así como nuestra respiración que es continua.
Nuestro Imán, fe, debe ser constante.
Esos pensamientos, esa intención de Dios, ese
aliento, ese discurso, esa mirada, y ese sonido. Deberían funcionar
continuamente al igual que las funciones automáticas del cuerpo.
Eso se llama dhikr, el recuerdo de Dios”.
Eso se llama dhikr, el recuerdo de Dios”.
Bawa Muhaiyaddeen (ra)
La sabiduría del hombre, p. 13
La sabiduría del hombre, p. 13
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