jueves, 22 de marzo de 2018

La búsqueda de un maestro


(HISTORIA SUFÍ)
Un hombre fue en busca de un Maestro. Estaba listo para dar la vuelta al mundo, pero estaba decidido a encontrar al Maestro, el verdadero Maestro, el Maestro Perfecto.

Fuera de su pueblo se encontró con un anciano, un tipo agradable, sentado bajo un árbol. Le preguntó al anciano: "¿Alguna vez oíste en tu larga vida? Te ves como un vagabundo ..."
Él dijo: "Sí, soy un vagabundo. Vagué por toda la tierra".
El hombre dijo: "Ese es el tipo de persona adecuada". ¿Puedes sugerirme dónde debo ir? Quiero ser un discípulo de un Maestro perfecto".

El anciano le sugirió algunas direcciones, y el joven le dio las gracias y continuó.

Después de treinta años de vagar por la tierra y no encontrar a nadie que cumpliera exactamente sus expectativas, regresó abatido, deprimido. En el momento en que ingresaba a su pueblo, vio al anciano que ahora se había vuelto muy viejo, sentado bajo el árbol. ¡Y de repente reconoció que él era el Maestro! Cayó a sus pies y dijo: "¿Por qué no me dijo que era el Maestro?"

El anciano dijo: "Ese no era el momento para ti". No podrías reconocerme. Necesitabas algo de experiencia. Vagar por la tierra te ha dado cierta madurez, una cierta comprensión. Ahora tu puedes ver. La última vez que me conociste, pero no me has visto. Te habías perdido Me estabas preguntando acerca de un Maestro. Eso fue suficiente prueba de que no podías verme, no podías sentir mi presencia, no podías oler la fragancia. Estabas completamente ciego; por lo tanto, te di algunas direcciones falsas para que pudieras ir. Pero incluso estar con personas equivocadas es bueno, porque así es como uno aprende. Durante treinta años he estado esperando por ti aquí, no he dejado este árbol".

De hecho, el joven, que ya no era joven, miró el árbol y se sorprendió aún más. Porque en sus sueños, en sus visiones siempre veía ese árbol y siempre había la sensación de que encontraría al Maestro sentado debajo de este árbol. La última vez no había visto el árbol en absoluto. El árbol estaba allí, el Maestro estaba allí, TODO estaba ahí, pero ÉL no estaba listo.


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