Bismillah
Un día, un pobre beduino le pidió algo de caridad a Hz Ali -Allah esté complacido con él-. Sin los medios para proporcionarle nada más en ese momento, Hz Ali -Allah esté complacido con él- recogió un puñado de arena del suelo y leyendo cierta oración y respirando en la arena, la derramó a las manos abiertas del beduino como oro. El beduino estaba aturdido. Comenzó a rogarle a Hz Ali -Allah esté complacido con él- que le dejara saber cómo era capaz de hacer lo que hizo y cuál era la oración que leía en la arena. Lleno de compostura, Hz Ali -Allah esté complacido con él- le dijo que era al-Fatiha.
El beduino, lleno de alegría, luego recogió un puñado de arena del suelo, leyó al-Fatiha y respiró en ella. Pero para su consternación, la arena siguió siendo arena. Entonces, una vez más pidió la sabiduría subyacente detrás de todo esto, en respuesta a lo cual -Allah esté bien satisfecho con él- dijo: "Esta es una diferencia de corazón".
No hay comentarios:
Publicar un comentario