El amor nos hace hablar; el amor nos hace gemir; el amor nos hace morir; el amor nos trae a la vida; el amor nos embriaga y desconcierta; a veces lo hace a uno rey. El amor y el amante no tienen una doctrina rígida. En cualquier dirección que tome el amante, se vuelve hacia su amado. Donde quiera que esté, está con su amado. Donde quiera que vaya, va con su amado. No puede hacer nada, no puede sobrevivir ni por un momento, sin su amado. Él constantemente recuerda a su amado, ya que su amado lo recuerda. Amante y amado, recordador y recordado, están siempre en compañía del otro, siempre juntos.
-Sheikh Muzaffer Ozak
Fuente: Essential Sufism
No hay comentarios:
Publicar un comentario