Llevamos características de animalidad difícil de superar.
Todas estas características son atributos del demonio y es nuestro deber liberarnos de ello, transformando:
- La arrogancia en modestia y humildad.
- La hipocresía en sinceridad.
- La santurronería en satisfacción con nuestros logros.
- La confianza exagerada en nosotros mismos en confianza en Allah.
- Las buenas obras por prestigio en buenas obras por la verdad.
- La envidia en gratitud y conformidad con lo que Allah nos a dado.
- El temperamento violento en la suavidad y docilidad.
- La sensualidad y el deseo egoísta a los deseos y mandatos de Allah, alabado sea.
- El amor a las cosas materiales en amor a Allah y a su mensajero.
- La búsqueda implacable de rango y status en el honor y la dignidad del servicio a la verdad.
- La hipocresía en sinceridad.
- La santurronería en satisfacción con nuestros logros.
- La confianza exagerada en nosotros mismos en confianza en Allah.
- Las buenas obras por prestigio en buenas obras por la verdad.
- La envidia en gratitud y conformidad con lo que Allah nos a dado.
- El temperamento violento en la suavidad y docilidad.
- La sensualidad y el deseo egoísta a los deseos y mandatos de Allah, alabado sea.
- El amor a las cosas materiales en amor a Allah y a su mensajero.
- La búsqueda implacable de rango y status en el honor y la dignidad del servicio a la verdad.
No hay otro camino para salvarse de dichas cualidades negativas y de los peligros que originan. Aquellos que no pueden limpiarse y purificarse de estos atributos maliciosos no pueden llagar a ser derviches, ni siquiera verdaderos creyentes.
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