerte puede volverse débil; el generoso puede volverse pobre y no ser capaz de dar.
Hay algo que si queda constante, esa es la esencia de la persona o cosa. Esto es lo que se denomina Ruhj.
Allah El Altísimo sopló desde Su propia alma a este cuerpo. El cuerpo se puede pesar, medir, cambiar, es temporal, sujeto a descomponerse, mientras que el alma no se puede medir, es invisible, inmortal, viene de otro reino.
Cuando el alma entra dentro del cuerpo, es como si un matrimonio se llevase a cabo. La carne, la madre, que viene del mundo, se une al alma, el padre, que viene del cielo. De este matrimonio nacen dos hijos. Uno es llamado corazón, que se asemeja al padre, que anhela la tierra del padre, está apegado y bajo la guía del padre. El otro hijo se llama ego, tiene el carácter de la madre, está apegado a la tierra de su madre y ama este mundo.
En esta familia de tu ser, de tus acciones, tu carácter, tu comportamiento, tu belleza o fealdad, son o del corazón o del ego. Están sujetas a cambios. Si son del corazón, corresponden y están en armonía con su padre, el alma eterna. Si vienen del ego se relacionan con su madre la carne y su nación, el mundo.
Tu forma, tu apariencia física, tu comportamiento, tus acciones, primero se manifiestan en lo que quieres y deseas. El ego desea lo que quiere el cuerpo; el corazón lo que Allah quiere. Estos deseos se manifiestan en la voluntad de uno.
Si uno se guía por la forma, o el comportamiento y acciones, que son variables, no son reales, ya que cambian, no duran. Solo es confiable guiarse por la esencia, porque ES. No la altera el tiempo, es constante. El rastro de esta esencia, el Ruhj, se sigue en el corazón. El corazón recibe los impulsos del alma, que es el Ruhj, al que se llama también el secreto del corazón.
Pero éste también puede recibir influencias del ego, estar empañado con los deseos y necesidades del cuerpo.
El Ruhj es de donde se emana el impulso, que marca la Voluntad de Allah, y la cual recibe el corazón. Son instrucciones que indican lo que debe hacerse, lo correcto, para cada momento. Cuanto más puro esté el corazón, mejor recepción tendrá, y no se verá opacada ni distorsionada con intereses del ego.
El corazón puede amar verdaderamente, pero dado que está influenciado por el alma y por el ego, hay una lucha constante y ese amor no es una conexión de almas. Una conexión por Ruhj similares, esencias similares, es instantánea, constante, no cesa. No varía con las circunstancias, ni sufre altibajos ni diferencias de egos. Las almas se reconocen y se entregan.
Voluntad es querer tener algo o hacer algo, y pensar que tú, tú mismo eres capaz de obtener lo que deseas tener, y pensar que tú eres capaz de hacer lo que deseas. La voluntad es un regalo único que Allah ha dado solo al hombre. Capacita al hombre para escoger lo bueno por sobre lo malo, aquello que es bueno para uno por sobre aquello que es malo para uno.
Sin embargo el hombre no sabe que es bueno para él. Por esto es que Allah le ha dado a Sus escogidos servidores una religión perfeccionada que Él ha llenado con Sus bendiciones y complacencia. Esta es Islam. Cuando el hombre escucha a su corazón y está de acuerdo con sus deseos y escoge someter el regalo más valioso de Allah, su voluntad, a la grandiosa voluntad de Allah, eso es Islam. Entonces la divina luz, an-nur al-Muhammadi, la belleza del amado de Allah, será su apariencia física y recibirá ihsan y estará en la presencia de su Señor para siempre.
Había una vez un sheik muy sabio que se le había dado marifatullah. El sultán de su nación estaba rodeado de consejeros cuyo conocimiento eran las ciencias de este mundo, el conocimiento del ego. Ellos mal guiaban al sultán y el mundo sufría.
El verdadero hombre sabio deseaba advertirle al sultán, pero los consejeros no lo dejaban. Entonces ideó un plan. Declaró públicamente que no existía la voluntad en el hombre.
Esta declaración es una herejía (como lo es también decir que el hombre es el creador de sus propias acciones). Los consejeros del sultán vieron esto como una manera de condenar a este hombre sabio y lo acusaron al sultán.
El sultán pidió que le trajeran a su presencia a este hombre sabio para juzgarlo. El sultán preguntó: “¿Es cierto que has dicho que el hombre no posee voluntad, sin embargo Allah dice que es Su regalo para el género humano?”
El sabio dijo: “Si, he dicho que el hombre no posee voluntad propia. También confirmo que si tiene voluntad. ¿Pero usted que dice, mi sultán? Por ejemplo, ¿Cree usted que yo tengo voluntad?”
“Ciertamente” dijo el sultán.
“¿Cree usted que tengo la habilidad de llevar a cabo aquello que es mi voluntad?”
“Por supuesto”
El sabio dijo: “En ese caso, ¡mi voluntad es que sus tesoros sean distribuidos entre la gente!”
El sultán se volvió a sus consejeros diciéndoles: “Contéstenle”.
Los consejeros solo hablaban a regañadientes, protestando. “El está haciendo esto sólo con argumentos intelectuales. No es algo serio”.
“Entonces destruyan su argumento con su conocimiento”, el sultán insistía.
Los consejeros se quedaron mudos.
El sabio dijo: “Deje que yo le explique mi propio argumento, mi sultán”
“En su presencia, en su palacio, todo es su voluntad yo no tengo voluntad alguna. Cuando vuelvo a mi hogar, sin embargo, puedo decirle a mi esposa, a mis hijos y a mis servidores lo que deseo y ellos lo harán. Allí si poseo voluntad.”
“Pero aún aquí hay un Sultán por sobre todos los sultanes, el Dueño y Señor de todo y cada cosa, Todo Poderoso, Siempre Viviente, conocido por Sus atributos, visto por Sus acciones, Siempre presente, en todos y todo. Los que Lo conocen y que saben que están en Su presencia en todo momento, para ellos gentes del corazón y de la esencia, sólo hay una voluntad, la divina voluntad de Allah. Ellos no dicen nada sino desde Él, no ven nada sino de Él, ellos no hacen nada sino por Él.”
“Luego están los que no se dan cuenta de Él y de lo que es de Él, que se sienten en su hogar en este mundo, que es de ellos. Ellos son los que tienen voluntad y piensan que pueden hacer.”
“Piensan quizás que su libertad llega hasta donde comienza la libertad de los demás. La sociedad como es concebida por los hombres depende de este sentido de responsabilidad. Es por esto que la voluntad del hombre es un regalo para la humanidad.
Pero aquellos inconcientes saben que rara vez sucede aquello que desean, mientras que ven que aquellos que han sometido su voluntad a la más grande voluntad, están satisfechos, en paz y complacidos, pues lo que sea les suceda es para mejor. Ellos están envidiosos y critican a aquellos que han sometido su voluntad y son agresivos hacia ellos. Sin embargo están destinados a fracasar.”
“Toda alabanza sea para Allah”
El hombre, de hecho todo y cada cosa, tiene tres aspectos: forma, capacidades, acciones y esencia.
Si deseamos describir a una persona (o cosa) podemos comenzar por su forma, sus características físicas, describiendo a un hombre como alto, delgado, rubio, de ojos claros, etc.
Luego podemos describirlo a través de sus capacidades: fuerte, inteligente, visionario, gentil, generoso, etc. Estas son sus acciones o las posibilidades de llevar a cabo cosas.
Tanto la forma, como las capacidades y acciones de una persona pueden cambiar. El alto puede volverse aún más alto, el joven puede volverse viejo, el delgado gordo, el rubio puede volverse canoso. Las acciones también cambian. El fuerte puede volverse débil; el generoso puede volverse pobre y no ser capaz de dar.
Hay algo que si queda constante, esa es la esencia de la persona o cosa. Esto es lo que se denomina Ruhj.
Allah El Altísimo sopló desde Su propia alma a este cuerpo. El cuerpo se puede pesar, medir, cambiar, es temporal, sujeto a descomponerse, mientras que el alma no se puede medir, es invisible, inmortal, viene de otro reino.
Cuando el alma entra dentro del cuerpo, es como si un matrimonio se llevase a cabo. La carne, la madre, que viene del mundo, se une al alma, el padre, que viene del cielo. De este matrimonio nacen dos hijos. Uno es llamado corazón, que se asemeja al padre, que anhela la tierra del padre, está apegado y bajo la guía del padre. El otro hijo se llama ego, tiene el carácter de la madre, está apegado a la tierra de su madre y ama este mundo.
En esta familia de tu ser, de tus acciones, tu carácter, tu comportamiento, tu belleza o fealdad, son o del corazón o del ego. Están sujetas a cambios. Si son del corazón, corresponden y están en armonía con su padre, el alma eterna. Si vienen del ego se relacionan con su madre la carne y su nación, el mundo.
Tu forma, tu apariencia física, tu comportamiento, tus acciones, primero se manifiestan en lo que quieres y deseas. El ego desea lo que quiere el cuerpo; el corazón lo que Allah quiere. Estos deseos se manifiestan en la voluntad de uno.
Si uno se guía por la forma, o el comportamiento y acciones, que son variables, no son reales, ya que cambian, no duran. Solo es confiable guiarse por la esencia, porque ES. No la altera el tiempo, es constante. El rastro de esta esencia, el Ruhj, se sigue en el corazón. El corazón recibe los impulsos del alma, que es el Ruhj, al que se llama también el secreto del corazón.
Pero éste también puede recibir influencias del ego, estar empañado con los deseos y necesidades del cuerpo.
El Ruhj es de donde se emana el impulso, que marca la Voluntad de Allah, y la cual recibe el corazón. Son instrucciones que indican lo que debe hacerse, lo correcto, para cada momento. Cuanto más puro esté el corazón, mejor recepción tendrá, y no se verá opacada ni distorsionada con intereses del ego.
El corazón puede amar verdaderamente, pero dado que está influenciado por el alma y por el ego, hay una lucha constante y ese amor no es una conexión de almas. Una conexión por Ruhj similares, esencias similares, es instantánea, constante, no cesa. No varía con las circunstancias, ni sufre altibajos ni diferencias de egos. Las almas se reconocen y se entregan.
Voluntad es querer tener algo o hacer algo, y pensar que tú, tú mismo eres capaz de obtener lo que deseas tener, y pensar que tú eres capaz de hacer lo que deseas. La voluntad es un regalo único que Allah ha dado solo al hombre. Capacita al hombre para escoger lo bueno por sobre lo malo, aquello que es bueno para uno por sobre aquello que es malo para uno.
Sin embargo el hombre no sabe que es bueno para él. Por esto es que Allah le ha dado a Sus escogidos servidores una religión perfeccionada que Él ha llenado con Sus bendiciones y complacencia. Esta es Islam. Cuando el hombre escucha a su corazón y está de acuerdo con sus deseos y escoge someter el regalo más valioso de Allah, su voluntad, a la grandiosa voluntad de Allah, eso es Islam. Entonces la divina luz, an-nur al-Muhammadi, la belleza del amado de Allah, será su apariencia física y recibirá ihsan y estará en la presencia de su Señor para siempre.
Había una vez un sheik muy sabio que se le había dado marifatullah. El sultán de su nación estaba rodeado de consejeros cuyo conocimiento eran las ciencias de este mundo, el conocimiento del ego. Ellos mal guiaban al sultán y el mundo sufría.
El verdadero hombre sabio deseaba advertirle al sultán, pero los consejeros no lo dejaban. Entonces ideó un plan. Declaró públicamente que no existía la voluntad en el hombre.
Esta declaración es una herejía (como lo es también decir que el hombre es el creador de sus propias acciones). Los consejeros del sultán vieron esto como una manera de condenar a este hombre sabio y lo acusaron al sultán.
El sultán pidió que le trajeran a su presencia a este hombre sabio para juzgarlo. El sultán preguntó: “¿Es cierto que has dicho que el hombre no posee voluntad, sin embargo Allah dice que es Su regalo para el género humano?”
El sabio dijo: “Si, he dicho que el hombre no posee voluntad propia. También confirmo que si tiene voluntad. ¿Pero usted que dice, mi sultán? Por ejemplo, ¿Cree usted que yo tengo voluntad?”
“Ciertamente” dijo el sultán.
“¿Cree usted que tengo la habilidad de llevar a cabo aquello que es mi voluntad?”
“Por supuesto”
El sabio dijo: “En ese caso, ¡mi voluntad es que sus tesoros sean distribuidos entre la gente!”
El sultán se volvió a sus consejeros diciéndoles: “Contéstenle”.
Los consejeros solo hablaban a regañadientes, protestando. “El está haciendo esto sólo con argumentos intelectuales. No es algo serio”.
“Entonces destruyan su argumento con su conocimiento”, el sultán insistía.
Los consejeros se quedaron mudos.
El sabio dijo: “Deje que yo le explique mi propio argumento, mi sultán”
“En su presencia, en su palacio, todo es su voluntad yo no tengo voluntad alguna. Cuando vuelvo a mi hogar, sin embargo, puedo decirle a mi esposa, a mis hijos y a mis servidores lo que deseo y ellos lo harán. Allí si poseo voluntad.”
“Pero aún aquí hay un Sultán por sobre todos los sultanes, el Dueño y Señor de todo y cada cosa, Todo Poderoso, Siempre Viviente, conocido por Sus atributos, visto por Sus acciones, Siempre presente, en todos y todo. Los que Lo conocen y que saben que están en Su presencia en todo momento, para ellos gentes del corazón y de la esencia, sólo hay una voluntad, la divina voluntad de Allah. Ellos no dicen nada sino desde Él, no ven nada sino de Él, ellos no hacen nada sino por Él.”
“Luego están los que no se dan cuenta de Él y de lo que es de Él, que se sienten en su hogar en este mundo, que es de ellos. Ellos son los que tienen voluntad y piensan que pueden hacer.”
“Piensan quizás que su libertad llega hasta donde comienza la libertad de los demás. La sociedad como es concebida por los hombres depende de este sentido de responsabilidad. Es por esto que la voluntad del hombre es un regalo para la humanidad.
Pero aquellos inconcientes saben que rara vez sucede aquello que desean, mientras que ven que aquellos que han sometido su voluntad a la más grande voluntad, están satisfechos, en paz y complacidos, pues lo que sea les suceda es para mejor. Ellos están envidiosos y critican a aquellos que han sometido su voluntad y son agresivos hacia ellos. Sin embargo están destinados a fracasar.”
“Toda alabanza sea para Allah”
Sobre la Coherencia
Bismillah
La coherencia es el valor que nos hace ser personas de una pieza, actuando siempre de acuerdo a nuestros principios. Significa subordinar los deseos a una pauta y una guía. En cuanto al Sufismo, coherencia es seguir la Sunnah, y los Hadices. Coherencia es hacer lo correcto
Puede decirse que
es la estación anterior a la Verdad, donde se describe la Realidad; esto nos
llevará a la Verdad, al estado de Haqiqa.
Lo opuesto, el
estado de incoherencia, implica contradicción de los deseos. Es la
multiplicidad de ellos, que se anulan los unos a los otros; es decir una cosa y
pensar otra. Es hacer sin sentir. Es decir y no hacer, sentir sin pensar,
confundir el sentir con el instinto…
En este estado,
decir, hacer, pensar y sentir lo mismo, es imposible. Las prioridades cambian y
se subordinan unas a otras, en un caos sin orden.
El estado de
coherencia, es subordinar todo a la Sunnah.
Dado que la
coherencia es la correcta conducta que debemos tener en base a un principio o
algunos principios, sean familiares, sociales o religiosos, se desprende de
aquí que las personas coherentes tienen una sola pieza, al actuar acorde a
estos principios, y no a los deseos. Estos principios determinan el criterio,
que no significa que sean buenos o malos, simplemente es una guía de conducta.
El deseo es
ciego, no tiene conducta. No ve al otro y no se ve a sí mismo. Su objetivo es
satisfacerse. Se repite, y se vuelve más fuerte, hasta que supera a la persona,
y la domina. Y luego a otros.
Sin criterio,
estamos expuestos a los propios deseos o a los de los demás, que están cerca e
influyen.
A su vez hay
enfrentamiento de deseos internos que se alzan como criterio, como el “yo
quiero”, lo que me gusta o no me gusta, lo que este bien o mal, los estados
emocionales… Ellos se alternan, producen incoherencia y a menudo nos llevan al
error.
A todo esto,
nuestro criterio ¿de donde proviene?
Estamos tan
preocupados por seguirlo, creemos que las cosas son tal cual las “conocemos”,
que no vemos que ese “conocimiento” de las cosas se ha creado de una impresión,
una circunstancia que no se volverá a repetir, pero que ha dejado huella,
generando una pseudo-verdad. Y a través de ella nos guiamos.
Se debe someter
los deseos a lo que es correcto, en la coherencia se pone orden a los deseos.
La gente incoherente no es confiable, y se relaciona con incoherentes. La
coherencia es un trabajo solitario, de poner orden, en soledad.
Volvamos a la
impresión. Es una fotografía que es necesario limpiar, ordenar. Despegarla de
uno, pues se incrusta como núcleo fijo que es tomado como Verdad. Y la Realidad
cambia constantemente, no debe haber núcleos fijos, certezas. Ser coherente es
responder a la Realidad continuamente.
Siendo
incoherentes, vivimos escindidos, en ensoñaciones infantiles. La incoherencia
es responder de la forma en que respondía antes. No a la realidad. Esos núcleos
fijos son los que responden, automáticamente. Y si respondo desde allí, estoy
en irrealidad, no puedo acceder a la Realidad. Debo darme cuenta de lo que pasa
ahora, a cada instante. Eso es la Realidad, es Dios.
La coherencia
permite ver al otro. Tener cautela, prudencia. Permite observar la Verdad.
El deseo siempre
tiene sus razones, manipula, o toma por la fuerza. También los deseos del otro
te destruyen. Surgen sentimientos como la culpa, la autodestrucción, el
sentirse mal. Es incoherente entrar allí. Lo designa Dios. Si Él Quiere, el
otro estará listo, y si no, no lo estará. No hay enojo por ello, ni forma de
que se controle o se haga la propia voluntad.
En los momentos
de crisis, uno se ordena. Paciencia ante el enojo, pues el otro no reacciona
como yo deseo, y controlar la tiranía y la manipulación. Sino se construye una
estructura de pensamiento que no considera al otro, no hay pregunta por el
otro.
La presión por el
engaño a la que el deseo da origen, el manipuleo, las palabras sin acción y la
acción sin realidad, generan como primera reacción reconocible, la incomodidad.
Y de allí va llevando a la incoherencia, que genera frustración, depresión,
dolor, ya que no hay Realidad que sustente el deseo.
Como paso previo
a ingresar en Realidad, se debe subordinar los deseos y entrar en coherencia, y
reclamar del otro sólo coherencia. Y en cuanto a los núcleos fijos creados por
impresiones, que se dan por repetición, por sorpresa o por miedo, y que generan
una verdad universal denominada criterio, hay que ir desarmándolos de a poco,
descubriéndolos, pues se disfrazan de Ser. Dicen ser lo que soy. Así, es
difícil notarlos como algo a modificar. Sin embargo no son Verdad.
Hay que tomar una decisión, hacia la coherencia, o hacia la irrealidad.
Hay que tomar una decisión, hacia la coherencia, o hacia la irrealidad.
jueves, 22 de enero de 2009
Dificultad
Bismillah...
La soberbia, la hipocresía, la envidia, la lujuria, etc. que tienen connotaciones morales, en realidad son todos núcleos de desintegración energética interna del individuo que le producen neurosis, el nafs ammara. En estas condiciones es muy difícil realizar una búsqueda espiritual.
Yo, que he pasado mi propia tragedia, cuando estaba devorado por ella, no veía otra cosa que la tragedia, mi tragedia personal y me había quedado sin Sheij, sin fe, sin camino, sin fuerzas, sin Allah, la tragedia me había devorado. Vi la falacia de mis creencias, vi la falacia de mi fe, de mis fuerzas y vi que todo eso estaba sustentado en nada, que no había en mi nada firme, que era todo mentira, que lo que creía que era fortaleza, fe, era todo mentira, tuve que hacer un renacimiento, pero de alguna forma se me murió todo lo que yo creía ser. Vi mi propia y enorme indigencia, que nada tenía, que no tenía fe... pero eso es bueno...
Cuando el Sheij Al Alawi se hallaba sumido en una prueba inmensa que Allah le había enviado, él le rogaba a Allah que le sacara esa prueba, pero cada vez la prueba se intensificaba, ahí cambió y le pidió a Allah que le diera fuerzas para sobrellevar la prueba.
Las pruebas que nos ocurren en esta vida no pueden ser cambiadas y no se le debe pedir a Allah que nos las cambie, lo que deberíamos pedir a Allah es que nos haga comprender para que son. Este es el mundo de la prueba, las pruebas para cada uno de nosotros ya están asignadas. Toda prueba es para aprender, crecer, para fortificarse. Las pruebas estaban en el cielo de nuestra constelación en el momento de nacer, es con la trama con la que venimos al mundo y se va a engrampar en un cuerpo que va a vivir esa trama, y todo es para comprender. No podemos evitar pasar por esa trama. Ibn ‘Arabi decía que para qué íbamos a pedirle a Allah que nos cambie algo, si ya estaba todo dado. La prueba es lo único que tenemos para aprender. Si uno pasa una prueba, seguramente la próxima la va a comprender mejor. Allah Hu Ta´ala nos dice en el Corán al Karim “En la dificultad está la facilidad”.(94/5y6)
La soberbia, la hipocresía, la envidia, la lujuria, etc. que tienen connotaciones morales, en realidad son todos núcleos de desintegración energética interna del individuo que le producen neurosis, el nafs ammara. En estas condiciones es muy difícil realizar una búsqueda espiritual.
Yo, que he pasado mi propia tragedia, cuando estaba devorado por ella, no veía otra cosa que la tragedia, mi tragedia personal y me había quedado sin Sheij, sin fe, sin camino, sin fuerzas, sin Allah, la tragedia me había devorado. Vi la falacia de mis creencias, vi la falacia de mi fe, de mis fuerzas y vi que todo eso estaba sustentado en nada, que no había en mi nada firme, que era todo mentira, que lo que creía que era fortaleza, fe, era todo mentira, tuve que hacer un renacimiento, pero de alguna forma se me murió todo lo que yo creía ser. Vi mi propia y enorme indigencia, que nada tenía, que no tenía fe... pero eso es bueno...
Cuando el Sheij Al Alawi se hallaba sumido en una prueba inmensa que Allah le había enviado, él le rogaba a Allah que le sacara esa prueba, pero cada vez la prueba se intensificaba, ahí cambió y le pidió a Allah que le diera fuerzas para sobrellevar la prueba.
Las pruebas que nos ocurren en esta vida no pueden ser cambiadas y no se le debe pedir a Allah que nos las cambie, lo que deberíamos pedir a Allah es que nos haga comprender para que son. Este es el mundo de la prueba, las pruebas para cada uno de nosotros ya están asignadas. Toda prueba es para aprender, crecer, para fortificarse. Las pruebas estaban en el cielo de nuestra constelación en el momento de nacer, es con la trama con la que venimos al mundo y se va a engrampar en un cuerpo que va a vivir esa trama, y todo es para comprender. No podemos evitar pasar por esa trama. Ibn ‘Arabi decía que para qué íbamos a pedirle a Allah que nos cambie algo, si ya estaba todo dado. La prueba es lo único que tenemos para aprender. Si uno pasa una prueba, seguramente la próxima la va a comprender mejor. Allah Hu Ta´ala nos dice en el Corán al Karim “En la dificultad está la facilidad”.(94/5y6)
Consejos
Bismillah...
Oh hijo mío, entre los consejos que el Enviado de Dios (swas) dejó a su comunidad se encuentra la siguiente admonición: «Un indicio de que Dios Altísimo ha abandonado a su siervo es que éste se ocupe de lo que no le atañe; y si pierde una hora de su vida ocupado en algo ajeno a la devoción para la que fue creado, entonces merece la prolongación de sus sufrimientos.
Quien pasa los cuarenta años sin que sus virtudes hayan dominado sus vicios debe prepararse para el fuego.»
Y en esto ya hay consejo suficiente para los buenos entendedores.
Oh hijo mío, dar consejo es sencillo —lo difícil es recibirlo— y es de gusto amargo para quienes están acostumbrados a seguir sus
propios deseos, pues lo prohibido es dulce para sus corazones de aquellos que creen que su mera ciencia lo salvará, que en ella está su redención.
Crenn que no tienen necesidad de actuar; tal es la convicción de los «filósofos».
!Este pobre infeliz ignora que si adquiere un conocimiento y después no lo pone en práctica, será usado como una prueba en su contra
Oh hijo mío, no te arruines por falta de actos, y ten la certeza de que el mero saber no te ayudará.
Iman Al Ghazzali
Oh hijo mío, entre los consejos que el Enviado de Dios (swas) dejó a su comunidad se encuentra la siguiente admonición: «Un indicio de que Dios Altísimo ha abandonado a su siervo es que éste se ocupe de lo que no le atañe; y si pierde una hora de su vida ocupado en algo ajeno a la devoción para la que fue creado, entonces merece la prolongación de sus sufrimientos.
Quien pasa los cuarenta años sin que sus virtudes hayan dominado sus vicios debe prepararse para el fuego.»
Y en esto ya hay consejo suficiente para los buenos entendedores.
Oh hijo mío, dar consejo es sencillo —lo difícil es recibirlo— y es de gusto amargo para quienes están acostumbrados a seguir sus
propios deseos, pues lo prohibido es dulce para sus corazones de aquellos que creen que su mera ciencia lo salvará, que en ella está su redención.
Crenn que no tienen necesidad de actuar; tal es la convicción de los «filósofos».
!Este pobre infeliz ignora que si adquiere un conocimiento y después no lo pone en práctica, será usado como una prueba en su contra
Oh hijo mío, no te arruines por falta de actos, y ten la certeza de que el mero saber no te ayudará.
Iman Al Ghazzali
Para Recordar
Bismillah...
El modelo de ¨Adab o comportamiento en la tradición Sufi es el Profeta Muhammad (saws), quién dijo:
"Ninguno de ustedes tendrá auténtica fe hasta que sus corazones sean rectos, ni sus corazones serán rectos hasta que sus lenguas sean rectas, ni sus lenguas serán rectas hasta que sus acciones sean rectas".
Cuando un derviche camina sobre el umbral en un Dergah, él deja atrás el "mundo" y sus preocupaciones. La Dergah es la escuela de amor. Nosotros venimos aquí para observar, escuchar, y aprender, y para servir -no seguir las ambiciones del mundo, no satisfacer o promover nuestros propios egos, ni para consumir experiencias espirituales excitantes ".
Por la eternidad, no percibirá el aroma del amor aquél cuyo rostro no haya tocado el polvo del umbral del Derga (Hafez)
DERGA es la casa de retiro de los Sufíes y su sitio de reunión, es el punto de concurrencia de quienes poseen estados espirituales y es la Escuela orientada hacia la perfección. En el DERGA los que buscan a Dios, pulen el espejo de sus corazones para quitar la pátina del mundo.
DERGA es el santuario de los iniciados, el altar de los puros de corazón.
Es el refugio de los valientes que sin temor han abierto su pecho y dejado el mundo atrás.
DERGA es el hogar de los devotos y amigos de la pureza. En su interior no se escucha otra cosa que la melodía del Amado y en su aire sólo se respira el perfume del afecto verdadero.
Quienes aspiran a entrar al DERGA han entregado su corazón y sus creencias y están listos para entregar sus vidas. Sus moradores se han alejado de todo salvo de Dios, han dejado de lado la razón y han elegido la LOCURA.
El Amor Absoluto encierra misterios que la razón califica de locura. Es necesario una gran fuerza de voluntad interior para romper las cadenas de la razón, y seguir las órdenes de la LOCURA.
El modelo de ¨Adab o comportamiento en la tradición Sufi es el Profeta Muhammad (saws), quién dijo:
"Ninguno de ustedes tendrá auténtica fe hasta que sus corazones sean rectos, ni sus corazones serán rectos hasta que sus lenguas sean rectas, ni sus lenguas serán rectas hasta que sus acciones sean rectas".
Cuando un derviche camina sobre el umbral en un Dergah, él deja atrás el "mundo" y sus preocupaciones. La Dergah es la escuela de amor. Nosotros venimos aquí para observar, escuchar, y aprender, y para servir -no seguir las ambiciones del mundo, no satisfacer o promover nuestros propios egos, ni para consumir experiencias espirituales excitantes ".
Por la eternidad, no percibirá el aroma del amor aquél cuyo rostro no haya tocado el polvo del umbral del Derga (Hafez)
DERGA es la casa de retiro de los Sufíes y su sitio de reunión, es el punto de concurrencia de quienes poseen estados espirituales y es la Escuela orientada hacia la perfección. En el DERGA los que buscan a Dios, pulen el espejo de sus corazones para quitar la pátina del mundo.
DERGA es el santuario de los iniciados, el altar de los puros de corazón.
Es el refugio de los valientes que sin temor han abierto su pecho y dejado el mundo atrás.
DERGA es el hogar de los devotos y amigos de la pureza. En su interior no se escucha otra cosa que la melodía del Amado y en su aire sólo se respira el perfume del afecto verdadero.
Quienes aspiran a entrar al DERGA han entregado su corazón y sus creencias y están listos para entregar sus vidas. Sus moradores se han alejado de todo salvo de Dios, han dejado de lado la razón y han elegido la LOCURA.
El Amor Absoluto encierra misterios que la razón califica de locura. Es necesario una gran fuerza de voluntad interior para romper las cadenas de la razón, y seguir las órdenes de la LOCURA.
El sufismo es peligroso, profundo, quebrador, vertiginoso
Bismillah...
Ésta era una advertencia amistosa que se hacía al que mostraba deseos de iniciarse en un arte para el que había que estar muy preparado.
Años atrás un discípulo permanecía en ayuno hasta 40 días como demostración de su verdadera intención de pertenecer a una Orden Sufi.
Encontrar a un maestro sufí es muy difícil.
Un maestro es la piedra filosofal con la que el aspirante convierte su corazón en oro. Topar con uno es una bendición poco frecuente.
En la actualidad, parece que los maestros abundan más que los discípulos.
En el mundo musulmán existe un tesoro extraordinario, el sufismo.
Pero, ahora, ese tesoro también está expuesto en las estanterías de los mercados. Para que algo tan delicado pudiera ser trasformado en mercancía barata había que distorsionarlo totalmente. La vinculación del sufismo al Islam ha sido suavizada hasta extremos en que incluso se les ve como antagónicos. El rigor del sufismo ha sido tan diluido que con frecuencia parece que es suficiente leer un poema de Rumi para ser un consumado experto en las honduras de una espiritualidad milenaria.
La frivolidad con la que muchos occidentales se asoman al sufismo está perjudicándolos de modo grave. Cualquiera por aquí es sufí y además maestro si ha leído un poco o, peor aún, si tiene 'intuiciones' o está 'iluminado' y disfruta de una gracia especial.
El sufismo (el tasáwwuf) es lo contrario de lo que muchos piensan.
En primer lugar, el sufismo es el Islam, es la profundización en él.
El sufismo no es anterior al Islam, ni es una 'herejía' del Islam, ni es la aportación de los 'persas' a la civilización rudimentaria de los árabes, ni nada parecido...
Presentar el sufismo como algo desligable del Islam, o algo por encima del Islam, es engañar, es buscar una clientela fácil entre quienes se apuntan a cursillos de espiritualidad y no quieren -por nada del mundo- nada complicado ni comprometido.
En segundo lugar, el sufismo no es 'esoterismo', ni 'ocultismo', ni ningún morbo de esa clase. No es una 'secta secreta', ni es la 'masonería' del Islam, ni es el patrimonio de una 'élite espiritual'.
El sufismo es mucho más serio, infinitamente más serio y de raíces más en la tierra. Para quienes se acercan imbuidos con esas ideas a auténticos sufíes se sienten descorazonados por la naturalidad con la que los sufíes son 'gentes normales' en un entorno en el que se les tiene en gran consideración. Por supuesto, el sufismo tiene una sabiduría para la que se requiere una capacidad y una delicadeza especial, como todo lo que es profundo, valioso y fruto de aspiraciones poderosas, pero nada tiene que ver eso con los remedos de disidencias místicas que se dan en Occidente.
En Occidente, la gente tiende a 'realizarse espiritualmente' escuchando sermones, discursos y conferencias. Esto es nocivo porque da espacio a los que tienen labia. El sufismo no es 'sentarse a escuchar a un maestro y quedarse embobado'. El embobamiento no cambia nada en el corazón del que escucha.
El sufismo es Yihâd, es lucha interior y exterior, es esfuerzo continuado sobre una senda exigente. El sufismo es emprender una peregrinación en la que nadie ni nada te sustituyen.
Lo dijo Ibn 'Arabi: "Salí del país de al-Andalus en dirección hacia Jerusalén. Hice del Islam mi cabalgadura, del combate mi reposo y de la confianza en Allah mi provisión...".
El sufismo no es una terapia, ni es un conjunto de ejercicios de respiración o relajación o meditación, ni es danzas exóticas y cánticos agradables, ni es sesión de cuentos, ni recitación de poemas, ni comunicación secreta de saberes herméticos, ni es la iniciación a un grupo elitista.
El sufismo es vivir el Islam con nobleza e intensidad hasta la sabiduría y hasta la paz absoluta.
Es la emoción del musulmán en el Islam.
Es su Tradición en la que cada gesto encuentra una significación abismal.
El sufismo es reconciliación con la vida y con el Creador de la vida, y es subordinación total al Señor de la vida, fluyendo en paz con su Voluntad hacedora de cada instante, es entregarse a Allah sin amaneramientos ni tonterías. Es la belleza que embriaga a los enamorados de Allah y de su Mensajero.
Para ser sufí hay que ser 'severamente' musulmán.
La palabra 'sufí' debe emplearse con precaución. Aunque se aplique mucho rigor en la práctica del Islam y de la sinceridad se está lejos de alcanzar ese grado de llamarse a uno mismo "sufí".
Una persona conciente se podrá reconocer solamente como un murîd, un aspirante, y un faqîr, un pobre vacío.
La meta es grande y el desafío real.
Quien sigue la senda del Sufismo puede que alguna vez en su vida se encuentre con un maestro, con un sháij, alguien que se apodere de él y lo arrastre hasta Allah y lo sumerja y ahogue en ese Océano de Luz. Enhorabuena a quien sea bendecido de ese modo.
Allah guía a los sinceros y a los perseverantes.
El sufismo es peligroso y arriesgado. Su carácter profundo, encierra un enigma en su centro, es un torbellino que desata en quien se lo toma en serio y quiere alcanzar sus últimas consecuencias. Se trata de un peligro hermoso, un riesgo que se asume en la contemplación de la Belleza,... es el vértigo ante lo Absoluto.
También es peligroso en un sentido negativo.
Al descontextualizar el sufismo se tiende a la creación de grupos 'exóticos' o marginales, y también sectas. Es muy fácil convertir a un maestro sufí en un gurú. Es muy fácil convertir una vía sufí en un negocio particular enajenador de mentes. Es tan fácil que casi es inevitable.
En Occidente, no hay controles con el sufismo
Es preferible limitarse a ser musulmanes sinceros y avanzar en la nobleza y en la excelencia (el Ihsân), y eso ya es sufismo, pues se ha dicho que el mayor y mejor prodigio es la rectitud, que el mayor y mejor rango espiritual es el Islam.
Lo que es aconsejable en el mundo musulmán -buscar a un maestro-, en Occidente puede llevarnos por mal camino. Es necesario estar despierto. En cualquier caso, siempre se debe tener la Ley Sagrada (Sharî'a) como criterio sólido al que acudir.
En una sociedad musulmana todo está en su sitio, todo el mundo sabe el orden de las cosas y ningún estafador perdura.
Es por ello por lo que proliferan los 'maestros sufíes' en Occidente y en proporción tal vez sean más numerosos que en el mundo musulmán, y eso es muy sintomático.
Un maestro sufí, un sháij, es algo tremendo: es alguien al que se le hacen muchas exigencias, pero en Occidente no hay ninguna.
Ésta era una advertencia amistosa que se hacía al que mostraba deseos de iniciarse en un arte para el que había que estar muy preparado.
Años atrás un discípulo permanecía en ayuno hasta 40 días como demostración de su verdadera intención de pertenecer a una Orden Sufi.
Encontrar a un maestro sufí es muy difícil.
Un maestro es la piedra filosofal con la que el aspirante convierte su corazón en oro. Topar con uno es una bendición poco frecuente.
En la actualidad, parece que los maestros abundan más que los discípulos.
En el mundo musulmán existe un tesoro extraordinario, el sufismo.
Pero, ahora, ese tesoro también está expuesto en las estanterías de los mercados. Para que algo tan delicado pudiera ser trasformado en mercancía barata había que distorsionarlo totalmente. La vinculación del sufismo al Islam ha sido suavizada hasta extremos en que incluso se les ve como antagónicos. El rigor del sufismo ha sido tan diluido que con frecuencia parece que es suficiente leer un poema de Rumi para ser un consumado experto en las honduras de una espiritualidad milenaria.
La frivolidad con la que muchos occidentales se asoman al sufismo está perjudicándolos de modo grave. Cualquiera por aquí es sufí y además maestro si ha leído un poco o, peor aún, si tiene 'intuiciones' o está 'iluminado' y disfruta de una gracia especial.
El sufismo (el tasáwwuf) es lo contrario de lo que muchos piensan.
En primer lugar, el sufismo es el Islam, es la profundización en él.
El sufismo no es anterior al Islam, ni es una 'herejía' del Islam, ni es la aportación de los 'persas' a la civilización rudimentaria de los árabes, ni nada parecido...
Presentar el sufismo como algo desligable del Islam, o algo por encima del Islam, es engañar, es buscar una clientela fácil entre quienes se apuntan a cursillos de espiritualidad y no quieren -por nada del mundo- nada complicado ni comprometido.
En segundo lugar, el sufismo no es 'esoterismo', ni 'ocultismo', ni ningún morbo de esa clase. No es una 'secta secreta', ni es la 'masonería' del Islam, ni es el patrimonio de una 'élite espiritual'.
El sufismo es mucho más serio, infinitamente más serio y de raíces más en la tierra. Para quienes se acercan imbuidos con esas ideas a auténticos sufíes se sienten descorazonados por la naturalidad con la que los sufíes son 'gentes normales' en un entorno en el que se les tiene en gran consideración. Por supuesto, el sufismo tiene una sabiduría para la que se requiere una capacidad y una delicadeza especial, como todo lo que es profundo, valioso y fruto de aspiraciones poderosas, pero nada tiene que ver eso con los remedos de disidencias místicas que se dan en Occidente.
En Occidente, la gente tiende a 'realizarse espiritualmente' escuchando sermones, discursos y conferencias. Esto es nocivo porque da espacio a los que tienen labia. El sufismo no es 'sentarse a escuchar a un maestro y quedarse embobado'. El embobamiento no cambia nada en el corazón del que escucha.
El sufismo es Yihâd, es lucha interior y exterior, es esfuerzo continuado sobre una senda exigente. El sufismo es emprender una peregrinación en la que nadie ni nada te sustituyen.
Lo dijo Ibn 'Arabi: "Salí del país de al-Andalus en dirección hacia Jerusalén. Hice del Islam mi cabalgadura, del combate mi reposo y de la confianza en Allah mi provisión...".
El sufismo no es una terapia, ni es un conjunto de ejercicios de respiración o relajación o meditación, ni es danzas exóticas y cánticos agradables, ni es sesión de cuentos, ni recitación de poemas, ni comunicación secreta de saberes herméticos, ni es la iniciación a un grupo elitista.
El sufismo es vivir el Islam con nobleza e intensidad hasta la sabiduría y hasta la paz absoluta.
Es la emoción del musulmán en el Islam.
Es su Tradición en la que cada gesto encuentra una significación abismal.
El sufismo es reconciliación con la vida y con el Creador de la vida, y es subordinación total al Señor de la vida, fluyendo en paz con su Voluntad hacedora de cada instante, es entregarse a Allah sin amaneramientos ni tonterías. Es la belleza que embriaga a los enamorados de Allah y de su Mensajero.
Para ser sufí hay que ser 'severamente' musulmán.
La palabra 'sufí' debe emplearse con precaución. Aunque se aplique mucho rigor en la práctica del Islam y de la sinceridad se está lejos de alcanzar ese grado de llamarse a uno mismo "sufí".
Una persona conciente se podrá reconocer solamente como un murîd, un aspirante, y un faqîr, un pobre vacío.
La meta es grande y el desafío real.
Quien sigue la senda del Sufismo puede que alguna vez en su vida se encuentre con un maestro, con un sháij, alguien que se apodere de él y lo arrastre hasta Allah y lo sumerja y ahogue en ese Océano de Luz. Enhorabuena a quien sea bendecido de ese modo.
Allah guía a los sinceros y a los perseverantes.
El sufismo es peligroso y arriesgado. Su carácter profundo, encierra un enigma en su centro, es un torbellino que desata en quien se lo toma en serio y quiere alcanzar sus últimas consecuencias. Se trata de un peligro hermoso, un riesgo que se asume en la contemplación de la Belleza,... es el vértigo ante lo Absoluto.
También es peligroso en un sentido negativo.
Al descontextualizar el sufismo se tiende a la creación de grupos 'exóticos' o marginales, y también sectas. Es muy fácil convertir a un maestro sufí en un gurú. Es muy fácil convertir una vía sufí en un negocio particular enajenador de mentes. Es tan fácil que casi es inevitable.
En Occidente, no hay controles con el sufismo
Es preferible limitarse a ser musulmanes sinceros y avanzar en la nobleza y en la excelencia (el Ihsân), y eso ya es sufismo, pues se ha dicho que el mayor y mejor prodigio es la rectitud, que el mayor y mejor rango espiritual es el Islam.
Lo que es aconsejable en el mundo musulmán -buscar a un maestro-, en Occidente puede llevarnos por mal camino. Es necesario estar despierto. En cualquier caso, siempre se debe tener la Ley Sagrada (Sharî'a) como criterio sólido al que acudir.
En una sociedad musulmana todo está en su sitio, todo el mundo sabe el orden de las cosas y ningún estafador perdura.
Es por ello por lo que proliferan los 'maestros sufíes' en Occidente y en proporción tal vez sean más numerosos que en el mundo musulmán, y eso es muy sintomático.
Un maestro sufí, un sháij, es algo tremendo: es alguien al que se le hacen muchas exigencias, pero en Occidente no hay ninguna.
Sobre la importancia del Dúa
Bismillah...
Es necesario hacer Dúa?
Existen diversas opiniones acerca de la necesidad de hacer Dúa.
Depende de las escuelas, orígenes, tradiciones y zonas geográficas para estar de acuerdo con una u otra corriente.
Mientras el hombre no deje de opinar, existirá temas controversiales como este .
Algunos partidarios de no hacerlo aseguran que no se debería hacer pedidos ya que lo asignado a cada Destino, sucederá, mas allá de las suplicas.
Se apoyan en la firmeza que Allah no dará o modificará nada en este mundo solamente por una suplica, no se torcerá el Destino asignado a cada uno por los vaivenes de los pedidos que un ser humano puede hacer.
En parte tiene algo de razón.
Se imagina Ud. el mundo regido por los pedidos de cada uno?
Se imagina modificándose el destino de la humanidad y de cada creyente según las diversas situaciones emocionales que atravesamos y que dan origen a una suplica u otra?
Puede aplicarse la frase de "Allah sabe más" en este caso puntual.?
y entonces como puedo indicarle desde mi insignificancia e ignorancia . lo que Allah debe hacer?
Otros por lo contrario opinan que Allah nos ordena a pedir y nos urge a hacerlo:
El Coran dice "Llámame y Yo te responderé"
En esta simple frase se esconde el significado de "Llámame" implica la necesidad de hacerlo adecuadamente.
La pregunta de cómo hacerlo correctamente nos lleva a seguir lo estipulado en el Coran, en la Sunna y en los Hadices del Profeta (swas).
Sin embargo nos ocupamos de saberlo y ponerlo en practica?.
También la frase "Yo te responderé" encierra un profundo significado.
Si te responde, puedes tu negarte a seguir Su Respuesta??
Puedes acaso a demorar la Acción requerida?
Uno debiera hacer el Dúa e incluir en la suplica todo aquello que generalmente se lo pide a uno mismo o a los demás .
Porque nos apoyamos tanto en los demás y no en nuestro Dúa?
Porque confiamos en el dinero, en las relaciones y en el poder mas que en nuestro Dúa?
Porque tratamos primero de solucionar un problema por nosotros mismos?
Recién cuando no podemos recurrimos a los demás y solamente al encontrarnos vencidos, cuando todas nuestras herramientas han fracasado , nos acordamos de Allah?
No debería mejor confiar nuestras necesidades en El?
Cuando lo que uno pide ya esta asignado en el Destino, Allah lo enviará inmediatamente incrementando la Fe, la certeza y esa sensación de Cercanía.
Así podrás seguir pidiendo a través de El, tus propias necesidades. Pedir por los demás y tener la posibilidad de poder poner tu atención,solo en El.
Te imaginas una vida libre de las demás Criaturas?
Apoyándote solo en tu Señor para alcanzar tus necesidades y las de tus seres queridos, familia, amigos y vecinos.
Si lo que pides no esta asignado en tu Destino,
el simple hecho de haberlo pedido te dará la libertad de saber que si Su Voluntad es otra, tu deberás aceptarla, ya que El sabe mas que ti. Seguramente sabe que es lo mejor para ti.
Podemos acaso asegurar que lo que pedimos es lo mejor para nosotros mismos?
La suplica ayudará a aceptar nuestra condición.
Si la respuesta a tu suplica no llega en este mundo, Allah seguramente te compensará en el otro mundo. Allah es Compasivo y Generoso. No decepcionará a nadie que haya orado y le haya hecho suplica en Su Nombre.
El Profeta Muhammad (swas) dijo "Pide a Allah con total confianza en Su respuesta" " También dijo Pide a Allah con las palmas hacia arriba"
Dice la tradición que el creyente se encontrará en el Día del Juicio Final con muchas buenas acciones que el mismo ignorará. Cuando pregunte por estos meritos se le responderá:
" Estas buenas acciones son entregadas a ti en compensación por lo solicitado en el mundo y que no fue satisfecho"
También dice el Coran en 4:32 "Pedid a Allah de Su favor. Allah es omnisciente."
Hacer una correcta y continua remembranza de Allah, en las acciones (salats, ayunos, ablución) en el pensamiento y en la correcta intención que precede cada acto facilitara poner las cosas en su Justo lugar, no atribuirse cosas y fuerzas a uno mismo, dejar de buscar orgullo, aceptación y gloria entre las demás criaturas. Asi seguramente cada Dúa tendrá una fuerza especial, que quizás pueda no ser comprendida por los demás.
En ese momento, los demás no serán importantes.
No existe otra fuerza y otro Poder que no venga de Allah......
y solo aquel que lo ha probado ...sabe
Es necesario hacer Dúa?
Existen diversas opiniones acerca de la necesidad de hacer Dúa.
Depende de las escuelas, orígenes, tradiciones y zonas geográficas para estar de acuerdo con una u otra corriente.
Mientras el hombre no deje de opinar, existirá temas controversiales como este .
Algunos partidarios de no hacerlo aseguran que no se debería hacer pedidos ya que lo asignado a cada Destino, sucederá, mas allá de las suplicas.
Se apoyan en la firmeza que Allah no dará o modificará nada en este mundo solamente por una suplica, no se torcerá el Destino asignado a cada uno por los vaivenes de los pedidos que un ser humano puede hacer.
En parte tiene algo de razón.
Se imagina Ud. el mundo regido por los pedidos de cada uno?
Se imagina modificándose el destino de la humanidad y de cada creyente según las diversas situaciones emocionales que atravesamos y que dan origen a una suplica u otra?
Puede aplicarse la frase de "Allah sabe más" en este caso puntual.?
y entonces como puedo indicarle desde mi insignificancia e ignorancia . lo que Allah debe hacer?
Otros por lo contrario opinan que Allah nos ordena a pedir y nos urge a hacerlo:
El Coran dice "Llámame y Yo te responderé"
En esta simple frase se esconde el significado de "Llámame" implica la necesidad de hacerlo adecuadamente.
La pregunta de cómo hacerlo correctamente nos lleva a seguir lo estipulado en el Coran, en la Sunna y en los Hadices del Profeta (swas).
Sin embargo nos ocupamos de saberlo y ponerlo en practica?.
También la frase "Yo te responderé" encierra un profundo significado.
Si te responde, puedes tu negarte a seguir Su Respuesta??
Puedes acaso a demorar la Acción requerida?
Uno debiera hacer el Dúa e incluir en la suplica todo aquello que generalmente se lo pide a uno mismo o a los demás .
Porque nos apoyamos tanto en los demás y no en nuestro Dúa?
Porque confiamos en el dinero, en las relaciones y en el poder mas que en nuestro Dúa?
Porque tratamos primero de solucionar un problema por nosotros mismos?
Recién cuando no podemos recurrimos a los demás y solamente al encontrarnos vencidos, cuando todas nuestras herramientas han fracasado , nos acordamos de Allah?
No debería mejor confiar nuestras necesidades en El?
Cuando lo que uno pide ya esta asignado en el Destino, Allah lo enviará inmediatamente incrementando la Fe, la certeza y esa sensación de Cercanía.
Así podrás seguir pidiendo a través de El, tus propias necesidades. Pedir por los demás y tener la posibilidad de poder poner tu atención,solo en El.
Te imaginas una vida libre de las demás Criaturas?
Apoyándote solo en tu Señor para alcanzar tus necesidades y las de tus seres queridos, familia, amigos y vecinos.
Si lo que pides no esta asignado en tu Destino,
el simple hecho de haberlo pedido te dará la libertad de saber que si Su Voluntad es otra, tu deberás aceptarla, ya que El sabe mas que ti. Seguramente sabe que es lo mejor para ti.
Podemos acaso asegurar que lo que pedimos es lo mejor para nosotros mismos?
La suplica ayudará a aceptar nuestra condición.
Si la respuesta a tu suplica no llega en este mundo, Allah seguramente te compensará en el otro mundo. Allah es Compasivo y Generoso. No decepcionará a nadie que haya orado y le haya hecho suplica en Su Nombre.
El Profeta Muhammad (swas) dijo "Pide a Allah con total confianza en Su respuesta" " También dijo Pide a Allah con las palmas hacia arriba"
Dice la tradición que el creyente se encontrará en el Día del Juicio Final con muchas buenas acciones que el mismo ignorará. Cuando pregunte por estos meritos se le responderá:
" Estas buenas acciones son entregadas a ti en compensación por lo solicitado en el mundo y que no fue satisfecho"
También dice el Coran en 4:32 "Pedid a Allah de Su favor. Allah es omnisciente."
Hacer una correcta y continua remembranza de Allah, en las acciones (salats, ayunos, ablución) en el pensamiento y en la correcta intención que precede cada acto facilitara poner las cosas en su Justo lugar, no atribuirse cosas y fuerzas a uno mismo, dejar de buscar orgullo, aceptación y gloria entre las demás criaturas. Asi seguramente cada Dúa tendrá una fuerza especial, que quizás pueda no ser comprendida por los demás.
En ese momento, los demás no serán importantes.
No existe otra fuerza y otro Poder que no venga de Allah......
y solo aquel que lo ha probado ...sabe
El Fenómeno del Nuevo Musulmán
Bismillah...
Diez años atrás una mujer me preguntó:
¿Esta Ud seguro de hacerse musulmán?
Faltaban una hora o más para tomar mi shajada y esa pregunta me dejaba sin respuesta.
¿Seguro? No, para nada.
No tenía ninguna explicación…ni razones que validaran esta decisión.
No tenía registro histórico de Islam.
Mi padre un católico no muy practicante.
Mi madre hija de madre cristiana y padre judío.
Había leído muy poco Corán, no lo había profundizado.
Lo poco que había leído me había gustado.
El resto era lo publicado por los diarios y noticias internacionales.
No era mi estilo tomar decisiones ligeramente, sentía una extraña certeza, pero no poseía una decisión fundamentada.
La pregunta de la señora se repetía en mi cabeza. ¿Esta seguro?
¿Como estar seguro de algo que no sé sabe? ¿Debía creer antes?
Orar 5 veces, por día, cumplir los horarios de oración, ayunar o seguir las normas mínimas que pide Islam, me parecía imposible.
El Islam era para otro tipo de personas y no para mí.
No, no estaba para nada seguro.
El Imán egipcio de la mezquita de Buenos Aires, de nombre Kemal, me explicó
"Después de tomar shajada Ud empieza un largo camino, donde quizás alguna vez, al final de sus días, Ud pueda ser un musulmán, un sometido a la voluntad de Allah. Mientras tanto Ud. se equivocará. Ahora recién da su primer paso"
El mensaje del Islam es para toda la gente. No establece diferencias basadas en el color de piel, riquezas, posición social, o lugar de nacimiento. Allah nos dice en el Coran que la persona mas honorable ante los ojos de Dios es la que es mas recta y tiene mas temor de Dios.
La fe es "conocimiento", "convicción". La palabra árabe imán que traducimos por fe, quiere decir literalmente "conocer, creer, estar convencido sin duda alguna". La fe es, pues, una segura convicción nacida del conocimiento.
El Imán es un regalo de Allah otorgado a una criatura para que sea conciente de Su existencia. No es un estado que uno pueda alcanzar por si mismo.
Islam significa obediencia a Dios. La obediencia no puede ser total hasta que el hombre no conozca ciertos hechos. Cuando esto se produzca, la persona experimenta cierto estado mental que resulta en determinadas acciones. El Profeta Muhammad (swas) dijo: "Fe es aquello que nace firmemente en el corazón y es manifestado con hechos." No es necesario que Ud "crea" en Allah, "recordarlo" es mejor.
Creer y dudar son simples mecanismos de la mente.
Recordar es un acto ejercido sobre lo ya aceptado y existente.
Algo que "ya es" en nosotros
Las palabras del Imán, me ubicaron. Mi mente podría trabajar en contra.
Podía equivocarme y no sentirme mal conmigo mismo por mis propias rebeldías. Comprendí que en Islam encontraría conceptos diferentes a los existentes en el cristianismo o judaísmo.
El termino occidental "religión", no posee el mismo significado en Islam.
En Islam religión significa costumbre, comportamiento, justo, verdad, actitud autentica.
El concepto de Padre con respecto a Dios ha sido suprimido del Islam. Toda cosa depende de El. El es independiente de toda cosa que no sea El.
El concepto de acudir a un templo es diferente. Para Islam una oración en la mezquita de Medina vale más que millares realizadas en las demás. Un salat realizado en Mecca, en la Kaaba, vale cien mil veces más que las pronunciadas en las restantes.
Pero mas valiosa que todas es la de aquel que ora en su casa, donde nadie sino Dios, lo ve sin otro objetivo que aproximarse a Dios.
Allah a diferencia del Dios de los Evangelios no viene al hombre bajo la apariencia de una forma encarnada. No hay entre El y el hombre intercesores ni intermediarios ni iglesia ni clérigos. El es la referencia única y absoluta, origen y fin del destino.
Entendí también que la paciencia era fundamental en este camino.
Paciencia con uno mismo, con las propias limitaciones.
Una de las características mayores del Islam es que reconoce el arrepentimiento.
El arrepentimiento es entre el individuo y Allah solamente. El individuo no es perfecto y es propenso a cometer errores y pecados, pero mientras que el individuo se arrepienta sinceramente y el arrepentimiento sea aceptable a Allah, le será perdonado.
Hz Ali dijo "La paciencia es a la Fe, lo que la cabeza al cuerpo"
Comprendí a que a partir de ese día no tenia tiempo que perder, debia conocer el camino que mi corazón había elegido.
Desde ese día empezó una dura batalla entre la cabeza que razona y opina y mi corazón que sin saber porque, abrazó el Islam como forma de vida.
A lo largo de los primeros meses cada paso era una victoria sobre mis costumbres y tradiciones.
El hecho de poder hacer los 5 salats diarios me tomó más de 7 meses, estar en ablución, un tiempo más. Empezar a entender ciertas cosas mínimas, años y aun después de 10 años entiendo que aun no he avanzado mucho que digamos.
Cuatro años después mi esposa tomó Islam también. Luego mi hija
En los primeros años y gracias a Allah un hermano argentino me ayudó a sortear las primeras dificultades del sendero.
Algunos años después el embajador de Egipto en Buenos Aires me preguntó: ¿Cómo fue que se hizo musulmán? Mi respuesta me sorprendió a mi mismo: "Fue como un pelotazo" ¿Que otra explicación le podía dar?
Sin darme cuenta estaba formando parte de un extraño Fenómeno.
Este proceso ya les había sucedido a otros.
El Coran dice: "El da sabiduría a quien El desea" 12:229
Luego pude conocer a otras personas en Buenos Aires, en otras ciudades de Latinoamérica donde se repetían estas características.
¿Es en realidad un fenómeno?
Sociológicamente hablando las personas siguen una religión por alguna de estas 4 causas:
1-Por que esta es la religión de sus padres y ancestros
2- Por que esta es la religión que la mayoría de sus familiares siguen
3- Por que esta es la religión que "parece" la correcta ó
4- Por que ha estudiado las diferentes religiones que existen, y basado en hechos y conocimiento cierto, ha decidido que esta es la religión verdadera.
Ninguna de estas razones existe en la historia de un nuevo musulmán.
La palabra de nuevo musulmán se aplica a las personas que no nacieron en un país o en el seno de una familia Islámica.
El Fenómeno comienza cuando por alguna razón desconocida se empieza a leer alguna bibliografía Islámica y poco a poco se satisface la curiosidad concurriendo a la mezquita, centros Islámicos o en alguna tariqqa de sufismo.
Solos y casi sin poder compartir su nueva inquietud buscan, preguntan y a través del fabuloso mundo de Internet, se comunican, se informan y aprenden.
webIslam.com es una demostración de lo que esta sucediendo.
Porque leo Islam? ¿Que tengo que ver con Islam? ¿Porque mi corazón se siente tan atraído por esta sabiduría?
Las cabezas no cesan de buscar razones.
Muchos son los obstáculos que se deben sortear, algunos internos y otros externos.
Entre los internos, el más importante es uno mismo.
La cabeza no cesa de buscar explicaciones a esta extraña curiosidad y muchas veces la prensa o los comentarios sobre Islam son contraproducentes.
Uno viene de una religión "Light" donde la mayoría de las enseñanzas son enunciativas pero sin o muy poca acción. Es la religión heredada.
La costumbre dice que con ir una vez al templo, alcanza.
Se reza cuanto se tiene tiempo o cuando uno tiene necesidad.
La religión está aparte de las demás actividades. El trabajo, los amigos, una buena lectura, el gimnasio, estudios, la familia, algún hobbie, viajes y la religión.
La palabra Arábiga Islam, significa "entrega a Dios, sumisión a su voluntad". La obediencia a Dios no distingue entre lo sagrado y lo profano, religión o vida cotidiana. Tal como Dios lo ha proclamado en el Coran a los hombres, las practicas religiosas se encuentran en la vida social, el derecho, la economía, el estado y la política.
Islam es una forma de vida, es adoptar una manera de ser nueva, desconocida anteriormente, que no tiene ninguna relación con lo aprendido en la escuela o en el seno familiar. Es otra cosa.
Nuestra memoria guarda otra manera de vivir.
¿Porque debo dejar el vino? ¿la cerveza?
¿Porque no comer jamón?
¿Es tan necesario orar 5 veces por día?
¿Debo hacerlo forzosamente a las horas indicadas?
¿Dejo de trabajar para cumplir con Dios?
¿Es tan malo el cerdo?
¿Sin casarme no puedo tener sexo?
¿Mi esposo puede casarse con otras mujeres?
Algunas veces las personas que sienten Islam en sus corazones temen traicionar al Profeta Isa (as). ¿Cómo explicarles que siendo musulmán uno no deja de amar a Jesús (as)?
Estas y otras preguntas asoman en los primeros intentos.
En Latinoamérica el concepto de religión esta muy desvalorizado.
La sociedad nos enseña que la religión es una cosa espiritual, pero el trabajo y la vida cotidiana es algo real. Lo espiritual son palabras bonitas, parábolas, pero la vida es otra cosa. Ser "Real" es olvidarse de Dios y pelear la vida.
En caso contrario uno puede recibir el mote de "místico" o "delirado"
En nuestra sociedad el New Age ofrece algún tipo de camino espiritual.
Aun las prácticas más rigurosas no dejan de ser Light en comparación a Islam.
Protagonizado por un seudo maestro que enseña a sus alumnos como iluminarse a cambio de una cuota mensual, o de un seminario de fin de semana, les promete "perdonar", "amar" "alcanzar la paz y la felicidad" u otros logros mediante técnicas muy simples." Estas propuestas solo son un compromiso de uno o dos días a la semana. Pasar de esta enseñanza teórica a una práctica continua y pautada como Islam, no es tarea fácil de aceptar. El naf puede tolerar alguna cosa doméstica, o inofensiva, pero cuando advierte un trabajo verdadero se empieza a oponerse y a desacreditar todo lo que sea un camino serio y responsable.
Entre los Externos se encuentra la propia familia o circulo íntimo de amigos:
La familia del nuevo musulmán.
Integrado por el cónyuge, padres y madres, amigos, compañeros de trabajo, la familia inmediata del nuevo musulmán asiste azorada al cambio inexplicable de su familiar.
¿Como actuar en estos casos para no dañar la familia, para no separar a los padres de sus hijos? ¿O a una pareja donde sólo uno de los dos es el invitado?
¿Donde puede concurrir para que le expliquen a su familia que no enloqueció y que su Islam no tiene nada que ver con atentados terroristas? ¿Cómo explicarles que nadie les lavó la cabeza?
También encontramos entre las dificultades Externas que luego de sobrepasar los primeros obstáculos el Nuevo Musulmán se querrá vincular con las organizaciones islámicas de su ciudad. Querrá ser comprendido, necesitara libros, tendrá preguntas, querrá encontrar a gente que como el, vive Islam.
Así se acercará posiblemente a un Centro islámico o la mezquita o una tariqqa sufi.
Tampoco le será fácil. Nuevos desafíos. Solo un latinoamericano puede entender los obstáculos de otro latino. Recuerdo un Imán de Argentina que informó a las autoridades que cerraba la mezquita de Rosario-Provincia de Santa Fe, porque nadie acudía ni visitaba la mezquita. El Imán solo se había quedado esperando que la gente llegara a realizar salat. Increíble!!
El nuevo musulmán se acerca a las organizaciones islámicas esperando encontrar a una persona que le pueda enseñar. Es conciente de su ignorancia y posee sed de conocimiento. Allí se encuentra posiblemente con un inmigrante que no habla su idioma o lo hace en forma muy defectuosa. En el mejor de los casos es un descendiente de aquellos inmigrantes que si bien habla español no puede sintonizarse con la mentalidad de un latino.
Ellos han nacido con el Islam puesto, por eso suponen que los demás deben aceptar conceptos que se llevan desde el nacimiento.
No entienden el sacrificio que puede significar dejar el alcohol.
No pueden entender lo que significa para una carioca de Río de Janeiro o de Panamá ponerse el pañuelo con 40 grados de temperatura. Solo quien lo hizo, sabe.
Para ellos es cosa de todos los días, es familiar, es la religión de sus padres, abuelos, y bisabuelos.
El nuevo musulmán y su familia están a mitad de camino.
No es aceptado por la comunidad musulmana y ha dejado atrás su grupo familiar.
Recuerdo a un Sheik alawita de origen libanés que entró en una reunión donde había más de 40 personas y preguntó apenas llegó, si los hombres estaban todos circuncidados. En esa reunión había no menos de 25 hombres.
La mayoría tenia 3 o 4 años de Islam, ya hacían sus 5 salat diarios y practicaban ayuno y concurrían a la mezquita los viernes de Yuma, leían Coran, pero ¿¿¿circuncidarse???
¿Puede acaso un egipcio dejar de ser egipcio y tratar de ser, pensar y actuar como un latino? Decididamente no!
No son pocos los casos de mujeres que fueron observadas por haber entrado a la mezquita con mangas que no llegan hasta las muñecas.
En algunos otros casos son recibidos como "gente extraña".
Les resultará más fácil integrarse hoy a una mezquita si actúa como egipcio o pakistaní, según corresponda.
Un hermano de Islas Canarias me escribió pidiendo que le enviara material ya que optó por no ir más a la mezquita. Le resulta contraproducente.
El Profeta Muhammad (swas) dijo:
"Allah no me envió para que sea prepotente, caprichoso sino vuestro maestro que les facilite las cosas"
La ley Islámica esta constituida sobre la base de la facilidad y eliminen la dificultad. Allah dice "Dios os desea la comodidad y no la dificultad" (2:185)
"Dios no impuso dificultad alguna en la religión" (22:78).
También dijo el Profeta Muhammad (swas) a Muda Bin Yabla y a Abu Musa al Ashari al partir de misión al Yemen "Den la facilidad y no la dificultad, albricien y no espanten"
¿Cómo surge Islam en Latinoamérica?
El mensaje monoteísta del Profeta Muhammad (swas) no había cumplido su primer siglo de existencia cuando ya los primeros hispanos aceptaban el Islam como forma de vida en Europa. En el año 711 EC surgía a la historia la cultura andalusí y los emiratos islámicos del sur de Italia y el mediterráneo occidental le siguieron poco después. Por más de 800 años (dos veces más tiempo del que lleva la presencia ibérica en América) el espíritu islámico trajo luz y tolerancia a la Europa medieval y la llevó de la mano hasta el renacimiento y la modernidad. Es así que las potencias ibéricas que conquistaron y colonizaron América traían un gran bagaje cultural islámico a principios del siglo XVI EC; esto se puede ver hoy en las grandes metrópolis coloniales, sus monumentos y la gran cantidad de términos árabes-islámicos en el castellano y el portugués.
La mayoría de los inmigrantes a Latinoamérica fueron de origen Sirio y Libanés. Señalan algunos documentos que esta inmigración comenzó entre los años 1850-1860.
La mayor ola inmigratoria se produjo a principios de este siglo, hacia algunos países como Argentina, Chile, Brasil y Colombia, la inmigración fue de gran intensidad, para ir decreciendo por los años 50. Destacándose después de esa fecha, una gran afluencia de árabes inmigrantes solamente en el Brasil.
No obstante al igual que en los USA., estas Comunidades se integraron a las nueva sociedades que las albergaron.
No se tienen datos confiables acerca del número de musulmanes.
Se calcula que en Latinoamérica aproximadamente suman más de 7 millones. Existiendo solamente en la Argentina alrededor de 700.000 y en el Brasil más de millón y medio. Mas de 4 millones de musulmanes viven en los USA
Según la Enciclopedia Mundial de Cristianismo, publicada en enero de este año en Oxford, mientras el cristianismo es practicado en 238 países por 1 900 millones de personas, que corresponden a un 31% de la población mundial, al Islam pertenecen
1 200 millones, es decir, un 19,6% de la población. Sin embargo, el cristianismo ha mantenido un número de adeptos, con tendencia a la baja, mientras que Islam ha crecido en más de un 7%.
Solo aproximadamente 13% de los 1.8 billones de musulmanes en el mundo, son árabes. Islam es estadísticamente la religión de más alto crecimiento en el mundo.
Esto demuestra que el Islam no es propiedad exclusiva de los árabes.
Prueba de ello es que el avance del Islam en Latinoamérica no esta dado por corrientes migratorias.
Son pocos o ningunos los nuevos musulmanes que se han convertido por interacción con los musulmanes inmigrantes o con sus descendientes.
Mucha gente atea, no practicante, católica, cristiana en general y hasta judía se siente atraída a Islam por curiosidad u otras razones. Llama mucho la atención que un significativo número de judíos se haga musulmán. En Latinoamérica no existe resentimiento entre judíos y musulmanes como en Oriente Medio. No tenemos historia de guerras, ni rencores.
"Creemos en Allah y en todo lo que se nos ha revelado; y en lo que se les reveló a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob, a las Tribus, a Moisés, a Jesús y a todos los Profetas de parte de nuestro Señor. No hacemos distinción entre ninguno de los Profetas, y nos entregamos a la Voluntad de nuestro Señor." (Corán)
Es común encontrar en cualquier ciudad de Latinoamérica un curioso mosaico de grupos sociales interactuando:
El musulmán de origen en primer lugar es un grupo integrado por inmigrantes que aun mantienen sus tradiciones y religión de origen.
Para ellos el problema fue adaptarse a una nueva sociedad y a un nuevo lenguaje.
En algunos casos sus miembros se casaron con mujeres nativas y su descendencia no siguió Islam. Sus hijos abrazaron el cristianismo como precio para poder integrarse en la nueva sociedad que les dio albergue.
Con el tiempo pasaron a ser los abuelos que hablan raro y hacen cosas raras…
Para preservarse de esta situación optaron por unirse y formar compactos grupos de acuerdo a su nacionalidad. Libaneses, sirios, egipcios o pakistaníes. A partir de ellos se formaron las primeras organizaciones Islámicas. En este caso la afinidad no es el Islam, sino su origen, el idioma, comidas, música y familia.
Entre ellos podemos encontrar al grupo árabe-sunnita , sunnita-wahabi, el sector alawita, el grupo de los proiraníes, el grupo sirio libanés, los pakistaníes y en muy poca medida los egipcios
Los musulmanes criollos, forman el segundo grupo integrado por los descendientes de los inmigrantes. Se integraron mucho más rápido a la nueva sociedad.
La mayoría de ellos perdió la tradición y la religión de sus padres.
Otros la mantuvieron y no perdieron su árabe y leyeron Coran en su seno familiar.
Se integraron a las primeras organizaciones fundadas o integradas por sus padres.
Muchos de ellos ocupan hoy los cargos directivos.
Vivieron en esta nueva sociedad sin abandonar la propia.
Aprendieron a crecer entre católicos y judíos.
Algunos permanecieron encerrados en su comunidad de origen.
Otros lograron adaptarse y son una verdadera ayuda a los que recién empiezan.
El idioma y las costumbres no le son ajenos. Han crecido en esta sociedad, pero todavía no son el fruto de la sociedad latinoamericana.
Para ellos Islam es una certeza con la cual llegaron al mundo.
Para el nuevo musulmán Islam es un desafío a conquistar día a día
Uno de ellos escribió:
El Islam es una forma de vida, vívela.
El Islam es un regalo, acéptalo.
El Islam es un viaje, hazlo.
El Islam es un esfuerzo, realízalo.
El Islam es un objetivo, alcánzalo.
El Islam es una oportunidad, tómala.
El Islam no es un juego, no juegues con él.
El Islam no es para cobardes, enfréntalo.
El Islam es una promesa, cúmplela.
El Islam es un deber, asúmelo.
El Islam tiene un mensaje para ti, escúchalo.
El Islam es amor, ámalo.
Quizás sea cierto un comentario que escuché en Medellín que decía:
Para un nuevo musulmán latinoamericano, no hay nada mejor que otro latinoamericano.
Wallahu a'lem bi'ssewab; Allah sabe mejor.
Diez años atrás una mujer me preguntó:
¿Esta Ud seguro de hacerse musulmán?
Faltaban una hora o más para tomar mi shajada y esa pregunta me dejaba sin respuesta.
¿Seguro? No, para nada.
No tenía ninguna explicación…ni razones que validaran esta decisión.
No tenía registro histórico de Islam.
Mi padre un católico no muy practicante.
Mi madre hija de madre cristiana y padre judío.
Había leído muy poco Corán, no lo había profundizado.
Lo poco que había leído me había gustado.
El resto era lo publicado por los diarios y noticias internacionales.
No era mi estilo tomar decisiones ligeramente, sentía una extraña certeza, pero no poseía una decisión fundamentada.
La pregunta de la señora se repetía en mi cabeza. ¿Esta seguro?
¿Como estar seguro de algo que no sé sabe? ¿Debía creer antes?
Orar 5 veces, por día, cumplir los horarios de oración, ayunar o seguir las normas mínimas que pide Islam, me parecía imposible.
El Islam era para otro tipo de personas y no para mí.
No, no estaba para nada seguro.
El Imán egipcio de la mezquita de Buenos Aires, de nombre Kemal, me explicó
"Después de tomar shajada Ud empieza un largo camino, donde quizás alguna vez, al final de sus días, Ud pueda ser un musulmán, un sometido a la voluntad de Allah. Mientras tanto Ud. se equivocará. Ahora recién da su primer paso"
El mensaje del Islam es para toda la gente. No establece diferencias basadas en el color de piel, riquezas, posición social, o lugar de nacimiento. Allah nos dice en el Coran que la persona mas honorable ante los ojos de Dios es la que es mas recta y tiene mas temor de Dios.
La fe es "conocimiento", "convicción". La palabra árabe imán que traducimos por fe, quiere decir literalmente "conocer, creer, estar convencido sin duda alguna". La fe es, pues, una segura convicción nacida del conocimiento.
El Imán es un regalo de Allah otorgado a una criatura para que sea conciente de Su existencia. No es un estado que uno pueda alcanzar por si mismo.
Islam significa obediencia a Dios. La obediencia no puede ser total hasta que el hombre no conozca ciertos hechos. Cuando esto se produzca, la persona experimenta cierto estado mental que resulta en determinadas acciones. El Profeta Muhammad (swas) dijo: "Fe es aquello que nace firmemente en el corazón y es manifestado con hechos." No es necesario que Ud "crea" en Allah, "recordarlo" es mejor.
Creer y dudar son simples mecanismos de la mente.
Recordar es un acto ejercido sobre lo ya aceptado y existente.
Algo que "ya es" en nosotros
Las palabras del Imán, me ubicaron. Mi mente podría trabajar en contra.
Podía equivocarme y no sentirme mal conmigo mismo por mis propias rebeldías. Comprendí que en Islam encontraría conceptos diferentes a los existentes en el cristianismo o judaísmo.
El termino occidental "religión", no posee el mismo significado en Islam.
En Islam religión significa costumbre, comportamiento, justo, verdad, actitud autentica.
El concepto de Padre con respecto a Dios ha sido suprimido del Islam. Toda cosa depende de El. El es independiente de toda cosa que no sea El.
El concepto de acudir a un templo es diferente. Para Islam una oración en la mezquita de Medina vale más que millares realizadas en las demás. Un salat realizado en Mecca, en la Kaaba, vale cien mil veces más que las pronunciadas en las restantes.
Pero mas valiosa que todas es la de aquel que ora en su casa, donde nadie sino Dios, lo ve sin otro objetivo que aproximarse a Dios.
Allah a diferencia del Dios de los Evangelios no viene al hombre bajo la apariencia de una forma encarnada. No hay entre El y el hombre intercesores ni intermediarios ni iglesia ni clérigos. El es la referencia única y absoluta, origen y fin del destino.
Entendí también que la paciencia era fundamental en este camino.
Paciencia con uno mismo, con las propias limitaciones.
Una de las características mayores del Islam es que reconoce el arrepentimiento.
El arrepentimiento es entre el individuo y Allah solamente. El individuo no es perfecto y es propenso a cometer errores y pecados, pero mientras que el individuo se arrepienta sinceramente y el arrepentimiento sea aceptable a Allah, le será perdonado.
Hz Ali dijo "La paciencia es a la Fe, lo que la cabeza al cuerpo"
Comprendí a que a partir de ese día no tenia tiempo que perder, debia conocer el camino que mi corazón había elegido.
Desde ese día empezó una dura batalla entre la cabeza que razona y opina y mi corazón que sin saber porque, abrazó el Islam como forma de vida.
A lo largo de los primeros meses cada paso era una victoria sobre mis costumbres y tradiciones.
El hecho de poder hacer los 5 salats diarios me tomó más de 7 meses, estar en ablución, un tiempo más. Empezar a entender ciertas cosas mínimas, años y aun después de 10 años entiendo que aun no he avanzado mucho que digamos.
Cuatro años después mi esposa tomó Islam también. Luego mi hija
En los primeros años y gracias a Allah un hermano argentino me ayudó a sortear las primeras dificultades del sendero.
Algunos años después el embajador de Egipto en Buenos Aires me preguntó: ¿Cómo fue que se hizo musulmán? Mi respuesta me sorprendió a mi mismo: "Fue como un pelotazo" ¿Que otra explicación le podía dar?
Sin darme cuenta estaba formando parte de un extraño Fenómeno.
Este proceso ya les había sucedido a otros.
El Coran dice: "El da sabiduría a quien El desea" 12:229
Luego pude conocer a otras personas en Buenos Aires, en otras ciudades de Latinoamérica donde se repetían estas características.
¿Es en realidad un fenómeno?
Sociológicamente hablando las personas siguen una religión por alguna de estas 4 causas:
1-Por que esta es la religión de sus padres y ancestros
2- Por que esta es la religión que la mayoría de sus familiares siguen
3- Por que esta es la religión que "parece" la correcta ó
4- Por que ha estudiado las diferentes religiones que existen, y basado en hechos y conocimiento cierto, ha decidido que esta es la religión verdadera.
Ninguna de estas razones existe en la historia de un nuevo musulmán.
La palabra de nuevo musulmán se aplica a las personas que no nacieron en un país o en el seno de una familia Islámica.
El Fenómeno comienza cuando por alguna razón desconocida se empieza a leer alguna bibliografía Islámica y poco a poco se satisface la curiosidad concurriendo a la mezquita, centros Islámicos o en alguna tariqqa de sufismo.
Solos y casi sin poder compartir su nueva inquietud buscan, preguntan y a través del fabuloso mundo de Internet, se comunican, se informan y aprenden.
webIslam.com es una demostración de lo que esta sucediendo.
Porque leo Islam? ¿Que tengo que ver con Islam? ¿Porque mi corazón se siente tan atraído por esta sabiduría?
Las cabezas no cesan de buscar razones.
Muchos son los obstáculos que se deben sortear, algunos internos y otros externos.
Entre los internos, el más importante es uno mismo.
La cabeza no cesa de buscar explicaciones a esta extraña curiosidad y muchas veces la prensa o los comentarios sobre Islam son contraproducentes.
Uno viene de una religión "Light" donde la mayoría de las enseñanzas son enunciativas pero sin o muy poca acción. Es la religión heredada.
La costumbre dice que con ir una vez al templo, alcanza.
Se reza cuanto se tiene tiempo o cuando uno tiene necesidad.
La religión está aparte de las demás actividades. El trabajo, los amigos, una buena lectura, el gimnasio, estudios, la familia, algún hobbie, viajes y la religión.
La palabra Arábiga Islam, significa "entrega a Dios, sumisión a su voluntad". La obediencia a Dios no distingue entre lo sagrado y lo profano, religión o vida cotidiana. Tal como Dios lo ha proclamado en el Coran a los hombres, las practicas religiosas se encuentran en la vida social, el derecho, la economía, el estado y la política.
Islam es una forma de vida, es adoptar una manera de ser nueva, desconocida anteriormente, que no tiene ninguna relación con lo aprendido en la escuela o en el seno familiar. Es otra cosa.
Nuestra memoria guarda otra manera de vivir.
¿Porque debo dejar el vino? ¿la cerveza?
¿Porque no comer jamón?
¿Es tan necesario orar 5 veces por día?
¿Debo hacerlo forzosamente a las horas indicadas?
¿Dejo de trabajar para cumplir con Dios?
¿Es tan malo el cerdo?
¿Sin casarme no puedo tener sexo?
¿Mi esposo puede casarse con otras mujeres?
Algunas veces las personas que sienten Islam en sus corazones temen traicionar al Profeta Isa (as). ¿Cómo explicarles que siendo musulmán uno no deja de amar a Jesús (as)?
Estas y otras preguntas asoman en los primeros intentos.
En Latinoamérica el concepto de religión esta muy desvalorizado.
La sociedad nos enseña que la religión es una cosa espiritual, pero el trabajo y la vida cotidiana es algo real. Lo espiritual son palabras bonitas, parábolas, pero la vida es otra cosa. Ser "Real" es olvidarse de Dios y pelear la vida.
En caso contrario uno puede recibir el mote de "místico" o "delirado"
En nuestra sociedad el New Age ofrece algún tipo de camino espiritual.
Aun las prácticas más rigurosas no dejan de ser Light en comparación a Islam.
Protagonizado por un seudo maestro que enseña a sus alumnos como iluminarse a cambio de una cuota mensual, o de un seminario de fin de semana, les promete "perdonar", "amar" "alcanzar la paz y la felicidad" u otros logros mediante técnicas muy simples." Estas propuestas solo son un compromiso de uno o dos días a la semana. Pasar de esta enseñanza teórica a una práctica continua y pautada como Islam, no es tarea fácil de aceptar. El naf puede tolerar alguna cosa doméstica, o inofensiva, pero cuando advierte un trabajo verdadero se empieza a oponerse y a desacreditar todo lo que sea un camino serio y responsable.
Entre los Externos se encuentra la propia familia o circulo íntimo de amigos:
La familia del nuevo musulmán.
Integrado por el cónyuge, padres y madres, amigos, compañeros de trabajo, la familia inmediata del nuevo musulmán asiste azorada al cambio inexplicable de su familiar.
¿Como actuar en estos casos para no dañar la familia, para no separar a los padres de sus hijos? ¿O a una pareja donde sólo uno de los dos es el invitado?
¿Donde puede concurrir para que le expliquen a su familia que no enloqueció y que su Islam no tiene nada que ver con atentados terroristas? ¿Cómo explicarles que nadie les lavó la cabeza?
También encontramos entre las dificultades Externas que luego de sobrepasar los primeros obstáculos el Nuevo Musulmán se querrá vincular con las organizaciones islámicas de su ciudad. Querrá ser comprendido, necesitara libros, tendrá preguntas, querrá encontrar a gente que como el, vive Islam.
Así se acercará posiblemente a un Centro islámico o la mezquita o una tariqqa sufi.
Tampoco le será fácil. Nuevos desafíos. Solo un latinoamericano puede entender los obstáculos de otro latino. Recuerdo un Imán de Argentina que informó a las autoridades que cerraba la mezquita de Rosario-Provincia de Santa Fe, porque nadie acudía ni visitaba la mezquita. El Imán solo se había quedado esperando que la gente llegara a realizar salat. Increíble!!
El nuevo musulmán se acerca a las organizaciones islámicas esperando encontrar a una persona que le pueda enseñar. Es conciente de su ignorancia y posee sed de conocimiento. Allí se encuentra posiblemente con un inmigrante que no habla su idioma o lo hace en forma muy defectuosa. En el mejor de los casos es un descendiente de aquellos inmigrantes que si bien habla español no puede sintonizarse con la mentalidad de un latino.
Ellos han nacido con el Islam puesto, por eso suponen que los demás deben aceptar conceptos que se llevan desde el nacimiento.
No entienden el sacrificio que puede significar dejar el alcohol.
No pueden entender lo que significa para una carioca de Río de Janeiro o de Panamá ponerse el pañuelo con 40 grados de temperatura. Solo quien lo hizo, sabe.
Para ellos es cosa de todos los días, es familiar, es la religión de sus padres, abuelos, y bisabuelos.
El nuevo musulmán y su familia están a mitad de camino.
No es aceptado por la comunidad musulmana y ha dejado atrás su grupo familiar.
Recuerdo a un Sheik alawita de origen libanés que entró en una reunión donde había más de 40 personas y preguntó apenas llegó, si los hombres estaban todos circuncidados. En esa reunión había no menos de 25 hombres.
La mayoría tenia 3 o 4 años de Islam, ya hacían sus 5 salat diarios y practicaban ayuno y concurrían a la mezquita los viernes de Yuma, leían Coran, pero ¿¿¿circuncidarse???
¿Puede acaso un egipcio dejar de ser egipcio y tratar de ser, pensar y actuar como un latino? Decididamente no!
No son pocos los casos de mujeres que fueron observadas por haber entrado a la mezquita con mangas que no llegan hasta las muñecas.
En algunos otros casos son recibidos como "gente extraña".
Les resultará más fácil integrarse hoy a una mezquita si actúa como egipcio o pakistaní, según corresponda.
Un hermano de Islas Canarias me escribió pidiendo que le enviara material ya que optó por no ir más a la mezquita. Le resulta contraproducente.
El Profeta Muhammad (swas) dijo:
"Allah no me envió para que sea prepotente, caprichoso sino vuestro maestro que les facilite las cosas"
La ley Islámica esta constituida sobre la base de la facilidad y eliminen la dificultad. Allah dice "Dios os desea la comodidad y no la dificultad" (2:185)
"Dios no impuso dificultad alguna en la religión" (22:78).
También dijo el Profeta Muhammad (swas) a Muda Bin Yabla y a Abu Musa al Ashari al partir de misión al Yemen "Den la facilidad y no la dificultad, albricien y no espanten"
¿Cómo surge Islam en Latinoamérica?
El mensaje monoteísta del Profeta Muhammad (swas) no había cumplido su primer siglo de existencia cuando ya los primeros hispanos aceptaban el Islam como forma de vida en Europa. En el año 711 EC surgía a la historia la cultura andalusí y los emiratos islámicos del sur de Italia y el mediterráneo occidental le siguieron poco después. Por más de 800 años (dos veces más tiempo del que lleva la presencia ibérica en América) el espíritu islámico trajo luz y tolerancia a la Europa medieval y la llevó de la mano hasta el renacimiento y la modernidad. Es así que las potencias ibéricas que conquistaron y colonizaron América traían un gran bagaje cultural islámico a principios del siglo XVI EC; esto se puede ver hoy en las grandes metrópolis coloniales, sus monumentos y la gran cantidad de términos árabes-islámicos en el castellano y el portugués.
La mayoría de los inmigrantes a Latinoamérica fueron de origen Sirio y Libanés. Señalan algunos documentos que esta inmigración comenzó entre los años 1850-1860.
La mayor ola inmigratoria se produjo a principios de este siglo, hacia algunos países como Argentina, Chile, Brasil y Colombia, la inmigración fue de gran intensidad, para ir decreciendo por los años 50. Destacándose después de esa fecha, una gran afluencia de árabes inmigrantes solamente en el Brasil.
No obstante al igual que en los USA., estas Comunidades se integraron a las nueva sociedades que las albergaron.
No se tienen datos confiables acerca del número de musulmanes.
Se calcula que en Latinoamérica aproximadamente suman más de 7 millones. Existiendo solamente en la Argentina alrededor de 700.000 y en el Brasil más de millón y medio. Mas de 4 millones de musulmanes viven en los USA
Según la Enciclopedia Mundial de Cristianismo, publicada en enero de este año en Oxford, mientras el cristianismo es practicado en 238 países por 1 900 millones de personas, que corresponden a un 31% de la población mundial, al Islam pertenecen
1 200 millones, es decir, un 19,6% de la población. Sin embargo, el cristianismo ha mantenido un número de adeptos, con tendencia a la baja, mientras que Islam ha crecido en más de un 7%.
Solo aproximadamente 13% de los 1.8 billones de musulmanes en el mundo, son árabes. Islam es estadísticamente la religión de más alto crecimiento en el mundo.
Esto demuestra que el Islam no es propiedad exclusiva de los árabes.
Prueba de ello es que el avance del Islam en Latinoamérica no esta dado por corrientes migratorias.
Son pocos o ningunos los nuevos musulmanes que se han convertido por interacción con los musulmanes inmigrantes o con sus descendientes.
Mucha gente atea, no practicante, católica, cristiana en general y hasta judía se siente atraída a Islam por curiosidad u otras razones. Llama mucho la atención que un significativo número de judíos se haga musulmán. En Latinoamérica no existe resentimiento entre judíos y musulmanes como en Oriente Medio. No tenemos historia de guerras, ni rencores.
"Creemos en Allah y en todo lo que se nos ha revelado; y en lo que se les reveló a Abraham, a Ismael, a Isaac, a Jacob, a las Tribus, a Moisés, a Jesús y a todos los Profetas de parte de nuestro Señor. No hacemos distinción entre ninguno de los Profetas, y nos entregamos a la Voluntad de nuestro Señor." (Corán)
Es común encontrar en cualquier ciudad de Latinoamérica un curioso mosaico de grupos sociales interactuando:
El musulmán de origen en primer lugar es un grupo integrado por inmigrantes que aun mantienen sus tradiciones y religión de origen.
Para ellos el problema fue adaptarse a una nueva sociedad y a un nuevo lenguaje.
En algunos casos sus miembros se casaron con mujeres nativas y su descendencia no siguió Islam. Sus hijos abrazaron el cristianismo como precio para poder integrarse en la nueva sociedad que les dio albergue.
Con el tiempo pasaron a ser los abuelos que hablan raro y hacen cosas raras…
Para preservarse de esta situación optaron por unirse y formar compactos grupos de acuerdo a su nacionalidad. Libaneses, sirios, egipcios o pakistaníes. A partir de ellos se formaron las primeras organizaciones Islámicas. En este caso la afinidad no es el Islam, sino su origen, el idioma, comidas, música y familia.
Entre ellos podemos encontrar al grupo árabe-sunnita , sunnita-wahabi, el sector alawita, el grupo de los proiraníes, el grupo sirio libanés, los pakistaníes y en muy poca medida los egipcios
Los musulmanes criollos, forman el segundo grupo integrado por los descendientes de los inmigrantes. Se integraron mucho más rápido a la nueva sociedad.
La mayoría de ellos perdió la tradición y la religión de sus padres.
Otros la mantuvieron y no perdieron su árabe y leyeron Coran en su seno familiar.
Se integraron a las primeras organizaciones fundadas o integradas por sus padres.
Muchos de ellos ocupan hoy los cargos directivos.
Vivieron en esta nueva sociedad sin abandonar la propia.
Aprendieron a crecer entre católicos y judíos.
Algunos permanecieron encerrados en su comunidad de origen.
Otros lograron adaptarse y son una verdadera ayuda a los que recién empiezan.
El idioma y las costumbres no le son ajenos. Han crecido en esta sociedad, pero todavía no son el fruto de la sociedad latinoamericana.
Para ellos Islam es una certeza con la cual llegaron al mundo.
Para el nuevo musulmán Islam es un desafío a conquistar día a día
Uno de ellos escribió:
El Islam es una forma de vida, vívela.
El Islam es un regalo, acéptalo.
El Islam es un viaje, hazlo.
El Islam es un esfuerzo, realízalo.
El Islam es un objetivo, alcánzalo.
El Islam es una oportunidad, tómala.
El Islam no es un juego, no juegues con él.
El Islam no es para cobardes, enfréntalo.
El Islam es una promesa, cúmplela.
El Islam es un deber, asúmelo.
El Islam tiene un mensaje para ti, escúchalo.
El Islam es amor, ámalo.
Quizás sea cierto un comentario que escuché en Medellín que decía:
Para un nuevo musulmán latinoamericano, no hay nada mejor que otro latinoamericano.
Wallahu a'lem bi'ssewab; Allah sabe mejor.
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