Si uno es sincero en su amor a su bienamado, habrá de obedecerle. La característica del amor del amor sincero es no ofender al amado. El signo del amor es no quejarse del amado con nadie, tolerar sus caprichos, y llevar a cabo amorosamente todo lo que pida. El que clama sinceramente amar a Dios, nunca le desobedece y se niega a ofenderle, El amante obedece amorosamente al amado. La verdadera prueba de su sincero afecto se demuestra al seguir al amado, al obedecerle y al poner esmero en evitar las cosas que el amado desprecia o le causan disgustos. Los que reúnen estas condiciones han desplegado, proclamando y comprobando su amor. Este amor sí es genuino. Cualquiera que no pueda tolerar los caprichos de su amado o sus crueldades, y que muestre pereza o descuido en servirlo, no podrá ser jamás un amante verdaderamente afectuoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario