Bismillah...

Si una persona adinerada trae cien bolsas llenas de oro,
Dios sólo dirá,
“Trae el Corazón, tú que vienes tan cargado.
Si el Corazón está satisfecho contigo, Yo estoy satisfecho;
si el Corazón se opone a ti, Yo me opongo.
¡No pongo Mi atención en “ti”, miro al corazón:
tráelo, alma pobre, como un regalo a Mi puerta!
Su relación contigo también es Mía.
Gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarEn el corazón está la luz de Dios.
ResponderEliminarSaludos.