martes, 31 de enero de 2012

Cuidado con los tontos...


Uno de los habitantes más tontos del país de los tontos vio un día un precioso pez color naranja en un lago al que solía ir a pasear. El hombre se lanzó al agua, lo atrapó como buenamente pudo y lo puso en la rama más alta del árbol más próximo. Lo hizo, dijo más tarde, para que el pez no se ahogara.

Dan más miedo siempre los tontos que los malos. Por eso decía Mawlânâ Rûmî, lejos de toda arrogancia: "No seáis humildes jamás con los estúpidos".


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