lunes, 28 de junio de 2021

En el camino aprendí

Bismillah


En el camino aprendí…
Que llegar alto no es crecer,
Que mirar no siempre es ver,
Ni que escuchar es oír,
Ni lamentarse es sentir,
Ni acostumbrarse es querer.

En el camino aprendí…
Que andar solo no es soledad,
Que cobardía no es paz,
Ni ser feliz es sonreír,
Y que peor que mentir, es silenciar la verdad,

En el  camino aprendí…
Que puede un sueño de amor, abrirse como una flor,
Y como esa flor morir
Pero en su breve existir, es todo aroma y color. 

En el camino aprendí…
Que no es sumisión, la humildad,
La humildad es ese don que suele confundir:
No es lo mismo ser servil, que ser un buen servidor.

Cuando vayan mal las cosas como a veces suelen ir,
Cuando tu camino solo ofrezca cuestas que subir,
Cuando tengas poco haber pero mucho que pagar,
Y precises sonreír aún teniendo que llorar,

Cuando el dolor te agobie y no puedas ya sufrir…
Descansar acaso debes, pero nunca desistir.

Cuando todo este peor…
Más debes insistir…

-Anónimo 

lunes, 14 de junio de 2021

Sobre los deseos

Bismillah

Te liberas de tus propios deseos solo cuando Dios te libera. Esto no se logra por su propio esfuerzo, sino por la gracia de Dios. Primero, él hace surgir en ti el deseo de alcanzar esta meta. Entonces te abre la puerta del arrepentimiento. Entonces... continúa esforzándose y... se enorgullece de sus esfuerzos, pensando que está avanzando o logrando algo; pero luego caes en la desesperación y no sientes alegría. Entonces sabrá que su trabajo no es puro sino contaminado. Te arrepientes de actos de devoción que creías tuyos y percibes que fueron hechos por la gracia de Dios y que fuiste culpable de politeísmo al atribuirlos a tu propio esfuerzo. Cuando esto se manifiesta, un sentimiento de alegría entra en tu corazón... Dios te abre la puerta del amor...

Pero todavía piensas "Yo amo" y no encuentras descanso hasta que percibes que es Dios quien te ama y te mantiene en el estado de amar, y que esto es el resultado del amor y la gracia divina, no de tu propio esfuerzo. Entonces Dios les abre la puerta de la unidad y les hace saber que toda acción depende de Dios Todopoderoso. Entonces percibes que todo es Dios, y todo es por él, y todo es su (incluso) esta presunción... Entonces reconoces por completo que no tienes derecho a decir "yo" o "mío". En esta etapa, contemplas tu impotencia; los deseos se alejan de ti y te vuelves libre y tranquilo. Deseas lo que Dios desea; sus propios deseos se han ido, está emancipado de sus deseos y ha ganado paz y alegría en ambos mundos.
Primero, la acción es necesaria, luego el conocimiento, para que puedas saber que no sabes nada y que no eres nadie. No es fácil saberlo. Es algo que no se puede aprender correctamente mediante instrucción, ni coser con aguja ni anudar con hilo. Es el don de Dios.

-Abu Sa'id Ibn Abi'l Khayr (967 - 1049)


jueves, 10 de junio de 2021

“Ikra” (Lee)

Bismillah

“Resulullah (swas) comenzó a declarar su profecía y sus deberes cuando tenía 40 años.
El incidente de “Ikra” (lee) muchas veces está explicado de manera errónea. Ellos dicen que Cebrail (Gabriel) fue a la montaña de Hira. ¡Está mal! Cebrail fue a la cueva de Hira en la montaña de Nur. Hira no es una montaña. Es una cueva. Entonces, se dice que en la cueva de Hira, Cebrail fue donde Resulullah (swas) y le dijo “Ikra” (lee). Resulullah (swas) dijo, “Yo no sé leer”, después de esto Cebrail apretó a Resulullah (swas) entre sus brazos. Y le dijo, “Lee en el nombre de tu Rab”. Entonces Resulullah comenzó a leer.

Allah envía a Su amado a Cebrail, como si Él no supiera que no sabía leer. Y a su vez Cebrail, no sabía tampoco y dijo “Lee”. Y Resulullah (swas) dijo “Yo no puedo leer”. Bueno, el punto importante aquí es que Cebrail no llevó ningún papel. Entonces, ¿Qué tenía que leer Resulullah? ¿Qué era? ¿Lo han pensado? ¿En qué pasaba su tiempo Resulullah (swas) en Hira? No había namaz (Salat, oraciones diarias) o tesbih. ¿Qué estaba haciendo? Él estaba haciendo tefekkür (reflexión profunda, contemplación) ¿Con qué estaba haciendo el tefekkür? Con su fuerza humana, su mente y sus ideas. Y Cebrail le explicó que la verdad no puede ser encontrada con la fortaleza humana solamente, y trajo el ayet “Ikra bismi rabbikel lezi halak. Halakal insane min alak” Entonces, en otras palabras, “La puedes encontrar solamente si incluyes a Allah”. Resulullah (swas) entonces pensó que lo que tenía que leer era el universo en él.

Él supo que era un ser humano y que, por lo tanto, estaba todo el universo en él. Seyh Galip Efendi dijo en un discurso: “Hosca bak zatina, zuptei alemsin sen” (“Mira amablemente dentro tuyo, todo el universo está en ti”). Hay una razón, una sabiduría en nuestro propio universo y en el universo que ves alrededor tuyo. Esto no es automático. No pasa por sí solo.

Resulullah (swas) había reflexionado profundamente durante mucho tiempo, pero esto no era suficiente. Y la orden “Ikra” que Cebrail trajo de Allah no es un acto de lectura. Él no trajo nada escrito. Entonces lo que dijo es “Lee el universo, lee tu propio universo”. Aquí, es cuando Resulullah (swas) dijo no sé cómo leer, él se refería que no sabía cómo lograrlo, él no podía leer. Esto no significa que él no sabía leer cartas escritas.

Los imanes dicen que la primera orden del Islam fue “leer”. Pero eso no es verdad. ¿Cuál es el significado de Ikra? En realidad, es “reflexiona, reflexiona profundamente”. Y no puedes hacer esto sólo. ¿Entonces, cómo hacerlo?
“Bismi rabbikelleziy halak” (“En el nombre de Allah que te creo”) Entonces si incluyes a Allah, conectas con tu Señor, quien creó a todos los seres humanos de un pequeño pedazo de carne, aprenderás, tendrás resultados de tu tefekkür (reflexión profunda). Esto es lo que Cebrail dijo.

Leer un libro, aprender a leer y a escribir, sólo narrar conclusiones de otras personas, no es sabiduría. Es ser un loro. Como resultado de sus lecturas, necesitan usar lo que obtienen para resolver los problemas de hoy, llevando esto a la acción. Esa es la verdadera sabiduría.

Ser profeta (Resul) no es solamente tomar lo que Allah envió y transferirlo a la gente. Es también un elevado nivel ante los ojos del Creador. Es ser el recipiente de la divina revelación.” (…)

-Tugrul Efendi (2008)