"Si quieres fortalecer tu fe, tendrás que suavizarte por dentro. Para que tu fe sea una sólida roca, tu corazón necesita ser tan suave como una pluma. A través de una enfermedad, accidente, pérdida o susto, de una manera u otra, todos nos enfrentamos a incidentes que nos enseñan a ser menos egoístas y juiciosos, y más compasivos y generosos.
Sin embargo, algunos de nosotros aprendemos la lección y logramos volvernos más suaves, mientras que otros terminan siendo aún más duros que antes..."
- Shams Tabrizi (ra)
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