lunes, 7 de diciembre de 2020

En guardia contra el Ego

Bismillah

Permítanme darles una practica espiritual que no tiene precio. Repitan estas palabras: "Sólo Dios sabe". Estas palabras contienen un maravilloso antídoto contra la arrogancia de nuestros egos. (...)

Diciendo: "Sólo Dios sabe", nos recordamos a nosotros mismos que sabemos muy poco, y demasiado a menudo, malinterpretamos lo poco que creemos saber. Pero igual nos enamoramos de nuestras opiniones. 

(...) Cuando alguien es arrogante o egoísta, nos enojamos con esa persona, porque entendemos el egoísmo, la arrogancia, etc., porque esas tendencias están en nosotros. 
Cuando nos enojamos respecto de algo es tiempo de poner atención en nosotros mismos. Nuestros egos nos dicen que sólo nos fijemos en las faltas de los demás y, efectivamente, nos resulta fácil enojarnos con las faltas y defectos ajenos. Pero nuestra crítica a los demás no los va a cambiar. Sólo nos distraerá de cambiar nosotros mismos. Como Muzaffer Efendi (ra) acostumbraba decir: "Cada vez que veas que alguien está sucio con tierra, limpia tus propios anteojos."

-Fragmento "Terapia Sufí" Robert Frager. Editorial Yerrahi



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