La preocupación por las cosas del mundo puede atrasar el progreso de los siervos de Allah, los retiene como un ladrón de carretera, lo expone al ridículo y establece un control en su mente. Es una dificultad muy común entre lo siervos, salvo para aquellos a los cuales Allah protege sus corazones y acciones. Son unos muy pocos individuos que están protegidos tanto externamente como internamente.
Son aquellos que miran al vecino antes de comprar una casa y observan al compañero antes que el camino.
Están a Su servicio a veces en el mundo, a veces en su corazón. A veces hablando, otras veces en silencio. En algunas oportunidades deben estar activos y en otras oportunidades,quietos. Deben saber cuando trabajar y cuando estar sin acción.
Tu trabajo no debe estar motivado por otra cosa que la Verdad y no hay mérito en hacer las cosas por hacerlas.
En ese estado la motivación de las experiencias vendrá directamente desde Allah y será Él quien diga, "Muévete" o "Quédate quieto".