jueves, 14 de junio de 2018

Una puerta abierta

Bismillah

"Un compañero del Profeta Muhammad (swas) cuyo nombre era Suhayl ibn Amr estaba viajando con su esposa. De repente, un grupo de bandidos los atacó y se llevó todo su dinero y comida. Le llamó la atención a Suhayl que el lider de los bandidos no comiera con ellos, por lo que le preguntó, "¿por qué no comes con ellos?". Él respondió, "Estoy ayunando". Suhayl respondió sorprendido, "¿robas y sin embargo ayunas?". Él dijo, "me gusta dejar una puerta abierta entre Dios y yo, pues quizás pueda entrar por ella algún día". 

Después de un año o dos, Suhayl estaba circunvalando la Kaba en Mecca realizando los rituales de peregrinación cuando vio a un hombre colgando de las cortinas de la Kaba llorando y rezando a Dios, su cara estaba llena de luz. Suhayl reconoció al hombre: el mismo lider de los bandidos ahora se había vuelto devoto a Dios. "¿Cómo?" preguntó Suhayl. 
"¿No sabes", respondió él, "que quienquiera que deje una puerta abierta entre él y Dios, pasará por ella algún día?"


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