Bismillah
Recuerda que este mundo que codicias tan ardientemente e intentas adquirir tan seriamente, y que a veces te molesta y a veces te complace tanto, no es ni tu hogar ni un destino permanente. No has sido creado para ello, ni invitado a él como tu lugar de descanso. No permanecerá contigo para siempre, ni permanecerás en él eternamente.
Si te ha atraído con sus encantos, también te ha advertido y advertido de los peligros reales que acechan en sus pliegues. Ten en cuenta las advertencias que te ha dado y no te dejes seducir ni engañar por sus atractivos. Deja que estas advertencias te asusten de ser demasiado codicioso para poseerlo. Intenta avanzar hacia el lugar donde estás invitado a la dicha eterna y aleja tu rostro del mundo vicioso.
-Imán 'Ali ibn Abi Talib (as), de Nahjul Balagha, la cima de la elocuencia.
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