Un aspirante a discípulo dijo al sabio:
-Hace varios días que te escucho condenar actitudes, ideas y hasta conductas que no son mías, ni lo han sido jamás.
¿Cuál es el propósito de esto?
El sabio respondió:
-El propósito de esto es que tú, en algún momento, dejes de imaginar que no te concierne nada de lo que yo condeno y te des cuenta que sufres el engaño de creen que tú no eres así.
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