viernes, 29 de junio de 2012

El hombre real...


El hombre real debe decirse a sí mismo: 
"¡Oh, alma mía! Piensas que eres inteligente y te enojas 
cuando te dicen idiota. 
¿Pero qué otra cosa eres en verdad? 
Haces ropa para abrigarte, pero no te aprovisionas para la otra vida. 
Eres como un hombre que durante el invierno dice: 
"No me pondré ropa abrigada, pero confiaré en la generosidad de Dios para protegerme del frío"
y no se percata de que, además de haber creado el frío, 
Dios puso a su alcance todo lo necesario para guarecerse de él".

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