domingo, 16 de junio de 2013

Mano sobre mano


Los que prometen lealtad a un Sheikh son sus derviches.

Ciertamente, todos los que juran fidelidad, juran fidelidad a Dios: la mano de Dios está sobre sus manos.
Así pues, quien rompe su juramento, lo rompe en contra de sí mismo: mientras que a quien sea fiel a lo que ha jurado a Dios, Él le dará una magnífica recompensa."(48-10)

"Cuando concertéis una alianza con Dios, sed fieles a ella. No violéis los juramentos después de haberlos ratificado. Habéis puesto a Dios como garante contra vosotros. Dios sabe lo que hacéis."(16-91)

La voluntad de obedecer a Dios implica necesariamente una voluntad de obedecer a Su mensajero.
La frase “la mano de Dios está sobre sus manos” no alude simplemente al apretón de manos con el que todos los seguidores del Profeta sellaron su juramento de fidelidad a él, sino que es también una metáfora de que Él es testigo de su juramento. (Extraído de: "Mensaje del Coran", Muhammad Asad)

En la Sunna del Profeta Muhammad (saws) hay un indicio de que la práctica de este rito era una costumbre en su época. 
Esto lo vemos en el hadiz 18 del Libro de la Fe de Sahih al Bujari:

18. 'Ubâda Ibn As Sâmit (26) relató que: 'El Mensajero de Allah (saws) dijo, mientras lo rodeaba un grupo de sus sahabis, «Juradme fidelidad con las siguientes condiciones:

• No adjudicaréis ningún copartícipe a Allah,
• No robaréis,
• No fornicaréis,
• No mataréis a vuestros hijos,
• No pronunciéis calumnias intencionales diciendo cosas falsas,
• No desobedezcáis cuando se os pide hacer el bien.

Quien de vosotros, cumpla estas condiciones, recibirá su recompensa de Allah. Quien no cumpla algo y sea castigado en vida, pues, el castigo será su expiación. Quien no cumpla algo y sea encubierto por Allah, pues Él lo perdonará o lo castigará en la otra Vida». Y con estas condiciones le juramos fidelidad.

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