El cuervo que enseñó a Caín el arte de excavar sepulturas y enterrar cadáveres, como se cuenta en el Corán V, 34. Esto está destinado a ilustrar la tesis de que sin ayuda, la razón humana no puede descubrir ninguna nueva verdad, a no ser que esté inspirada por la Sabiduría Divina, de la cual los profetas, y especialmente la "Razón Universal", o el Profeta Muhammad (swas) son los canales.
De este modo los médicos y herboristas obtuvieron su conocimiento de las virtudes de las plantas, por las instrucciones originalmente dadas por el rey Salomón cuando clasificó las plantas que crecían en el patio de su templo.
El ojo interno ve más que lo que es visible para la vista del ojo vulgar. Para ilustrar esto se cuenta una anécdota de un sufí, que había acompañado a sus amigos a un hermoso jardín, pero que en lugar de mirar el entorno y disfrutar la fragancia de las flores y los frutos, permanecía con la cabeza hundida en su pecho. Sus amigos le dijeron, con las palabras del Corán: "Mira las huellas de la misericordia de Allah: Cómo le da vida a la tierra después de haber estado muerta". (1)
El contestó que esos signos le eran mucho más claramente visibles en su corazón que en la manifestación exterior, la que era solamente un reflejo borroso de la creación espiritual, que reinaba en el altar de su corazón. Ya que Dios dice "La vida del mundo no es sino un engañoso deleite" (2)
En otras palabras, "La Naturaleza oculta a Dios, pero el hombre sobrenatural Lo revela". (3)
Extracto de Masnavi - Tomo 2, Hz. Rumi
(1) Corán XXX, 50.
(2) Corán III, 185.
(3) "¿Acaso es irracional confesar que creemos en Dios, no en razón de la naturaleza que lo esconde, sino en razón de lo sobrenatural en el hombre, que es lo único que lo revela y que demuestra que existe?" En "Curso de Metafísica" de Sir W. Hamilton.
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