Vivimos en un mundo donde las lenguas de la mayoría de las personas no están limpias porque mienten.
Vivimos, en una sociedad donde es casi una obligación mentir. Por ejemplo, cuando vas a una entrevista laboral, mientes, no dices toda la verdad. La publicidad de Coca-Cola, de Mac Donald´s, la publicidad de cualquier cosa que ves en la televisión o en los periódicos es una mentira. La publicidad está basada en una mentira.
¿Qué hacer entonces? La máxima autoridad nos dice que si no limpias tu lengua – está en el Corán y en el Hadiz – tu corazón no está en paz y tu fe no vale nada.
Por cierto que la peor mentira es mentirse a uno mismo y también somos culpables de eso, nos mentimos a nosotros mismos. Somos bajos y decimos que somos altos, somos débiles y decimos que somos fuertes, somos estúpidos y decimos que somos inteligentes, miramos blanco y decimos negro, miramos negro y decimos que es blanco.
Principalmente esto sucede porque no observamos la verdad tal cual es, para ser capaces de decir la verdad. Porque si ves el blanco como negro, ¿cómo puedes decir que es blanco? Por supuesto que dices lo que ves. La razón por la cual no vemos la verdad es que estamos desatentos, estamos dormidos, no hemos despertado aún.
En un Hadiz, RasulAllah (Dios) nos dice que los hombres están dormidos y van a despertar cuando estén acostados donde se lavan los muertos.
Lo primero, entonces, para no mentir, es antes que nada, despertar para ver la realidad.
No tienes que dormirte, no tienes que cerrar los ojos, no tienes que meter tu cabeza dentro de la tierra, como el avestruz.
Con respecto a nuestra ceguera, pensamos que toda la existencia es solamente lo que está a la vista. Estamos tan apegados a este pensamiento, pensamos que nuestro sustento, viene de este mundo.
Compramos el pan y pensamos que lo hacemos con nuestro dinero, con el billete que entregamos y cuando se nos entrega el pan, pensamos que el panadero compró la harina en algún lado, que viene de lo que se plantó en la tierra y cuando terminas en el grano de trigo en la tierra; no pensamos en el misterio…
Una de las razones de nuestra ceguera es que somos ciegos con este mundo y todo lo que vemos, todo lo que nos preocupa, por todo lo que trabajamos es por este mundo y entonces este mundo se vuelve un velo entre nosotros y Aquel que nos creó, el que nos trajo a este mundo, nos alimenta y nos va a sacar suavemente de él.
Nos olvidamos de Él y entonces el mundo se convierte en nuestro maestro, un horrible maestro, y ahí es donde comienzas a vivir en tu imaginación.
Esta no es vida, porque no estás viviendo la realidad. Va a llegar el día en que estemos por irnos de este mundo y ahí es donde recordaremos los momentos donde realmente hemos vivido, aquellos momentos donde estuvimos atentos, conscientes, cuando realmente hemos visto lo que hay en este mundo y la hermosura que encierra este mundo y la hermosura que significa recordar a través de este mundo a Allah Hu Ta´ala.
Sheikh Tosun Bayrak